martes, 1 de diciembre de 2020

Un cadáver exquisito (31)

Capítulo 27.- Un barco cargado de...
 
Pedro estaba ensimismado leyendo la agenda de Jacinto. Allí había muchas cosas extrañas, por ejemplo una interminable lista de partidas de melones con destino a un barco que hacía la ruta Valencia-Shangai. ¿Tanto gustaban en Shangai los melones españoles? Curiosamente, por cada partida de melones aparecía otra lista con el encabezado “C11H19N3O” y debajo diversas cantidades seguidas de la palabra “etirimol”. También aparecía repetidas veces el nombre de McKarran, el dueño del laboratorio Future Farma y de un tal Rodríguez (quizás el Rodríguez del laboratorio que había comprado con una OPA hostil). ¿Qué sería todo aquello?
 
- Perdona que haya llegado tarde, Andrea -dijo David.
- Vienes todo sudado, y además... hueles a pis –le recriminó Andrea.
- Es que un chico se hizo pis cuando el policía nos paró y se bajó ella... -trataba de explicar David.
- O sea, ¿que estabas con un ligue?
- Sí, pero no es eso, es que éramos más porque...
- O sea, que has estado de juerga -sentenció Andrea.
Decididamente fue bastante laborioso explicarle a Andrea Canoli todo lo que le había sucedido.
 
- Deme una explicación convincente -dijo el sargento Miñambres.
- No, con Vicente no, con Jacinto, pero mi marido es Pedro -le respondió Violeta.
- ¿Pero con cuantos hombres ha estau usté? -inquirió Miñambres que iba a proseguir cuando un bombero entró en las dependencias y le entregó un informe.


Una novela en donde el humor alcanza el estado de gracia…

“El dulce gorjeo del buitre en celo”: https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo

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