sábado, 30 de enero de 2016

Tradiciones familiares

Me alegra mucho que el juez haya declarado inocente a Francisco Rivera ante las acusaciones de que había puesto en peligro la vida de su hija al ponerse a torear con ella en brazos. El juez ha entendido perfectamente que esa es una tradición familiar y por consiguiente las tradiciones familiares deben respetarse. Tras leer esta noticia, en mi familia hemos respirado todos bastante aliviados ya que las tradiciones de mi familia no corren peligro de ser injustamente atacadas por la opinión pública.

Por ejemplo, cuando nació mi hijo mayor mi mujer lo tiró desde lo alto del campanario de la iglesia del pueblo para que yo lo recogiera entre mis brazos (“ahí tienes a tu hijo”, dijo, y yo lo recogí respondiéndole: “y yo lo recibo”), perpetuando así una milenaria tradición familiar. Después, para el bautizo, y como en mi familia somos muy originales, en vez de bautizarlo con agua lo bautizamos con tierra... pero a 20 metros de profundidad en el mar, ¡hay que ver lo mono que estaba tan pequeño y con su traje de submarinista! Finalmente, en esa otra etapa de la vida que supone la Primera Comunión, se la dimos en la clásica ceremonia del “puenting”: tiramos al niño desde lo alto del puente y abajo el cura lo esperaba con la sagrada forma para darle la comunión. ¡Qué recuerdos! Y qué alegría al ver que el niño hacía honor a la tradición familiar y tomaba la comunión a la primera, sin tener que repetir el salto.

Y es que mi familia es muy amante de las tradiciones. Mi cuñado se llevó a su recién nacido a hacer espeleología y juntos descubrieron una nueva galería subterránea en Mallorca a 200 metros de profundidad. Mi suegro le dio a la que sería luego mi mujer su bautismo de aire con una sesión de acrobacias en vuelo sin motor y al cumplir los siete años ya practicaba con ella la caída libre en paracaídas. Un tío mío se lleva a sus hijos al trabajo (es domador de leones en un circo). Un primo lejano, que es funambulista, cruzó un cable situado sobre las cataratas del Niágara con su bebé a la espalda (bien protegido en una mochila, por supuesto). Y así tantos otros...

¡Da gusto vivir en una sociedad como la nuestra, en donde las tradiciones familiares están protegidas por la Justicia!

PD.- Para los que deseen apuntarse (ver imagen), estamos preparando una convivencia de padres y recién nacidos a bordo de un batíscafo en la sima de las Marianas.

viernes, 29 de enero de 2016

Un reloj inefable

Mi apodo en Internet es el de “Palabras inefables” o simplemente “El Inefable”. Por lo tanto, y para hacer honor a mi apodo, todo lo que esté relacionado conmigo debería tener al menos un toque de inefable. En fin, no sé si todo, pero algunas cosas sí. 

Como ejemplo, aquí os muestro mi reloj, comprado hace ya unos cuantos años en Interlaken (Suiza). Como podéis ver lleva un dispositivo para indicar la fecha. Y... ¿cuántos días tiene el mes para este reloj?: 39. Sí, habéis leído y visto bien. 

No os engañan vuestros ojos ni yo os he engañado con trucos de photoshop. La imagen es real: Mi reloj tiene 39 días cada mes. Realmente inefable.

lunes, 25 de enero de 2016

Personas citadas en el libro "Médico, periodista y poeta" (“Una lágrima es un beso”)

El libro "Médico, periodista y poeta" (“Una lágrima es un beso”)  https://amzn.to/3bRZpfZ recoge la biografía de Gaspar Fisac Orovio (1859-1937) en su triple faceta de médico, periodista y poeta. En el mismo se cita (aparte de otros Fisac) a las siguientes personas:

Alba, Isaac
Aguilera, Luis Felipe
Alomar, Joaquín
Alvarez, Manuel
Alvarez, Ramón
Alvarez Covera, Juan
Alvarez Ugena, J.
Angla, Fernando
Arilla, Pedro
Arribas, Joaquín
Barrajón, Emilia
Borondo, Jorge
Borondo, Zoilo
Caballero, Cristóbal
Cabanes, Tomás
Calcerrada, José
Camacha, Sr.
Castilla, Rafael
Castresana, Dr.
Clemente, Domingo
Clemente, Manuel
Clemente López, José Patricio
Clemente Pozuelo, Concepción
Comparaidis, Dr.
Cruz, José María
Cruz, Juan José
Cruz, Modesto
Cruz, Srta.
Cruz Periconi, César
De la Puente, Juan
De la Sierra, Luis R.
De la Torre, Ramón
Del Campo, Alfredo
Del Castillo, Marcos
Donado, José
Escobar, Josefina
Escobar, Sr.
Espadas, Francisco
Fanega, Miguel Ángel
Ferrán, Jaume
García Consuegra, Mariano
García Mateos, Santiago
García Pardo, Dionisio
García Pavón, Francisco
García Vela, Elena
Gómez, Bernardino
Gómez, Vicente
Gómez Pardo, José
González, Isidoro
González, Melitón
Guerrero, Sr.
Herreros, Juan Félix
Hervás, Bernardo
Issanjou, August
Issanjou, Caroline
Lillo, Gregorio
López garcía, Dr.
Lorente, Rafael
Lozano, Gustavo
Lozano Vidal, Pedro María
Mayorga, R.
Moreno de la Santa, Leocadia
Niño, Leandro
Orovio Santa Cruz, María Francisca
Pío Casado, Vidal
Madridejos, Ernestina
Madridejos, Vicente
Marchán, Pedro
Martín, Manuel
Martín, Marcelino
Martín, Sagrario
Martín, Valerio
Mauri, Manuel
Mauri, Paquito
Marte, Srta.
Mateos, Antonio
Mendiola, Victoriano
Morales, Dr.
Moreno, Julio
Muñoz Morales, Francisco
Noblejas, Francisco
Nombela, Julio
Pahissa, Francisco de Asís
Peñuelas, Otón
Perellada, Pablo
Pérez, Soledad
Periconi, Josefa
Periconi, Providencia
Pinilla, Gabriel
Pinilla, Srta.
Pintado, Álvaro
Ramo Villar, María Guadalupe
Redondo, Patricio
Rivas, Ramón
Rodríguez, Fermín
Rodríguez, José
Rodríguez Carracido, José
Rodríguez Pinilla, Hipólito
Rodríguez Pinilla, Isabel
Romo, Srta.
Rubio, Antonio
Rubio, José María
Rubio, Sebastián
Ruiz de la Hermosa, José
Sánchez, Juan José
Sánchez Herrera, Ana
Sanromá, Marcelino
Serna López Tello, Amparo
Sevilla Lozano, Jesús
Sueiro, Juan M.
Tarrío, Toribio
Tercero, Daría
Torquemada, Ricardo
Torres, Agustín
Torres, José Joaquín
Torres, Salvador
Uriach, Juan
Velduque, Manuel
Verdes Montenegro, Dr.
Vidal Álvarez, María
Villalón, Luis
Villanueva, Sr.
Villanueva, Srta.
Villarreal, Antón
Villegas, Sr.
Zaldívar, Joaquín


"Médico, periodista y poeta" ("Una lágrima es un beso"), biografía de Gaspar Fisac Orovio y su época.
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domingo, 24 de enero de 2016

Fisac citados en el libro "Médico, periodista y poeta" (“Una lágrima es un beso”)

El libro “Médico, periodista y poeta" ("Una lágrima es un beso")  https://amzn.to/3bRZpfZ recoge la biografía de Gaspar Fisac Orovio (1859-1937) en su triple faceta de médico, periodista y poeta. En el mismo se cita igualmente a otros descendientes con su mismo apellido. Estos son:

Fisac Clemente, Carmen
Fisac Clemente, Domingo
Fisac Clemente, Gaspar
Fiscal Clemente, Concepción
Fisac Clemente, Mercedes
Fisac Clemente, Rafael
Fisac Escobar, Federico
Fisac Orovio, Adela
Fisac Orovio, Deogracias
Fisac Orovio, Felipe
Fisac Orovio, Manuel
Fisac Orovio, María Adela
Fisac Orovio, María Antonia
Fisac Orovio, María Victoria
Fisac Ramo, Daniela
Fisac Ramo, Francisco
Fisac Ramo, Joaquín
Fisac Ramo, Julio
Fisac Ramo, María Pilar
Fisac Ramo, Ricardo
Fisac Rodríguez, Gaspar
Fisac Rodríguez, Isabel
Fisac Rodríguez, María del Carmen
Fisac Rodríguez, Vicente
Fisac Seco, Elena
Fisac Seco, Federico
Fisac Serna, Diego
Fisac Serna, Joaquín Juan
Fisac Serna, Joaquín Jesús
Fisac Serna, José
Fisac Serna, María Dolores
Fisac Serna, Matilde
Fisac Serna, Miguel
Fisac Valverde, Juan José
Fisac Valverde, Juan Vicente
Fisac Valverde, Ramón
Fisac Vidal, Concepción
Fisac Vidal, José María
Fisac Vidal, María Isabel
Fisac Vidal, María Teresa
Fisac Vidal, Matilde


"Médico, periodista y poeta" ("Una lágrima es un beso"), biografía de Gaspar Fisac Orovio y su época.
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sábado, 23 de enero de 2016

El por qué de un título

La biografía que he escrito sobre el médico, periodista y poeta, Gaspar Fisac Orovio (1859-1937), se titula “Una lágrima es un beso”:
Muchos me han preguntado el por qué de tal título, y el motivo no es que la impresión que me causó uno de sus poemas titulado “Besos y lágrimas”. 
Fue leído el 30 de junio de 1886 en el Teatro Ayala de Daimiel (Ciudad Real) y hoy, como ayer, no puede uno dejar de estremecerse ante tan desgarrador poema:

Breve existencia gozó
aquél ángel de ternura;
era tan niña, tan pura,
que al trono de Dios voló.

Cual la violeta escondida
va su perfume exhalando,
así se le fue escapando
entre suspiros la vida.

Y tras de la azul esfera
buscó inocente, bendita,
una existencia infinita
de infinita primavera.

Mas ¡ay! que en eterno llanto
la pobre madre anegada
exclama triste, angustiada
en doloroso quebranto:

“¿Por qué, Dios mío, perdí
para siempre la hija mía?
¡Yo que tanto la quería!
¡Casi tanto como a ti!

¡Yo que en místico embeleso
cada vez que me miraba
con dulce amor le entregaba
toda el alma con un beso!

¡Yo que con loca ansiedad
la estaba siempre besando,
la he de estar ahora llorando
en perpetua soledad!”.

Tal exclama en su aflicción
la infeliz madre, sin ver
que todo beso ha de ser
lágrimas en conclusión:

Si el aura besa las flores
vierte llanto de rocío;
vierte lágrimas el río
si el prado murmura amores.

Si el mar a la costa amena
besa henchido de placer,
lágrimas deja correr
filtrándose entre la arena.

Si el arroyo juguetón
besa las piedras saltando,
lágrimas va salpicando
en revuelta confusión.

Si en la rama tembladora
o entre su follaje espeso
recibe del viento un beso
el sauce, lánguido llora.

Y en el azul firmamento
si las nubes se confunden
en solo un beso; difunden
lágrimas mil por el viento.

El beso que palpitar
se está sintiendo en la boca,
cuando el amor nos provoca
se suele en llanto trocar.

Aquél beso que al partir
damos al amante ser,
llanto nos hace verter
y se va en su llanto a ungir.

Y siempre que percibimos
la impresión que codiciamos,
es tan grata, que lloramos,
y llorando, sonreímos;

que aunque no vemos por dónde
va al placer la pena junta,
a donde un beso pregunta,
una lágrima responde.

Pues si un beso es la expresión
de un sentimiento infinito,
una lágrima es el grito
más grande del corazón.

Bien podemos afirmar
que el placer que un beso exhala,
forma la invisible escala
por do el llanto ha de bajar.

Por eso llora afligida
la triste madre sin calma,
que hasta los besos del alma
se lloran toda la vida.

Y es que infausta condición
nos acompaña al nacer,
pues todo beso ha de ser
lágrimas en conclusión.

viernes, 22 de enero de 2016

Hasta los niños se dan cuenta

(Escuchado en la radio) Una niña de nueve años, a la que no le gusta el fútbol, le ha dicho a su padre después de ver la “información” deportiva en televisión (y da igual qué cadena cite porque todas son iguales en este punto): “Papá, si el Atleti es líder por qué no hablan de él”.

Como veis, hasta una niña que no entiende ni le interesa el fútbol se da cuenta de cómo han transformado los espacios de “información deportiva” en espacios de “información del Real Madrid y el Barcelona”.

Para los periodistas que trabajan en televisión sólo hay dos equipos de fútbol, lo demás no les interesa. Si ayer se jugó un partido de fútbol de primera división, los “informativos” no hablarán de ello, sólo de los entrenamientos del Real Madrid y Barcelona” de cara a sus próximos partidos.

Y la prensa tampoco escapa a esta tendencia. En España no existen los diarios deportivos, sólo existen diarios del Real Madrid (Marca y As) y diarios del Barcelona (Mundo Deportivo, Sport y alguno más). En estos diarios hay que ir a la página 14 para encontrar alguna información de otros equipos, y de las 30 portadas de cada mes, 29 las ocupan noticias (reales o inventadas) relacionadas con el Real Madrid y Barcelona (esto es muy fácilmente comprobable acudiendo a la hemeroteca del último mes en la web de dichos diarios).

jueves, 21 de enero de 2016

Por tierras de Portugal y de España (y 3)

Dura aún en él, el pesimismo causado por Portugal. Así, al visitar Barcelona sólo habla de la vanidad de los barceloneses y de su orgullo egoísta.

Deja atrás Barcelona y se dirige hacia Guadalupe; y allí, aquél embriagador paisaje le alegra el corazón y le hace exclamar: “Entonaban el corazón de aquellas vastas verdes soledades tendidas al pie de la sierra. En la garganta de la Peña Amarilla cerníanse, trazando lentas espirales, dos águilas. Luego las mil vueltas y revueltas de la carretera, entre frondosidades de árboles; y al fin se nos abrió a la vista la mole ingente del monasterio, rodeado de su pueblo”.

Viaja después a Yuste, y siente nostalgia de la tierra gallega al ver la analogía que existe entre ambos paisajes. Su corazón, entonces, quiere abarcar en un intento a toda España. Recuerda aquél libro titulado “La gloria de Don Ramiro”, y hace un comentario sobre la obra, alegando que es un vivo reflejo del alma de la España del siglo XVI.

Llega después a Ávila, y nos cuenta la historia de la ciudad y de su paisaje a través de los tiempos. Luego nos escribe la belleza de la ciudad y de sus jardines, vista desde una muralla, diciendo: “Yo he contemplado con una cierta mezcla de arrobamiento y temor uno de esos jardines misteriosos y enjaulados, sumergidos en tenebroso y perfumado silencio”; y prosigue “he pasado horas enteras de adoración pura, horas de eternidad y de silencio, contemplando el suntuoso misterio de los astros”.

Para Unamuno nada hay más hermoso que las excursiones. Le gusta admirar la belleza de los paisajes, y se siente hermano de los árboles y de los pequeños animales que pueblan las regiones. Él es feliz contemplando: “Una carretera en que crece la hierba, que serpentea en revueltas al pie del macizo, todo sombra y todo silencio”. Regresa después a su tierra, y más tarde recorre su querida Galicia.

Le gusta conocer y admirar los monasterios, porque para él, la psicología de España se puede conocer a través de sus monasterios. De sus sitios geográficos dice: “Unos en el fondo de los valles, en fragosos desiertos otros, los más en las cumbres”. Le gusta subir a ellos, andando por la ladera, y nos dice de una de sus escaladas a un monasterio: “Subían densos nubarrones desde el valle, en tropel”.

Sigue su camino por Galicia, y se detiene en Begoña. Nos dice de esta ciudad: “En una blanda y riente loma, donde recoge todo el sol que se filtra por las nubes y las lloviznas o irradia en los claros, al pie de una cordillera pelada y suave”.

Hace después un pequeño estudio sobre la psicología y costumbres de las ciudades grandes y pequeñas. Dice que las grandes ciudades nivelan las clases sociales, realzando las medianías. Pero protesta también contra las reuniones d ela alta sociedad. Ama la sencillez y el poder ir por las calles viendo caras conocidas.

Sigue viajando por Galicia y dice de esta que: “Atrae a sus brazos y llama a reclinarse en reposo y a soñar en las haldas de sus montes”. A Unamuno le gusta Galicia y alaba su precioso campo femenino y la belleza de sus montañas angulosas, hoscas y berroqueñas; símbolo de su masculinidad. Esta es la dualidad de Galicia, de la que dice que “es una tierra habitable”.

Se traslada después a Gran canaria, y dice que: “Es un mesón colocado en una gran encrucijada de caminos de los grandes pueblos”. Nuevamente el paisaje que ofrece según él  una visión dantesca con sus “negras murallas de la gran caldera, con sus crestas que parecen almenadas”. Canarias es un pueblo que está empezando a nacer.

Visita después La Laguna, de Tenerife. País de ensueño, como una resurrección de la Atlántida que nos narró Platón. Hace después un comentario sobre la conquista de estas islas por los soldados castellanos.

Regresa después a la península y visita Trujillo. Para llegar hasta allí debe cruzar el Tajo; y al cruzarlo se queda reflexionando, y dice por fin que “el agua es, en efecto, la conciencia del paisaje”.

Y acaba el libro haciendo un resumen de uno de los principales mensajes del mismo. Lo titula “El sentimiento de la naturaleza” y nos dice sobre esta, para despedirse, que “hay que aprender a entenderla y a quererla”.

miércoles, 20 de enero de 2016

Por tierras de Portugal y de España (2)

Comienza el viaje en Portugal. Ya para empezar, nos da esta maravillosa imagen de Portugal, en la que dice: “Represéntaseme Portugal como una dulce y hermosa muchacha campesina que, de espaldas a Europa, sentada a orillas del mar, con los descalzos pies en el borde mismo donde la espuma de las gemebundas olas se los baña, los codos hincados en las rodillas y la cara entre las manos, mira cómo el sol se pone en las aguas infinitas. Porque para Portugal el sol no nace nunca: muere siempre en el mar que fue teatro de sus hazañas y cuna y sepulcro de sus glorias”.

Prosigue después con un lamento de ¿por qué esa falta de comprensión entre España y Portugal siendo hermanas? Es este en realidad un gran problema; que dos naciones geográficamente unidas estén tan dispares en sus ideales. Unamuno parece entonces defender a Portugal, y nos habla de los aspectos en que Portugal es superior a nuestra España. Destaca entre ellos la originalidad de la literatura portuguesa. Comienza por Eugenio de castro, y acaba con Teixeira de Pascoaes. El pueblo portugués, para él, tiene un doble aspecto: “Portugal campesino, resignado y sencillo. Portugal heroico y noble”.

A Unamuno le gusta mucho hablar con los amigos. Se encuentra entonces con Teixeira de Pascoaes, del que dice: “Encerrado en su torre de bruma y de silencio, es un corazón sonámbulo”. Hace con él algunas escapadas por los alrededores, y Teixeira le enseña a saber contemplar la belleza de todos los paisajes. Lee entonces Unamuno su libro “Las sombras”, y nos hace un completo estudio de dicha obra, destacando sobre todo que la exaltación del idealismo lleva a la naturaleza.

Después de esto, Unamuno quiere darnos a conocer algunos aspectos del estado político de Portugal. Acontece por esas fechas el asesinato del rey Don Carlos, al que se le achacaba la falta de amor a su pueblo. En el comentario sobre el suceso, quiere destacar Unamuno de una manera especial, la bravía de los mansos, como llama a los portugueses.

Comenzó Unamuno a decir todos los aspectos positivos de Portugal; no quiere sin embargo que se ignoren los negativos. No obstante, trata de dar una explicación lógica a estos aspectos negativos cuando alega que: “Esta enorme tristeza, este arraigado pesimismo, arranca de la falta de un elevado ideal colectivo”.

Pasa después al aspecto religioso de Portugal, y dice que “Las Luisiadas” de Camoens, apenas si son un vago reflejo de la vida religiosa y campesina portuguesa.

Miguel de Unamuno prosigue su viaje por tierras portuguesas, y se dirige a la bella ciudad de Espinho, a la que se está tragando el mar. Destaca la gran belleza de sus paisajes, cuando dice: “El campo y el mar verdes, como se abrazan y mezclan bajo el cielo azul, ofreciéndonos la más fiel imagen de este Portugal campesino y marinero que con los leños de sus bosques aró los más remotos océanos”; y nos cuenta la vida campesina y marinera de esta ciudad.

Se dirige después a Braga, y hace un recorrido por la ciudad, visitando los monumentos más bellos. Entre estos destaca “El Buen Jesús del Monte”, principal atracción turística de esta ciudad. Nos describe el misterioso encanto de sus paisajes diciendo: “Allí sus cascadas, su gruta con estalactitas y estalagmitas artísticamente colocadas como los cabellos de una doncella”.

Como dije al principio, para Unamuno ningún paisaje es feo; podrá parecérnoslo, pero al conocerlo mejor siempre acabará gustándonos. Esto le pasa al visitar el pueblo de Guarda: “Aquella ciudad que allá en lo alto, sobre la montaña, levanta sus torres contra el cielo”. Decide, pues, tan sólo por curiosidad, dirigirse allí y nos la describe por dentro diciendo: “Fría, ventosa, húmeda, fea, denegrida y fuerte, que vigila a España”. Pero hace trato con sus habitantes, y logra por fin, sacarle sus encantos.

Su última visita es para la capital y el monasterio de Alcobaça. En Lisboa visita el monumento a Eça Queiroz, y critica su fatídica doctrina en la que dice que “la felicidad está en un egoísmo inteligente”; y dice también para despedirse, unas palabras tristes y desconsoladoras, pero crudamente reales; estas palabras son: “Pese a lo que pueda parecer, Portugal es un pueblo triste, y lo es hasta cuando sonríe”.
(Continuará)

martes, 19 de enero de 2016

Por tierras de Portugal y de España (1)

El libro “Por tierras de Portugal y de España”, de Miguel de Unamuno, es un recorrido por los lugares más significativos de las dos patrias hermanas. En este viaje nos quiere dar a conocer que para amar una patria hay que conocerla, y no guiarse por lo que digan los periódicos. Nos enseña también a observar la belleza de todos los paisajes de los que dice que son alegres o tristes, pero nunca feos. Fomenta, pues, este amor ala naturaleza y a la patria; ese amor que se despierta siempre en nosotros al conocerla mejor.

Unamuno no quiere dejar en este libro, la literatura en un rincón. Así, pues, nos hace un comentario de las obras más importantes que reflejan el carácter de la región que visita; todo ello tratado y compaginado a la perfección.

(Continuará)

miércoles, 13 de enero de 2016

Biografía de Gaspar Fisac Orovio (1859-1937)

Gaspar Fisac Orovio (1859-1937). Esta biografía recoge, por primera vez, su triple faceta de médico, periodista y poeta. Como médico destacó por sus descubrimientos sobre la tuberculosis, como periodista por su contribución y dirección del diario “El Eco de Daimiel”, y como poeta por sus excelentes y hasta hoy desconocidas composiciones. Sin embargo, y por encima de todo, fue un ser humano excepcional y entrañable, querido por sus pacientes y por cuantos tuvieron la oportunidad de conocerle.

“Una lágrima es un beso” (biografía de Gaspar Fisac Orovio, 1859-1937, médico, periodista y poeta.
Autor: Vicente Fisac
266 páginas

domingo, 10 de enero de 2016

El mundo no es así

Es muy difícil para el ser humano tener conciencia  exacta de la verdadera naturaleza del mundo físico que nos rodea. Lo que tenemos de él no son otra cosa que imágenes mentales que nos hemos forjado en base a lo que erróneamente nos han ido dictando nuestros sentidos y creemos que el mundo es como lo vemos, tocamos, olemos…

Sin embargo son muchas las pruebas (y de ello hemos hablado varias veces en este blog) que demuestran cómo nos engañan los sentidos. Hemos dado ejemplos en estas páginas de las ilusiones ópticas que nos engañan, de las equivocadas percepciones táctiles, de cómo nos engaña el gusto, el olfato e incluso el oído (sí, también tenemos ilusiones erróneas auditivas).

Cuando contemplas un jardín lleno de flores de los más diversos colores, deberías saber que tales colores no existen, son invenciones de tu mente; lo único que hay es una amplia gama de frecuencias electromagnéticas que nuestro cerebro interpreta como colores.


"No son coincidencias". Eso que tú llamas coincidencias o casualidades son algo muy diferente...
Disponible en Amazon, en ediciones digital e impresa:

lunes, 4 de enero de 2016

A fin de curso (y 2)

Y esta fue la respuesta que le envió su padre:

Teruel 12. Hijo querido:
Tu carta recibí ya
y mucho me ha sorprendido;
la verdad.
El suspenso que te han dado
cierto que ha sido un mal lance
del cual estoy trastornado...
Vamos, que me ha impresionado
tu percance.
Pero lo que yo no admito
es que quieras engañarme,
porque, lo digo y repito,
yo no tengo de bendito,
ni un adarme.
Y dudo mucho que puedas
darme un mico, Saturnino,
que aunque tú eres muy endino
yo no comulgo con ruedas
de molino.
Con que ¡fuera tonterías!
No me vengas con folías...
Si te han dado mala nota
será porque no sabías
ni una jota.
¿Qué maldices tu suerte?
¿Qué casi te has suicidado?
Sería cosa de verte...
Anda, hombre, date la muerte
sin cuidado.
Cuando esta recibas, sales,
coges un par de puñales,
y mátate en un segundo,
que ¡para lo que tú vales
en el mundo!
Hombre, lo que me ha hecho gracia
es tu post-data sabrosa.
¡Dinero! ¡Cosa horrorosa!
¿Quién se acuerda en su desgracia
de tal cosa?
Y me dices muy formal
que estás de fondo muy mal
y que ponga yo el remedio.
Pues yo no te envío un real,
no, ni medio.
Y además, hermoso, quiero
que a Teruel vengas, porque
quiero hacerte... alpargatero;
y si no tienes dinero
vente a pie.
Un capital me has gastado
pero ¡hasta aquí hemos llegado!
Lo dicho, desde mañana
puedes decir que has colgado
la sotana.
Este es, aunque no te cuadre,
mi plan, mi sencillo plan.
Expresiones de tu madre,
y hasta la vista. Tu padre.
Sebastián.


domingo, 3 de enero de 2016

A fin de curso (1)

Para comenzar el año con una sonrisa poética, quiero compartir con todos vosotros esta carta que un hijo, Saturnino, dirigió a su padre en el año 1886. Y mañana publicaré la respuesta que le dio su padre, Sebastián.
Como no quiero más honores que los de mi buena suerte al encontrar estos magníficos versos en el fondo de la Hemeroteca, debo dar el nombre de su autor, un tal Luis Royo Villanova, quien 130 años después, ha conseguido el milagro, otra vez, de mantener viva la sonrisa.
  
Documento bien extraño.
Carta en que pinta su daño
y su rabia y su despecho,
un alumno de cuarto año
de Derecho.

Es Zaragoza y 8 del mes de junio.
Mi querido papá:
Rendido y agobiado de infortunio
mi corazón está.
Tengo ya unas ojeras que dan miedo;
y, con este dolor que a mi alma abruma,
yo no se cómo puedo
ni sostener la pluma.
Sin dormir ni un minuto
he pasado seguida una semana;
estudiando en los libros como un bruto
tarde, noche y mañana.
Y cuando yo pensaba
que iba a sacar “Notable” por lo menos,
y cuando yo, infeliz, me figuraba
que era mi profesor de aquellos buenos
que hacen justicia y que, por consiguiente,
siempre me dan a mi “Sobrealiente”,
me he llevado el petardo más gigante
que se puede llevar un estudiante.
Cada vez que lo pienso
no sé lo que me pasa.
¡Si me han dado un “Suspenso”
más grande que una casa!
Si viera usted, papá, lo que lloraba
al ver mi remalísima fortuna...
Y es que de tres clases que llevaba
he salido suspenso solo en una
(verdad es que en las demás, este es el día
que no me he presentado todavía).
Pero el caso es que estoy desesperado
y que estoy medio loco
y que, papá, si no me he suicidado
le ha faltado muy poco;
porque si no me agarran con presteza
de aquí, del pantalón,
me arrojo de cabeza
desde la barandilla de un balcón.
Pero esto así no queda, vaya, vaya,
de ninguna manera, lo aseguro;
porque esto, padre, pasa de la raya
y de castaño oscuro.
Lo que conmigo han hecho
ha sido una injusticia, sí señor;
suspenderme en Derecho,
¡donde iba yo mejor...!
Esto son ganas,ya , de fastidiarme,
y esos señores ¿qué?
¿creen que voy a aguantarme?
Pues no me aguantaré...
Y es que se creen, papá, que estoy en Babia
y el tonto de la clase me hacen ser...
No sé por qué me tienen una rabia
que no me pueden ver.
Yo les aguanto mucho, pero tanto
vamos, que no lo aguanto,
y pues que quieren ¡sea!
¡fuera ya el disimulo!
al primer catedrático que vea
lo cojo y lo estrangulo;
que ya me importa un pito,
lo digo y lo repito,
de toda la carrera
entera y verdadera.

A un chico como yo, tan aplicado,
a un chico como yo, tan estudioso,
¡no darle ni siquiera un aprobado!
padre, eso es horroroso.
Y en este mismo instante
salgo, cojo el sombrero,
y me encamino a paso de gigante
a la calle del Pez, 20, 3º
donde vive lo mismo que un señor
mi “querido y amado” profesor;
y allí le pediré satisfacciones
de la mala partida que me han hecho,
y como sus razones
no me dejen del todo satisfecho,
la emprendo a puñetazos
hasta que ya no pueda con los brazos;
y después de ponerlo como un higo
saldré de aquella casa,
me iré enseguida en busca de un amigo
que sabe lo que pasa
(y a quien también, no sé por qué locuras,
lo han suspendido en dos asignaturas)
nos unimos y luego,
sin perder un minuto,
les prenderemos fuego
a la Universidad y al Instituto.
Y ¡vaya si lo haremos!
Nada que me enfurezcan y veremos...

Con que adiós, papá mío,
que se cuide usted mucho,
y muchas expresiones a mi tío
y a mi primo y al chucho.
Todo lo que usted quiera a mi mamá,
ruegue usted a Dios que cambie mi destino,
y sabe cuanto le ama, buen papá,
su hijo que le adora. Saturnino.

Post data: Mándame cincuenta duros,
pues, con estos exámenes,
he tenido, papá, muchos apuros,
y he tenido vejámenes;
vejámenes y apuros que me han
obligado a coger mi buen gabán,
y un par de tenedores y un anillo,
y un reloj de bolsillo,
y una silla de paja,
y un sombrero de copa con su caja,
y un pantalón rayado...
y así, como entre sueños,
todo me lo he llevado
a la casa de empeños.
Necesito mil reales,
mándamelos justitos y cabales. 

viernes, 1 de enero de 2016

Nadie sabe que te escribo

Nadie sabe que te escribo
y nadie sabe quién eres,
pero estamos siempre juntos
ante los ojos inertes
del mundo que nos rodea,
pero ellos son materia
y no pueden percibir
la vida interna que brota
y se esparce como el viento,
palpitando entre susurros
de un amor que vive dentro
y se expresa en unos versos
como estos que te escribo,
porque en el fondo tú eres
la expresión de mis sentidos,
la que siempre me acompaña,
quien escucha mis gemidos,
la que ríe a carcajadas
con mis muchos desvaríos,
la que duerme entre mis brazos
y siente calor, y frío
al despertarse temprano
ante un nuevo desafío,
la que colma mi pasión
y me sienta la cabeza,
porque quiere que yo encuentre,
por mí mismo,
mi destino en esta tierra.