Capítulo 50.- Un Toribio para Wilson, uno
(Transcripción de la retransmisión en directo de la intervención quirúrgica realizada a Toribio, según se conserva en los archivos videográficos del Hospital Central, la cual fue retransmitida en directo a numerosos centros sanitarios y facultades de Medicina del país).
El
quirófano es una fiesta y se palpa la gran expectación: 50 estudiantes de
Medicina, varios pacientes en pijama y zapatillas y un vendedor de bocadillos,
observan tras los cristales. En el quirófano, dos camilleros entran rodando a
toda velocidad la cama de Toribio que es recibido con una gran exclamación de
“¡Oooohhhh!”. Luce pijama verde manzana y gorrito a juego, con goteros
astifinos en ambos brazos. Tres doctores, cuatro residentes de último curso de
Medicina, tres enfermeras y una anestesista hacen el pasillo de honor al Dr.
Wilson quien entra parsimoniosamente colocándose los guantes. Viste de oro y
luces (en la frente para que le alumbre bien la zona quirúrgica) y gorro de
fantasía con dibujos de Bugs Bunny. El anestesista comprueba que la perfusión
de propofol (ahora hay que usar propofol genérico porque el auténtico, el
Diprivan, tuvieron que dejarlo de fabricar ante la contundente bajada de
precios de los genéricos). Aunque el propofol genérico no tiene el punto chic
que tenía el Diprivan, surte efecto y el paciente ya está listo para que
comience la faena.
El
Dr. Wilson realiza una incisión a la primera con el bisturí eléctrico que
apenas deja caer unas gotas de sangre inmediatamente coaguladas. El graderío
prorrumpe en aplausos. Los ayudantes abren bien la zona operatoria y el maestro
les da una clase magistral: el esófago está
dilatado y contiene jugos gástricos a nivel del esófago medio. El
estómago contiene aproximadamente de 50 a 60 cc de un material similar a la
masa de las pizzas. El duodeno está dilatado
y lleno de un material semilíquido amarillo verdoso,
sin embargo los receptores estomacales se hallan taponados por una sustancia
que extrae hábilmente y sin necesidad de analizarla, la mira y exclama: “esto
es mortadela”.
Se
escuchan nuevos aplausos en el graderío al que se ha ido incorporando más gente
hasta alcanzar un lleno total. Junto al vendedor de bocadillos hay otro que
grita “¡patatas fritas, caramelos, chicle americanoooo!”. La enfermera
Fernández (que ya ha hecho ojitos con el Dr. Wilson) le seca el sudor y se
guarda el pañuelo en la entrepierna.
Wilson
prosigue la faena, exponiendo a los presentes que el colon (“Cristóbal” para
los amigos) también se halla distendido, con un brazo señalando a la zona
sigmoide terminal como indicando “la culpa es de esa”. A pesar de la ausencia
de cálculos biliares, Wilson calcula por sí mismo que hay unos 10 cc de bilis
marrón amarillenta y muestra al graderío los nódulos linfáticos porta hepáticos
de Toribio.
Ante
la expectación general realiza varios cortes y confecciona con hilo y aguja un
cosido primoroso en las zonas que va reparando. Los doctores que le acompañan
siguen su ejemplo sacando del bolsillo sus bobinas de hilo y aguja para imitar
los movimientos artísticos de Wilson. La enfermera Fernández tiene doloridos
los codos de tanto clavárselos en el estómago a todos los que osan acercarse al
maestro ya que ella quiere mantener su posición en primera fila.
Finalmente,
y tras más de dos horas de intervención, con varios bises, el Dr. Wilson se
sacude las manos y dice “That’s all folks” que quiere decir: “la intervención
ha sido un éxito y es posible que el paciente se salve, aunque de momento está
en coma inducido. Gracias a todos y hasta luego Lucas”.
Todos
se quedan mirando unos a otros tratando de averiguar quién es Lucas, porque no
han comprendido el sentido del humor de Wilson; no obstante, cuando este se
retira, todo el graderío se pone en pie, se escuchan olés y vítores y hasta
alguna lágrima emocionada resbala por los lagrimales que la enfermera
Fernández, instintivamente, se enjuga con el pañuelo del sudor de Wilson que se
había guardado de
recuerdo.
Una novela en donde el humor alcanza el estado de gracia…
“El dulce gorjeo del buitre en celo”: https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo
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