viernes, 28 de septiembre de 2018

Lamento de un pozo seco


El poeta no se hace; el poeta nace. Y cuando yo apenas contaba con 13 o 14 años ya era capaz de escribir poemas como este que –por cierto- se publicó en la revista que por aquel entonces editaba el colegio de los Escolapios (Escuelas Pías de San Fernando, en la calle Donoso Cortés, de Madrid), mientras mi profesor de Literatura, Eloy Rada, se sorprendía (y me guiaba en sus ratos libres) con mis primeras incursiones en el mundo de la poesía, un mundo –todo hay que decirlo- que me acompañado a lo largo de mi vida y ha conseguido que la vida sea más plena para mi.



LAMENTO DE UN POZO SECO

“¡Ay infeliz de mí!” decía
un viejo y derruido pozo,
con muros de dura arcilla
y polvo en su negro fondo.

“Un siglo de vida tengo,
y un año sin poder ver
una gota de agua o cieno
y temo el morir de sed.

Llevo un año sin beber.
Pido un milagro del cielo;
e imploro a Dios el tener
algún milagro pequeño.

Si no bebo moriré,
y alzo a Dios mi pobre ruego
de poder calmar la sed
al pastor o al misionero.

Quiero agua cristalina
con la que llenar mi seno.
Pido a la Virgen María
aquél milagro pequeño.

Los pastores me rechazan
por ver mi muro tan seco,
y el buen misionero exclama:
¡Lluvia para este desierto!”

Pasan días muy amargos
en el desierto infernal,
y esperando aquél milagro
rezó y se puso a llorar.

Mas el tanto estar gimiendo
poco tiempo ha de durar;
pues la Reina de los Cielos
a este mundo ha de bajar.

Aquél día no amanece
y un rayo de sol se filtra
en un cielo que entristece
para anunciar este día.

Un rayo de fuego quiebra
este su muro tan seco,
y el aire envuelve una niebla
que lluvia está presintiendo.

El cielo gris se desgarra
en descomunal estruendo,
y su faz ve la esperanza
de aquél milagro pequeño.

El granizo está rompiendo
las cercas de los rebaños
y todos gritan: “¿Qué es esto,
un castigo o un milagro?”

Los secos muros del pozo
con la lluvia se humedecen
y la lluvia barre el polvo
y su interior se estremece.

Una gran alegría invade
el cansado corazón
de aquél pobre pozo que hace
penitencia y oración.

La penitencia se acaba
y la dicha comenzó,
pues la oración alcanzaba
el fruto que deseó.

No lejos de allí un pantano
ve agitarse su agua clara,
y una brecha está esperando
que por allí pase el agua.

El agua se va filtrando
entre capas impermeables
que han de estar alimentando
y dando jugo a su carne.

La gran brecha de agua clara
aquél pozo sustentó,
y en hermosa y fértil granja
el terreno convirtió.

La gente reza a su lado
en aquél lugar de ensueño.
¡Aquello fue un gran milagro,
no fue un milagro pequeño!

jueves, 27 de septiembre de 2018

Canto al Guadiana



Hoy voy a rendir homenaje a un poeta de 14 años, pues esa era la edad que yo tenía cuando escribí este “Canto al Guadiana”, ese río que abrió los ojos cuando se acercó a Daimiel y regó mi temprana inspiración:

CANTO AL GUADIANA

Río extenso de La Mancha
que caminas por su seno,
¿cómo es que nadie te admira
siendo el corazón entero?

En la tierra de molinos
eres el aspa del suelo,
vas regando los trigales
reflejándose en ti el cielo.

Todos los ríos te envidian
por tu esbeltez y belleza.
Nadie sabe agradecer
lo que tú haces a esta tierra.

Tú Guadiana te preguntas:
¿Cómo es que nadie te llama?
¿Cómo es que nadie te quiere
y por qué te dan la espalda?

Nadie de ti se preocupa,
nadie a saludarte baja,
y tú pasas tristemente
creyendo que nadie te ama.

¡Oh, Guadiana! ¡Oh, Guadiana!
Ya nadie está en tus orillas,
sino solo los recuerdos
que tú acoges con sonrisas.

Tienes algo que te atrae,
tal vez tus juncos verdosos,
quizá el cauce subterráneo
o tus grandes, bellos, ojos.

Lento y sigiloso corres
con esas aguas tan claras
que van limpiando estas tierras,
y te llamamos: Guadiana.

miércoles, 26 de septiembre de 2018

Realidad, sueños y anhelos


En la actual edición he rescatado una novela escrita –la mayor parte de ella- entre los años 1967 y 1968 cuando contaba entre 18 y 20 años de edad, aunque le di forma definitiva en 1972. Se trata de una serie de relatos breves, inconexos, pero que mantienen en común la temática y el protagonista: un joven en busca del amor. Hay en esos relatos algo de realidad, algo de sueños y algo de anhelos, mezclado todo en heterogéneas proporciones; de ahí el subtítulo “Realidad, sueños y anhelos” que subyace a este “Puzzle” de sentimientos.


La edición se completa con un ejercicio de diálogos entre el autor y su musa, escritos en esa misma época y que explican un poco la realidad de los sueños reflejados en la novela.

A la hora de prologar este libro y vienen a mi imaginación las palabras de Vignati, “el prólogo es tiempo muerto”. Por ello me abstendré de hacer inútiles presentaciones e introducciones como relleno obligado en una obra literaria, limitándome a ofrecer una visión global que aporte las claves necesarias para su comprensión total.

El título “Puzzle” adquiere aquí un gran significado. Esta palabra inglesa que podríamos traducir al español como “Rompecabezas” es en síntesis la esencia que se respira a lo largo de su lectura.

Hay dos elementos comunes: el protagonista y el amor. A través de historias aparentemente sin más nexo de unión que los dos citados anteriormente, el protagonista va buscando el amor.
Persona algo diferente al tipo medio de cualquier país, sobresale por la riqueza de su mundo interior, tan grande –como reconoce- que en más de una ocasión le supone un obstáculo. Para él toda la espiritualidad de la vida solo tiene un objetivo: hacer feliz a una mujer, y sólo cuando lo consigue puede él también sentirse feliz. Así logra extraer de la materia toda su espiritualidad y en cada ocasión, el contacto físico del amor le transporta al mundo espiritual que satisface su ansia de plenitud y perfección.

Lo primero que escribí fue “Rojo sobre negro”, cuando contaba 18 años de edad. Después, de tiempo en tiempo, fui escribiendo otros relatos: “Hoy no he soñado contigo” y “El ultrasentido”, entre los primeros; “Amor de centros”, “Me lo han dicho tus rodillas”, “Pesadilla”, “En la cabaña” y “En el país del amor”, más adelante; y finalmente “Contrarreloj”, “La noche infiel” y “Eu estou apaixonado pour voce”.

A la edad de 23 años revisé todo este material suelto y desordenado. Me di cuenta de que aquello era un puzzle donde había cosas reales, cosas soñadas y cosas deseadas (de ahí el subtítulo “Realidad, sueños y anhelos”). Sin embargo existía una unidad de fondo temático y es por ello que decidí ordenarlos en forma de libro, añadiendo para una mejor comprensión el prólogo y un epílogo, y unificando el nombre del protagonista que no siempre había sido el mismo.

En cada uno de los capítulos existe algo de realidad, de acontecimientos que efectivamente sucedieron, de personajes que existieron (con los nombres cambiados para preservar su intimidad), de frases pronunciadas, etc.; existe algo de sueños que efectivamente tuve y después –tan pronto como desperté- los trasladé al papel; y finalmente existe algo de anhelos, de deseos que –al escribirlos- conseguía acercarlos más a la realidad. Lo que sería prácticamente imposible es determinar matemáticamente el porcentaje que de cada concepto se incluye en cada capítulo; además, en cada capítulos dichos porcentajes son diferentes,

Tal vez todos deberíamos mirar más allá, detrás de estos relatos, de estas situaciones, en donde late la esencia mística de Dios, pero de un Dios distinto para el protagonista que se siente integrado en su cuerpo cuando consigue ahogar en el amor la materia de la carne y puede entonces liberar toda la energía de sus átomos; amar –como si dijésemos- con su cuerpo astral.

Realidad, sueños y anhelos. De todo hay en su (completamente irregular y fuera del tiempo) camino, y la confusión aparente de cada capítulo se va deshaciendo impalpablemente según avanza el relato. Al final, el protagonista se encontrará desnudo, nacido de nuevo en el mismo mundo del que un día huyó. Sin embargo, ahora contará con la experiencia de su lucha sin tregua por vencer la confusión de su mente y dispuesto a comenzar de nuevo. Sólo la realidad, cuando logró vencer lo imposible de sus sueños y el sueño de sus anhelos.

“Puzzle” (realidad, sueños y anhelos)
116 páginas. Tamaño 15x21 cms.


martes, 25 de septiembre de 2018

El primer amor...


En realidad este libro titulado “Villa Fantasía” no está destinado al público sino sólo a los dos protagonistas de la historia. Se trata de una versión real de la clásica historia de Romeo y Julieta, sólo que en esta ocasión el obstáculo para su amor no fue la diferencia de clases, ni el dinero, ni las rencillas familiares... sino algo tan simple como la edad: doce años ella, dieciséis años él.

Para que nadie se lleve a engaño, quede constancia que el autor escribió este libro cuando contaba esa misma edad, haciendo pues una juvenil crónica (en prosa y en verso) de aquellos acontecimientos... y sentimientos.

El libro “Villa Fantasía” está incluido en:

“Los primeros pasos de un escritor”: https://amzn.to/2OCXtzc



lunes, 24 de septiembre de 2018

Un viaje iniciático a Islandia


En “La luz horizontal” se narra el viaje del protagonista, con su familia, a la lejana Islandia, un país que siempre había ocupado un lugar destacado en el mundo de sus sueños y que por fin se hacía realidad. Pero además, este viaje no iba a ser como el del clásico turista (tipo rebaño) sino que iban a tener como guías especiales a una pareja islandesa e iban a poder conocer de primera mano cómo era la vida de los islandeses.

Las diferencias culturales y geográficas entre estas dos culturas, en un entorno no exento de humor, se van poniendo de manifiesto a lo largo de esta novela, haciéndonos reflexionar sobre aquello que es realmente importante en la vida.
Tras el viaje se produce la explosión del volcán Eyjafjallajokull (un paraje que habían visitado) y una crisis económica nunca vista sacude los cimientos de esta sociedad. Un anexo de artículos y comentarios sobre estos acontecimientos posteriores nos amplían la visión sobre Islandia y su poder de recuperación.

Pero todo viaje de aventura que se precie necesita de unos personajes a la altura de las circunstancias y esos personajes deben tener unos nombres de batalla que los identifiquen y distingan para la posteridad.

Nuestro protagonista, al que con frecuencia llamaban “Tin” comenzó así el viaje. Sin embargo nada más llegar, su amigo islandés, Daniel, le cambió el nombre cuando –al ver cómo sus cuatro pelos se levantaban por el constante viento- le dijo: “Tienes pelos de susto”. Aquello les hizo tanta gracia que desde entonces “Tin” se convirtió en “Pelos de susto” y así será como lo llamemos a partir de ahora. Si este nombre puede ser apropiado en cualquier lugar –porque cada vez que hace viento se le levantan los cuatro pelos- en Islandia es más apropiado que en ningún otro sitio, porque allí el viento siempre está presente.

Para su mujer se buscó un nombre que guardase también algo de relación con Islandia, un país identificado con la caza de ballenas, y precisamente el bañador que usaba ella era de color negro como las ballenas, y aunque la báscula no reflejase las toneladas de peso de cualquier cetáceo que se precie, sí que era la menos delgada de la familia. Para darle más énfasis, más rotundidad, se unió esta idea con la saga “Terminator” por lo que la mujer de “Pelos de susto” pasó a llamarse “Ballenator”.

Después llegó el turno a la hija mayor y se buscó algo que la caracterizase. Su pelo tenía una tendencia natural a rizarse y pasaba horas y horas planchándolo para alisarlo; sin embargo bastaba una sola gota de agua o humedad para que ese pelo alisado se convirtiese de repente en una melena ensortijada; con la humedad sufría una mutación instantánea como si de un Gremlin se tratara. Cuando esto sucedía, les recordaba la melena de Mufasa, el Rey León; y claro, en Islandia donde la lluvia y la humedad son constantes, el “efecto Mufasa” iba a ser determinante; por ello decidieron ponerle de nombre “Mufi”, el diminutivo de Mufasa.

Finalmente llegó el turno a la hija pequeña, a la que tampoco costó mucho trabajo dar con un nombre de guerra para la aventura. Era habitual encontrarla en el salón viendo la televisión y entre sus manos un enorme bol con cualquier cosa comestible que hiciese un sonido de “crunch” al morder. Parecía un roedor como, por ejemplo, una marmota mordisqueando (nunca se metía una pieza de snack completa en la boca, por muy pequeña que fuese esa pieza; siempre la tenía que morder y partir en trocitos más pequeños). De ahí que espontáneamente surgiese la frase: “ya está marmoteando”. Como no podía ser de otra forma, su nombre para esta aventura fue el de “Marmota”.

Con los nombres de guerra elegidos, ya sólo quedaba comenzar la aventura en ese país lejano en donde todo es diferente, hasta la luz, una luz horizontal que permanece siempre fija en el horizonte.

“La luz horizontal”
124 páginas. Tamaño 15x21 cms.


domingo, 23 de septiembre de 2018

Libros que dejan huella


En este enlace de mi blog "La luz horizontal" comento cómo los países nórdicos llamaron mi atención desde mi más temprana juventud y cómo me hicieron ver que estos países nos ganaban por goleada en cuanto a nivel de vida, educación, tolerancia y respeto:
https://laluzhorizontal.blogspot.com/2018/09/mis-primeros-libros.html

sábado, 22 de septiembre de 2018

En la botica seas santo

Para terminar esta recolección de poemas de Gaspar Fisac Clemente, incluimos este que -aunque no fue escrito por él- sí que fue dedicado a él por su hermana Mercedes Fisac Clemente con la dedicatoria “A mi querido Gasparito”. Lo comenzó a escribir en 1933 y, por unas cosas y otras, no lo terminó hasta un año más tarde.

I

Hace poco más de un año
que tenía en la cabeza
unos versos preparados,
para que en “Vida Manchega”
hubieran sido insertados,
dándote la enhorabuena
por haber inaugurado
en Daimiel esa botica
y ejercer de boticario.
Una alegre circunstancia
me privó de este regalo:
Nació entonces Matildita...
y tus versos... se marcharon;
quise y no pude traerlos
a mis pensamientos varios
(los de la niña venían
entonces todo a ocuparlo).
A la par quise escribirlos.
A la vez quise dictarlos.
Empecé por los de aquella...
y ya los tuyos... ¡volaron!
El metro ya no venía,
el tiempo se fue pasando.
Yo quedé con el deseo.
¡Los versos... sin principiarlos!

II

Y ahora acude a mi mente
aquél recuerdo tan grato
de la noche en que naciste
y te contemplé tan guapo,
- liadito en la toquilla
que yo le compré a los Carlos
en la tarde de aquél día –
(toquilla que ya ha gastado
nuestra sobrina Conchita
y Matilde ha terminado).
Hoy que pienso que mañana
vas a cumplir treinta años,
y yo que te llevo quince
y eres mi pequeño hermano,
como la pluma que corre
o casi vuela en mis manos,
para enviarte en mi carta
mi más efusivo abrazo,
y contarte, Gasparito,
lo que pasó este verano.

III

Iba yo después de Misa,
una mañana temprano
(si temprano es a las ocho
en el tiempo de verano)
y al ir de una calle a otra
y por la plaza cruzando,
te vi con tu bata blanca
en la botica ocupado
en despachar las recetas
y en trajinar con los frascos.
Pensé en la pasada infancia
y en el presente, pensando...
“¿Pero es posible –me dije-
que este niño esté criado?
¡Si hace nada que eras chico
y terminabas el grado!
¡Ay si lo viera mi abuela
que siempre estaba esperando
el remedio a su reuma
cuando él fuere boticario!”
Y aquí tuve otro recuerdo...
más sentido y más amargo...
(si lo sabes, Gasparito,
¿para qué voy a nombrarlo?
¡Haz obras buenas por ella,
que en el cielo está gozando!).

IV

Refiriéndome a los versos,
que pensé el año pasado,
recuerdo bien el motivo:
tu cargo de boticario.
Era el decirte que fueras
caritativo... y simpático,
lo primero Dios lo manda,
lo segundo pide el cargo.
Siempre que des medicinas
alienta también los ánimos,
que a veces la fe en tomarlas
suele al enfermo curarlo.
Siempre buenas medicinas,
siempre palabras de agrado,
y caricias a los niños
y... dispensas en el pago...
(menos al Ayuntamiento,
que es el que siempre da el palo).
Además, ¡hay tantas cosas,
tantos esfuerzos privados
que pueden en las farmacias
llevarte hasta ser un santo...!
¡Cuidado con los compuestos!
¡Ojo siempre con los gramos!
¡Fuera lo que dañe el alma!
¡“Mens sana in corpore sano”!

V

Ya termino, Gasparito,
¡que Dios te de muchos años
de vida próspera y larga
en un hogar saturado
de cariño y de alegría...
dentro... dentro de este año!
(Ya eres hombre casadero
y te honra tu trabajo)
Que... si dejaste tu casa
y otro hogar has encontrado,
con el amor de familia
en mi tías concentrado,
hora es también de que formes
con un ideal cristiano,
otro hogar por Dios bendito
y a su gloria dedicado.
Esto a Dios pido, hijo mío,
al cumplir 31 años,
para que en el matrimonio
y en la botica... seas santo.

viernes, 21 de septiembre de 2018

Amor o caradura

Con esta cara tan dura
y esta figurilla rara,
me enamoré con locura
sin recordar mi figura
ni reparar en mi cara.

Y me fui yo a enamorar
de una mujer singular,
bonita, como una flor,
tirana, como el dolor
y atrayente como el mar.

Pero es lo grave del caso…
que era rica, con exceso,
mientras que yo andaba escaso
y abordarla sin ser “Creso”
resultaba un error “craso”.

Pues mi intención era honrada…
más como el diablo la enreda
podría pensar mi amada
que más que por su “monada”
iba yo, por su “moneda”.

Y vamos, me mortifica
que el orgullo de una rica
en tal sospecha se obceque,
pues para mí no hay un “cheque”
que valga lo que una “chica”.

Y dije ante estas razones,
Gaspar, coge tus cadenas
y rompe sus eslabones,
pues no es amor lo que “penas”
si es ausencia lo que “pones”.

Y al día siguiente huí
para despertar así
de aquel amor que soñé,
pues yo a la mujer “amé”,
más no la mujer “a mí”.

Y me propuse olvidar
a la mujer singular,
bonita, como una flor,
tirana, como el dolor
y atrayente como el mar,
a la que amé con locura,
sin recordar mi figura
ni reparar en mi cara,
con esta cara tan dura
y esta figurilla rara.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

jueves, 20 de septiembre de 2018

¡Son los días de Pascual!

Hoy me anuncia el corazón
que algo extraordinario pasa
pues a las diez menos cuarto
ya no puedo estar en casa.

Me visto algo preocupado
salgo a la calle, y la gente
en los estancos se agolpa
haciendo cola impaciente.

Con el afán de enterarme
le pregunto a un buen señor
¿hay escasez de tabaco?
e indignado respondió:

Venimos a comprar todos
una preciosa postal
¿no sabe qué día es hoy?
¡Son los días de Pascual!

¿Y qué Pascual hay que tenga
los amigos a millares
y se dedique al sport
de contraer amistades?

Ahora me explico por qué
tengo esta preocupación.
Después de clase iré a verlo
primero es la obligación.

¡Cuál no sería mi asombro,
al ver que en la Facultad
habían puesto en el balcón
la Bandera Nacional!

Y al preguntar si había clase
a todos oigo exclamar
¿No sabe qué día es hoy?
¡Son los días de Pascual!

Esto no tiene importancia
porque a nadie extrañará
que del Rector al portero
los vuelva locos Pascual.

Lo que sí es emocionante
es que la nación entera
lo festeje; y lleve gala
hasta Primo de Rivera.

Y en Palacio haya un banquete
y luego haya recepción
y las Infantas se alteren
y les lata el corazón.

Y hasta el Rey dice a las damas
de la alta sociedad
¡Hoy es un día grande, chicas!
¡Son los días de Pascual!

Doña Brígida y su esposo
no saben cómo atenderlo
al ver que viene la gente
hasta de Méjico a verlo.

Pero lo que es más notable
es ver la gente del pueblo;
pues viene a felicitarle
todo Fernán Caballero.

Y cogidos de la mano
van recorriendo las calles
y ahora la gente les dice
en vez de “isidros” “pascuales”.

Ángel, Luis, Paco y Miguel
atienden a las visitas
y hasta han ido a saludarle
sus vecinas “las luisitas”.

Y en Carabanchel hay chicas
que cuelgan en su balcón
un letrerito que dice
“¡viva mi Pascual Bailón!”

Y hay también otra persona
que aunque no esté aquí en Madrid
su pensamiento sí está,
pues lo tiene puesto en ti,

que al saber  el día que es hoy
no cesa de suspirar
¡Hoy me acuerdo mucho de él!
¡Son los días de Pascual!

Yo no sé si algo exagero,
no sé si todo es verdad;
lo que sé es que todo esto
te lo mereces, Pascual.

Deseo que se conviertan
tus sueños en realidad
y que este verano tengas
otra más con quien soñar;

que termines tu carrera
y te cases muy prontito
y que nunca se separe
de ti, tu hermano Agapito.

Y esto que te digo hoy
te lo diré muchos más.
Para mí todos los días
Son los días de Pascual.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)
Nota.- Dedicado a su amigo y compañero de pensión en Madrid, Pascual Crespo, natural de Fernán Caballero (Ciudad Real), en el día de San Pascual Bailón,  17 de mayo de 1926. Doña Brígida era la dueña de la pensión. Ese año hacía el primer curso de Farmacia. El poema hace alusión también a que, justo ese día, era el cumpleaños de una de las Infantas. 

miércoles, 19 de septiembre de 2018

Juan Sánchez López

Mi buen amigo Juanito:
No me explico tu mutismo;
yo pensé que para ti
seguiría siendo el mismo.

¿Pero es que ya no te acuerdas
quién es tu amigo Fisac?
¿Es posible que tan pronto
lo hayas podido olvidar?

El que te creyó de Huesca
cuando me hablaste en el Regio;
el que fue tu confidente
más dilecto en el Colegio;

el que al darte aquél consejo
que tú tomaste por norma
te ayudaba a resolver
aquel “pleito de las hormas”;

el que te invitó a cerveza
a café y patatas fritas;
el que te hizo confesar
con un Padre Jesuita;

el que te pagó el tranvía,
el que te llevó a los toros
el que se comió contigo
una docena de polos.

Al que obsequiaste en tu cuarto
con “pitisuis” y milhojas
mientras tenías la cara
llena de jabón “La Toja”.

Al que dijiste en Ben Hur
“llegar tarde me disgusta”,
y te libró en el Colegio
de un palizón de Galzusta.

Por el que supiste tú
que tu amiga Carmencita
decía: “¿usté es Sánchez López?”
…y otras cosas muy bonitas.

El amigo que no cambia
y el que ahora ve “explicao”
que el mundo diga “este no es
mi Juan, que me lo han “cambiao”.

Y con estas dilaciones
dejo lo más importante,
el motivo de esta carta
que es el de felicitarte.

Que tengas muchos pasteles,
que tengas muchas postales,
que tengas muchas pistolas,
y muchas felicidades.

Que ese simpático pueblo
(que es cabeza de partido),
como a un hijo predilecto
te admire reconocido.

Y que todas las muchachas
de los seis mil habitantes,
estén locas por Don Juan,
…por Don Juan el estudiante.

No quiero cansarte más,
ni quiero amargarte el día
con tantas extravagancias
y con tanta tontería.

No dejes de contestarme,
porque me voy a enfadar
y entonces ya no seré
nunca tu amigo Gaspar.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

Nota.- Dedicado a  Juan Sánchez López amigo y compañero de Colegio Mayor en Granada, en donde estudió casi toda la carrera de Farmacia (excepto el primer año, que lo había estudiado en Madrid).

martes, 18 de septiembre de 2018

A mi primera nieta

Nota alegre y cadenciosa
canción de un viejo poeta
luz de mis hijos hermosa
el capullo de una rosa
eso es mi primera nieta.

Con sus ojitos de cielo
mi primer nieta, un modelo
de angelical hermosura
que hace feliz a su abuelo.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986) (Noviembre 1979)

lunes, 17 de septiembre de 2018

A mi querida abuela en sus días

Como sé que te gustan
las poesías
te dedico estos versos
por ser tus días;
que aunque no estén bien hechos 
son de tu agrado
por el gusto y cariño
con que los hago.
¿Verdad abuelita
que a ti te gustan más
que a Ramoncita?

Cuando tenga botica
bien preparada
inventaré con gusto
una pomada,
que servirá lo mismo
para rodillas
que, para que funcionen
las trompetillas.

Te darás pisto
y dirás ¡uy que nieto
tengo más listo!

Muchas felicidades
por muchos años
tus nietos y tus hijos
te deseamos.

Todo en ti es simpatía
gracia y bondad;
cada día que pasa
te quiero más;
pues no hay quien pueda
compararse contigo
querida abuela.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

domingo, 16 de septiembre de 2018

A Isabel, en el venturoso natalicio

Santa Jovita, es día
tan señalado
como San Valentín
de enamorados.

Un año más que pasa
como soñado,
dando gracias a Dios
por lo alcanzado.

Tu marido ese día
te ha regalado
una lupa que aumente
lo que has logrado.

Goza ya, con tus hijos
y con tus nietos,
la alegría de verlos
siempre contentos;
uniéndolo al cariño
que por ti siento
lo mismo que una lupa
“que va en aumento”.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986) (15 febrero 1984)

sábado, 15 de septiembre de 2018

A Vicentito

En Torrevieja Vicente,
se hace un marino excelente.

Al niño le dio la vena
de marcharse a Cartagena.

Y pilotando un velero,
cruza los mares ligero.

Al llegar es aclamado,
y él saluda emocionado.

Y ya después de almorzar,
ha pensado en regresar.

Pero un terrible huracán,
lo deja solo en el mar.

Y en una barca él solito,
regresa, al fin, Vicentito.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

viernes, 14 de septiembre de 2018

Ramón Fisac

Es médico competente,
muy joven y cariñoso,
con un apellido honroso
y con mucho don de gente.
Y aunque es muy inteligente,
simpático y agraciado,
nunca estuvo enamorado
de su torrente de novias;
pues no supo ver la gloria
cuando pasó por su lado.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

jueves, 13 de septiembre de 2018

Manolo Pinilla Fisac

Cuando era muy pequeñito
se partió un diente jugando,
desde entonces está hablando
sin descansar un ratito.
De un trato muy exquisito,
bueno, formal y aplicado,
para Ingeniero ha estudiado.
Piensa ahora ser militar
y un buen marido será
en cuanto esté enamorado.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

miércoles, 12 de septiembre de 2018

Álvaro Pinilla Chacón

Es el último eslabón
de una prole numerosa,
tiene una voz muy hermosa
y fábrica de jabón.
Se le ve con gran tesón
sacar agua de la noria
(“u sea” rondar a su novia).
Y es, para este “damo negro”
la glorieta de San Pedro
anticipo de su gloria.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

martes, 11 de septiembre de 2018

Casio Clemente


Muy serio, grave y formal
y aunque parezca increíble
es casi casi infalible
cuando se decide a hablar.
Usa patillas, viajar
es para él un placer
y aunque llegó a manejar
radios, lámparas y antenas,
él prefiere “la Galena”
(la Galena es su mujer).

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

lunes, 10 de septiembre de 2018

Cruces Lozano

Alta, muy delgada y bella,
de gustos muy refinados.
Se encuentran ya enamorados
cuarenta o cincuenta de ella.
Sus ojos son dos estrellas
pero de las más bonitas.
Si estuviera más llenita
no se puede imaginar
cuántos querrían penar
de unas cruces tan bonitas.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

domingo, 9 de septiembre de 2018

Piedad Lozano


Compromete al mundo entero
con sus chistes y sus bromas.
Es muy rubia y muy guasona
pero con mucho salero.
Le dura poco el dinero
porque sabe darle giro.
Su nombre es casi un quejido
pero siempre está riendo
y sus ojos estupendos
inspiran a Don Ramiro.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

sábado, 8 de septiembre de 2018

Mercedes Casado Herrero

Rubia, moderna, elegante
distinguida y atrayente;
dentro de casa usa lentes,
cuando no hay nadie delante.
El violín es el arte
al que ella ha favorecido.
Daimiel nunca le convino,
desciende de algo muy alto.
Su nombre es marca de un auto;
su apellido, un triste sino.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

viernes, 7 de septiembre de 2018

Aurorita Atienza

La cara muy redondita
y los ojillos pequeños.
Para muchos es un sueño
esta chica tan bonita.
Se reúne con la Rita
y con todo lo mejor.
Tiene un tesoro de amor
en un corazón de oro.
Su nombre es un meteoro,
pero ella, es un sol.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

jueves, 6 de septiembre de 2018

Lola Fisac Serna

De la Tanguilla es vecina
esta chica tan formal,
de sencillez sin igual,
piadosa, prudente y fina.
Domina igual la cocina
que una difícil labor.
Le causa siempre terror
engordar 50 gramos,
y es, cuando toca el piano,
como con todo, un primor.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Zenaida Rodríguez Pinilla

Ocho o diez tirabuzones
y una carilla preciosa.
La sonrisa muy graciosa
(cuando no hay preocupaciones).
Ha partido corazones
desde que era pequeñita;
es tan buena y tan bonita
que todo el mundo se empeña
en que es un hada pequeña.
¿No conocéis a esta “hadita”?

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)


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martes, 4 de septiembre de 2018

Carmen Rodríguez Pinilla

Lo mejor de lo mejor
vive enfrente de San Pedro.
El pelo y los ojos negros;
fue mariposa y es flor.
Enamora ese color
de su cara sugestiva.
Dicen que tiene de altiva
un poco más que de alta
y el que se rinde a sus plantas
se planta allí mientras viva.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

lunes, 3 de septiembre de 2018

Isabel Rodríguez Pinilla

En un colegio educada
con mucho postín y lujo,
tiene entre aceites y orujos
su fortuna conservada.
Alterna mucho y agrada,
morena como gitana
trabaja muy bien la lana,
da en escena muchos gritos,
tiene un tipo muy bonito
y viste igual que su hermana.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

domingo, 2 de septiembre de 2018

Vicentito

Pesan en la balanza
a Vicentito
y él está tan contento,
tan quietecito.
Que en virtud, niño hermoso,
peses tú tanto
como en el mundo entero
vale tu Santo.
Y al tiempo que le damos
la bienvenida,
con gusto se lo ofrece
esta familia.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

sábado, 1 de septiembre de 2018

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)

Hoy se incorpora a este blog, con todo merecimiento, el poeta que dio la vida precisamente al autor de este blog. En este poema hizo una semblanza de sí mismo, al igual que las hizo de otras muchas personas, tal como iremos reflejando en sucesivos post. He aquí, pues, la primera; un auténtico autorretrato poético y humorístico:

Ojos a lo Picasso,
ondas de estanque,
fantasía volante
como el Pegaso.
Estudiante “Ave Fénix”,
burlado burlador,
espíritu moderno
de trovador.
Sangre añil,
alma gualda,
corazón blanco
como un catecismo de Ripalda.
Motor entre las nubes
sin un norte.
Vejez y juventud.
“Delirium tremens”.

Gaspar Fisac Clemente (1903-1986)