miércoles, 30 de noviembre de 2016

Las alineaciones

Selección de Médicos del Mundo (camiseta amarilla y pantalón azul):
Álvaro Minuesa, Luis González, Fernando Collado, Benedicto Crespo, Rafael Oria, Ángel Álvaro, José María Monge, Rafael Morales, Pablo González, Arturo Molina, Raúl Barco, Manolo Cidoncha, Isidoro Garzón, Enrique Canser, José Luis Mora, Nicolás Llinas, Jesús campo, José Iturzaeta, Martí Guadaño, Ferrán Morell, Miguel de la Barrera.
Entrenador: Adelardo.

Selección de AstraZéneca (camiseta morada y pantalón blanco)
Javier “Gigante” Domínguez
Juan Carlos “Atrapagoles” Rodríguez
Ángel Blanco “Gelucho”
José María “Rayo Vallecano” Sánchez Escobar
Zoilo “Zorro” Rodríguez
Francesc “Pulmón” Aldea
Ramón “Diagnóstico” Estiarte
Carlos “Conexión” Barcina
Paco Morales “El hombre radioactivo”
Pepe “Protón” Gutiérrez
Joaquín Rodrigo “El músico del área”
Alberto “Pulverizador” Ceniza
Fernando “Todoterreno” García Martínez
Pepe “Oui” Francés
Ramón “Artista” Velázquez
Alberto “Terminator” Fernández
Zaid Nakhuda “La perla de Oriente”
José Antonio “Tornado” Paniagua
Ricardo “Corazón de León” García
Juanjo “Super-chip” López
Martín “Cazagoles” Costales
José Luis Zalve “El Zalvador”
Javier Nuevo “El debutante”
Carlos López “Super López”
Paco “Fantástico” Lires
Humberto “La Plaga” Bovio
Onofre “Epidemia” Vegazo
Tim Jones “El tigre de Gales”
Jorge “Gallego” González
Ignacio “Financiero” Rodríguez
Fernando “Recursos” Rincón
Fernando García “El expreso de AstraZéneca”

Entrenadores: Pantaleón y Agustín.

Colegiados: Mejía Dávila, Manuel Ortiz y Manuel Ortiz jr.

Estadio: “Cerro del Espino”, de Majadahonda, cedido por los clubs Rayo Majdahonda y Atlético de Madrid. Jueves 22 de junio de 2000 a las 20,00 horas.

(Mañana, la crónica del partido).

martes, 29 de noviembre de 2016

Los prolegómenos del partido

Las selecciones de Médicos del Mundo y AstraZéneca empataron en alegría, entusiasmo y solidaridad en un encuentro donde lo de menos (o de más) fueron los goles, y lo importante la forma de celebrar un aniversario (el primer año tras la fusión que dio lugar a AstraZéneca), colaborando en el proyecto de gestión sanitaria que Médicos del Mundo estaba llevando a cabo en Mozambique, tras las inundaciones que asolaron dicho país.

El magnífico estadio del “Cerro del Espino” en Majadahonda, fue el escenario donde se llevó a cabo este increíble encuentro de fútbol. Por una parte, Médicos del Mundo, con una selección joven, potente y conjuntada, dirigida por el veterano Adelardo. 

Por otra parte, una selección, o más bien un país, de 32 empleados de AstraZéneca, que se la jugaron saltando a un terreno de juego de 105x68 metros, en una calurosa tarde de verano. Precisamente la enorme cantidad de recursos humanos disponibles hizo imposible a sus entrenadores (Agustín y Pantaleón) encontrar el once ideal, por lo que todos los jugadores tuvieron su oportunidad.

El encuentro comenzó con unas palabras del director de Comunicación de Médicos del Mundo, Paco Flores, y de su vicepresidente, José Manuel Díez Olalla. Carlos Trias, presidente de AstraZéneca, entregó una placa de agradecimiento al alcalde de Majadahonda, Ricardo Romero de Tejada, por su enorme colaboración en este proyecto, y otra a Enrique Vedia, presidente del Rayo Majadahonda, por su generosidad y entrega que hizo posible el éxito de tan especial celebración; baste decir, entre otras cosas, que la cesión del magnífico estadio fue gratuita, así como desinteresada también su colaboración personal en la organización del evento.

El Alcalde de Majadahonda elogió la labor de Médicos del Mundo y agradeció a AstraZéneca esta humanitaria forma de celebrar su primer aniversario, animando a continuar en esta línea, para lo cual puso a su disposición su equipo de Gobierno. Romero de Tejada entregó una placa de agradecimiento al trío arbitral, tras lo cual realizó el saque de honor.

(Mañana, las alineaciones con los nombres y apodos guerreros de cada jugador)


















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lunes, 28 de noviembre de 2016

Un partido único en la historia

Durante estos próximos días vamos a ir rescatando de la hemeroteca la crónica de un partido único en la historia, un partido que como yo titule acabó “con empate a 8-1”. Aquí va la primera entrega:

Los empleados de AstraZéneca celebraron su primer aniversario organizando diversos actos de ayuda humanitaria en todo el mundo. En nuestro país, se celebró un partido de fútbol cuyos beneficios se destinaron al proyecto de gestión sanitaria integral que la ONG “Médicos del Mundo” estaba llevando a cabo en Mozambique, tras las inundaciones que asolaron el centro de aquél país.

Aquí la lluvia fue de goles, pero eso sí, goles solidarios entre las selecciones de Médicos del Mundo y AstraZéneca, dando lugar a un espectáculo único al que se dedicó un amplio reportaje en el número 10 de la revista “Información al Día”, un número que –por cierto- fue el primero que introdujo el color en esta publicación que marcó un estilo propio en el periodismo de empresa y constituyó un ejemplo que nadie se atrevió a seguir por su profesionalidad periodística e imparcialidad a la hora de elaborar los contenidos periodísticos.

Pero rescatemos de la hemeroteca lo que fue aquél insólito partido de fútbol. Para empezar diremos que viejas glorias del deporte como Adelardo (Atlético de Madrid), Pantaleón y Atienza (Real Madrid), otras más recientes como Agustín (Real Madrid)y Gelucho (Racing de Santander) y un equipo arbitral de Primera División (Mejía Dávila, auxiliado en las bandas por Manuel Ortiz en duplicado, esto es: el padre como linier de Primera División y el hijo, como linier de regional), se unieron a esta fiesta solidaria.

Numerosas compañías, instituciones y amigos contribuyeron con su ayuda a esta celebración cuya recaudación superó el millón de pesetas. Sin contar los goles (algo realmente difícil si no se tenía a mano una calculadora) el partido reflejó un empate en simpatía, entusiasmo y solidaridad, por eso el titular que encabezaba aquél amplio reportaje decía “Empate a 8-1”.
(Mañana, los prolegómenos del partido)





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domingo, 27 de noviembre de 2016

Un trompetista de jazz en un congreso médico

Artículo dedicado al trompetista de jazz, Tom Harrell (Illinois, Estados Unidos, 1946) que en una ocasión amenizó con su música un congreso médico internacional gracias al patrocinio de un laboratorio farmacéutico.

ESQUIZOFRENIA A RITMO DE JAZZ

Tom Harrell está considerado como uno de los mejores trompetistas de jazz de todo el mundo, un hombre de conocimientos musicales enciclopédicos, admirado por su capacidad para improvisar de una manera cerebral pero emocionalmente conmovedora. Pero también padece esquizofrenia, una de las enfermedades mentales más preocupantes de nuestra época.

Por esta especial condición de genio de la música y enfermo de esquizofrenia que desarrolla una vida normal gracias a los nuevos fármacos descubiertos contra dicha enfermedad, actuó alguna vez ante psiquiatras e investigadores en el campo de la psiquiatría, como en el año 2002 con motivo de la celebración de la convención anual de la Asociación Americana de Psiquiatría, coincidiendo además con la salida al mercado de su decimonoveno CD, “Live at the village vanguard”, y a punto de celebrar su décimo aniversario de boda.

La esquizofrenia es una enfermedad que afecta a una de cada 100 personas y de la que afirman los expertos que, gracias a los nuevos tratamientos, éxitos como el obtenido con Harrell, son cada vez más frecuentes. La medicina ayuda, desde luego, pero a sus 55 años Harrell tenía que luchar con todas sus fuerzas para mantener la concentración en un mundo desbordado de distracciones, en el que se le veía con un aspecto lo suficientemente extraño como para atraer numerosas miradas furtivas en la calle.

Ataviado con unos anchos pantalones negros y una cazadora de cuero, también negra, con la cremallera subida hasta el cuello, en aquellos momentos de sus actuaciones en que no intervenía, se mantenía inmóvil bajo los focos del escenario, con los brazos colgados a los costados, los labios extrañamente fruncidos, los ojos cerrados y escuchando con más atención que cualquier otro de los que estaban en la sala.

Cuando llegaba su turno, levantaba la trompeta, tocaba unas notas claras, ricas, alegres –notas que él mismo escribía- en perfecto ritmo con su banda y, durante breves instantes, se sentía totalmente a gusto. Entre tema y tema, evitaba el parloteo e incluso los consabidos “gracias” que otros artistas suelen utilizar para conseguir el aplauso fácil del público.

Para los verdaderos aficionados a la música de jazz, que aprecian la excentricidad, siempre ha sido irrelevante la forma de actuar de Harrell; lo que les ha importado ha sido la música. “Hay tanta pureza en su música, tanta melodía y belleza”, explica Terrell Stafford, un trompetista de jazz que, tras haber abandonado la música clásica después de escuchar tocar a Harrell, se dedicaba a impartir clases en la Universidad de Temple. Hacia él sólo tenía palabras de admiración: “es un gran compositor, y todo lo que toca a la trompeta cuando improvisa es casi como una melodía escrita”, dice con frecuencia.

Para quienes identifican la esquizofrenia con el hombre desaliñado que grita sus delirios en la esquina de una calle, alguien como Harrell puede suponer una verdadera sorpresa. Incluso la mayoría de los profesionales de la salud mental han considerado históricamente la esquizofrenia (que produce paranoia, delirios y pensamiento desorganizado) como una enfermedad que hace que el éxito en la búsqueda de trabajo sea casi imposible. Como reconoce Zlatka Russinova, investigadora del Centro para Rehabilitación Psiquiátrica de la Universidad de Boston, “cada vez es mayor el número de personas identificadas como que han alcanzado el éxito en diferentes profesiones”.

Pero, al igual que en cualquier otra enfermedad, en opinión de los expertos, la esquizofrenia es más grave en unas personas que en otras. Los nuevos medicamentos y las nuevas actitudes están cambiando el aspecto de la enfermedad. Y Harrell no ha sido el único caso de un famoso con esquizofrenia que ha saltado a las páginas de los periódicos. Ahí tenemos, sin ir más lejos, la gran popularidad alcanzada por el Premio Nobel de matemáticas John Nash, tras el éxito de la película sobre su vida “Una mente maravillosa”, interpretada también maravillosamente por Russel Crown. Nash padecía esquizofrenia y supo convivir con ella y desarrollar una vida normal.

Hijo de un catedrático de Psicología Empresarial y Estadística, Harrell creció en la zona de la bahía de San Francisco. Niño excepcionalmente brillante, aprendió a leer solo y se saltó un curso en enseñanza básica. Empezó a tocar la trompeta a los ocho años y, en el instituto, ya tenía su propia banda de jazz.

Intentó quitarse la vida mientras estudiaba composición en Stanford. Eso provocó un diagnóstico de esquizofrenia. Con tratamiento logró completar su formación escolar e inició su carrera de música. Conoció a su esposa Ángela cuando ella llevaba a cabo una investigación para una serie de televisión que trataba sobre la creatividad y el cerebro. Harrell no llegó a formar parte del espectáculo, pero ambos descubrieron que eran casi vecinos en Nueva York y se hicieron amigos. “Una vez que superas el desconocimiento inicial de su situación y de la forma en que le afecta, la enfermedad deja de convertirse en su aspecto más destacado”, afirma su esposa. “Para mí, la enfermedad mental no le define como persona. Lo que me llevó hasta él  fue su  inteligencia  y  lo  divertido,  cariñoso,  honesto, afectuoso y desprendido que es... Podría seguir y no parar. Es sencillamente una persona enormemente sincera, muy real y espiritual, muy generoso y divertido”.

A menudo, resulta difícil manejar el estrés para quienes sufren esquizofrenia, y la vida de un músico de jazz está llena de estrés. Están los viajes, los lugares nuevos, los cambios de zonas horarias. “Muy probablemente su entorno no es el mejor para estabilizar los síntomas”, reconoce Ángela Harrell, “pero por otra parte , ha sido la música la que le ha ayudado a seguir hacia adelante todos estos años”.

Durante su matrimonio se produjo otro intento de suicidio y una reacción casi mortal a uno de sus medicamentos, seguido de la búsqueda de un nuevo fármaco. Harrell explicaba que los medicamentos le ayudaban a mantener la calma y a concentrarse, pero que a veces también le hacían sentirse cansado. Según exponía no escuchaba voces –como sucede en algunos afectados por esta enfermedad- pero en algunas ocasiones tenía problemas para pensar con claridad, algo que él definía como “si no tuviera suficiente oxígeno en la cabeza”.

Sin embargo consiguió trabajar y escribir a diario, llegando a estar convencido de que la esquizofrenia le ha hecho más productivo. “Una cosa que ha pasado con la enfermedad mental es que me ha forzado más a adentrarme en mi mismo... en cierto modo, me aísla socialmente. No tengo tantas opciones sociales como tienen otras personas”.

Harrell es capaz de escuchar acordes y percusión en los sonidos cotidianos que la mayoría de nosotros rechazamos (el tintineo de unas copas o un dedo que tamborilea en una mesa, por ejemplo), y las canciones le llegan en fragmentos, a menudo por la noche cuando se “abre una puerta en mi mente”. Es obvio que las ideas fluyen rápidamente en él. “El problema no estriba en encontrar  una idea  nueva,  sino en poder seguir el ritmo del flujo de ideas nuevas”, comenta al hilo del recuerdo de aquella primera vez cuando oyó una grabación de los años cuarenta de Dave Brubeck, el líder de la banda que le introdujo en el sonido “mágico” de una nota sostenida de trompeta.

A pesar de su aspecto tímido en el escenario, Harrell siempre ha reconocido que le gusta la comunicación con el público. En su opinión, la mejor manera de escuchar música es con los ojos cerrados. Por otra parte, confiesa su temor al rechazo social si mira a alguien de forma inadecuada. “Sería bueno comprobar cuál es la reacción del público, pero me da pavor ofender”. Para Quincy Davis, el batería del quinteto, la ausencia de teatralidad de Harrell siempre ha sido una ventaja, ya que eso significa que la música tiene que ser buena.

sábado, 26 de noviembre de 2016

Un poeta y AstraZéneca

Cuando trabajaba en AstraZéneca, en los años dorados de la industria farmacéutica (1999-2005) los empleados eran considerados el principal activo de una compañía y, como tal, mimados. Se nos daba formación, motivación, ambiente laboral atractivo, numerosísimos beneficios sociales y salarios en el tope más alto; de tal forma que éramos la envidia de otros sectores y más aún en el caso de esta compañía a la que todo el mundo quería ir a trabajar.

Aquellos años ya pasaron, aquella época también, y hoy todo es muy diferente (por desgracia).Sin embargo, me gusta recordar lo bueno al igual que otros detalles anecdóticos que ponen de relieve lo que llegamos a vivir y disfrutar quienes trabajamos en esta industria en aquellos años.

¿Qué puede aportar un poeta a la industria farmacéutica? Os invito a leer este artículo que, seguro, os sorprenderá:




La historia del laboratorio farmacéutico que fundó Alfred Nobel y llegó a ser el tercer laboratorio más grande del mundo y la envidia de todos los profesionales:
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viernes, 25 de noviembre de 2016

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Invitación a Jornadas o Cursos

Dentro del marco de actividad de nuestra empresa u organización se celebran a lo largo del año todo tipo de jornadas, cursos, etc. Aprovechar la celebración de las mismas –sobre todo si participamos en ellas de alguna manera- es una forma atractiva de mejorar relaciones con los periodistas y facilitarles su trabajo. Como en casos anteriores, hay que entender que los presupuestos de los medios de comunicación son reducidos y por eso, cuando alguien les paga el viaje y estancia a algún lugar, para que hagan su trabajo, suelen mostrarse agradecidos. Lo que nunca debemos pretender es tratarlos como si fuesen nuestros empleados y querer que escriban lo que nosotros queramos... todo lo contrario: hay que darles libertad para que hagan su trabajo porque el nuestro debe ser el de simples “facilitadores” y cuando esto es así, nos ganamos su favor.

Y hasta aquí hemos venido repasando algunas de las alternativas más habituales para sustituir con eficacia a las Ruedas de Prensa, porque no lo olvidemos: las Ruedas de Prensa no están hechas para que el directivo o líder de opinión de turno se de un baño de multitudes y engorde su ego como si se fuese a comer todos los micrófonos que le ponen delante, sino para comunicar algo importante a la sociedad –a través de los periodistas- en aquellos momentos y circunstancias que la hacen más conveniente que otro cualquiera de los medios de contacto con los periodistas... y esto es algo que el responsable de Comunicación conoce mejor que nadie.


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jueves, 24 de noviembre de 2016

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Viajes a congresos

Bien sea que nuestra empresa u organización organice un congreso o que nuestra compañía esté presente en el mismo, es habitual invitar a los periodistas para que viajen a la ciudad o lugar donde se celebre dicho congreso facilitándoles el trabajo de cobertura del mismo. Cuando el congreso es cosa nuestra, deberemos guiarlos hacia aquellas ponencias y ponentes que sean más noticiables y de interés para audiencias externas, pero si no hemos sido nosotros quienes hemos organizado el congreso sino que simplemente tenemos alguna ponencia, es evidente que nuestros esfuerzos se encaminarán a que nuestros periodistas cubran aquella ponencia... pero sin impedir que estos aprovechen el viaje para cubrir otras ponencias que puedan tener interés para ellos. Cuando un periodista ve que le facilitan el trabajo se va satisfecho y así lo refleja en sus noticias; por el contrario si se encuentra con presiones y cortapisas para que solo informe de lo que nosotros queremos, entonces el resultado será que no informará, o lo hará en plan crítico o –en cualquier caso- aquella será la última vez que venga con nosotros.


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miércoles, 23 de noviembre de 2016

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Visitas a sedes

Una forma de acercamiento de una empresa a los periodistas es el invitar a estos a visitar su sede. Visitar unas oficinas en la misma ciudad no tiene mayor interés ni atractivo, por lo cual este asunto se debe dejar sólo como complemento cuando hayamos gestionado una entrevista con nuestro presidente en nuestras oficinas. Sin embargo sí resulta atractivo para los periodistas viajar para conocer la sede central, la fábrica, los laboratorios de investigación... En un viaje y visita de este tipo, que puede hacerse con un solo periodista o –como es habitual- con un grupo de los mismos, no hay que caer en el “turismo” aunque este sea inevitable; nunca se debe olvidar que el objetivo del viaje es ampliarle el conocimiento sobre la empresa, ponerle en contacto con los investigadores, directores de la fábrica, etc., para que puedan entrevistarlos y conocer más y en directo sobre esas facetas; la parte social y turística, ya digo que es inevitable, pero debe ser razonable puesto que todos los excesos resultan siempre contraproducentes.


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martes, 22 de noviembre de 2016

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Jornadas especiales para periodistas

En los cursos se busca un tema o asunto difícil de entender para explicarlo a los periodistas, sin embargo hay otra forma de convocarlos a una sesión formativa y es cuando dicha sesión se organiza en torno a un acontecimiento concreto. Por ejemplo la presentación de una nueva técnica, de una nueva línea de investigación, del abordaje de un tema controvertido... podemos encontrar siempre algún tema que sea de interés y al que interese asistir a los periodistas siempre y cuando el ponente sea una persona líder en su campo, difícil de contactar por el periodista (por ejemplo un ponente extranjero), o le permita entrar en contacto simultáneo con otros colegas o algunos expertos y debatir sobre un tema concreto. En cualquier caso, si el periodista decide asistir es porque espera salir de allí con alguna noticia; eso es lo fundamental.


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lunes, 21 de noviembre de 2016

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Cursos de formación para periodistas

Las opciones que hay para convocar a los periodistas son innumerables. Otra de ellas, que no todos utilizan, es la de organizar cursos de formación para periodistas. En algunas ocasiones, estos cursos pueden durar dos o tres días, incluir viaje y estancia en algún lugar apartado y generalmente atractivo, contar con un plantel amplio de expertos que darán tan exclusivas clases, y un programa de actividades sociales al terminar cada jornada lectiva. Pero a este tipo de cursos los Redactores Jefes sólo enviarán, si acaso, a algún becario para que se forme; nunca a sus mejores periodistas... salvo que en alguna ocasión así lo decidan al considerar dicha asistencia (lectiva y vacacional) como un premio para el periodista. Lo más frecuente no obstante, será organizar cursos que duren un día o sólo una mañana. A lo largo de esas horas, y en la misma ciudad, uno o varios expertos impartirán una clase magistral sobre algún tema concreto. Dicho tema debe ser de interés general (antes centrado en una enfermedad que en un medicamento; antes centrado en conceptos financieros o técnicos que en la propia empresa u organización) y debe ser un tema complicado y difícil de entender para que el periodista y su jefe comprendan que sería muy conveniente asistir para aclarar conceptos. Estos cursos deben dar opción a que los asistentes pregunten también todo lo que quieran y a facilitarles una documentación completa sobre los temas abordados. El principal beneficio tras los mismos será una relación más cercana con los periodistas y sobre todo el conseguir que estos comprendan mejor tal asunto y cuando se refieran después al mismo lo hagan con total propiedad.


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domingo, 20 de noviembre de 2016

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Comidas de prensa

Los directivos, acostumbrados a constantes comidas de negocios, consideran normal ordenar que se organice alguna comida para atender a los periodistas cuando quieren dar una noticia, conseguir que estos publiquen algo, o simplemente darse un baño de popularidad. Las comidas entrañan muchos riesgos, el primero el de la ostentación; si el marco y los manjares son excesivos, esto se puede volver en contra ya que el periodista entenderá que intentan comprarlo. El segundo riesgo es el del tiempo: una comida dura mucho tiempo y eso es algo de lo que no dispone el periodista, por lo tanto –salvo que allí vayan a decirse cosas muy importantes- el periodista saldrá con la sensación de haber perdido el tiempo. Y el tercer riesgo es el de la relajación del directivo: en un ambiente distendido como es el de una comida, hay muchas posibilidades de que el directivo se vaya de la lengua, sobre todo si hay algún periodista sagaz (que seguro que lo habrá) que sepa “tirarle de la lengua” y provocar en él alguna metedura de pata o declaración escandalosa. A fin de cuentas, el periodista que acude a una comida de prensa, no lo hace por comer sino por aprovechar la hora de la comida para trabajar y obtener alguna noticia destacada con la que volver a la redacción.


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sábado, 19 de noviembre de 2016

Sobre la película “La llegada”

Acabo de ver la película “La llegada” y debo reconocer que, además de entretenerme, me ha hecho pensar, así que compartiré con vosotros estas reflexiones. Procuraré, no obstante, no destripar la película, así que me centraré en su trasfondo filosófico.

Imagínate una partida de cualquier juego de mesa en donde debes recorrer con tu ficha un determinado recorrido. Encontrarás obstáculos, atajos, y un sin fin de peripecias a lo largo del camino. Según tiras el dado vas avanzando casillas y viviendo sucesivas emociones. Al acabar la partida, será cuando puedas contemplar en toda su plenitud lo que ha sido ese recorrido que te ha llevado hasta el final.

Ahora supón que dicha partida se ha grabado en video y te sientas a ver dicho video; pero tú tienes el mando (nunca mejor aplicado este término) y puedes avanzar, retroceder, pararte en un momento determinado de la partida, volver otra vez hacia atrás, dar un salto adelante... todo lo que quieras y cuantas veces quieras. La partida, como tal, ya no es una sucesión de etapas sino un todo, y tú tienes la facultad de elegir cuál de esos momentos revives en cada instante.

Aplícalo ahora a tu vida. Pero a tu vida completa, desde el nacimiento hasta tu futura muerte. Imagina que puedes ir hacia atrás o hacia delante, que puedes pararte y revivir una y otra vez el momento que desees de esa partida (tu vida). Es decir, no existe el tiempo sino que el tiempo es una forma de contemplar nuestra vida, pero no es la única. Si fueses capaz de escapar de la cárcel del tiempo, podrías ver tu vida completa en su conjunto, como un todo, como una unidad, y podrías pararte en aquellos momentos que quisieses, y avanzar y retroceder a tu antojo. El objetivo no sería cambiar lo que hiciste en algún momento determinado, sino asumirlo y aprender de ello, porque se aprende tanto de los aciertos como de los errores.

La película “La llegada” nos plantea todo esto. No es una película de “marcianitos” ni de persecuciones y disparos, sino una interesante propuesta filosófica a través de una historia de entretenimiento. Si al salir del cine eres capaz de mirar por debajo de la superficie, de reflexionar sobre todo esto, te habrá resultado útil esa sesión de cine.

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Desayunos de prensa

Otra fórmula de convocatoria habitual, cada vez más extendida, son los llamados “Desayunos de prensa”. En estos, se convoca a los periodistas a un encuentro informal con los portavoces o directivos en torno a una mesa en donde les servirán un desayuno. La hora será, pues, la del desayuno, y el lugar un hotel o incluso la propia sede atendida por un catering. Lo ideal es anunciar alguna noticia o adelantar alguna primicia en dicho encuentro, pero lo fundamental es que se trate de un encuentro abierto en el que –en ese ambiente informal de un desayuno- los periodistas puedan preguntar todo aquello que se les antoje. Si se tiene preparada alguna documentación o nota se les dará, pero –en este caso- no es imprescindible ya que el gancho de un desayuno es la libertad de preguntar que se concede a los periodistas. Decir también, que el desayuno debe ser “normal”, es decir, no pasarse y convertir dicho desayuno en una comida. A los periodistas no hay que llenarles el estómago sino su libreta o cassette con un buen ramillete de titulares e informaciones de interés. Un café, un zumo y unos bollos, son más que suficientes como acompañamiento.


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viernes, 18 de noviembre de 2016

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Ronda de entrevistas

Si en los dos casos anteriores hablábamos de entrevistas personales e individuales; exclusivas, en otra palabra; en esta otra opción planteamos la posibilidad de que un directivo atienda a varios periodistas pero de forma individual, uno tras otro. Esto se da con frecuencia cuando un directivo o experto en alguna materia, llega a una ciudad concreta. En ese caso, el responsable de Comunicación contactará con los periodistas de esa ciudad que él considere pueden estar interesados en mantener una entrevista personal –aunque no exclusiva- con dicha persona. Deben saber todos los periodistas que el citado portavoz atenderá a varios periodistas, que no va a haber ninguna exclusiva... pero lo que sí debe ser exclusivo es el cuestionario que cada periodista lleve a esa entrevista. Si en una Rueda de Prensa todos se enteran de lo mismo al mismo tiempo, en una ronda de entrevistas, cada uno planteará la exposición a su manera y cada uno sacará una información bajo un ángulo diferente aun cuando el portavoz y el momento sean el mismo para todos los medios.


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jueves, 17 de noviembre de 2016

Alternativas a las Ruedas de Prensa: Entrevistas personales

Venimos hablando del por qué y para qué de las Ruedas de Prensa y hemos explicado sobradamente que no son la panacea universal ni debe abusarse de ellas; pero hemos expuesto igualmente que constituyen una eficaz herramienta de Comunicación. El responsable de Comunicación es el encargado de decidir en cada momento qué acción es más conveniente hacer porque no todo en esta vida deben ser Ruedas de Prensa. Existen muy diversas formas de hacer llegar la información a los periodistas, pero no sólo vía Nota de Prensa, que siempre resulta algo más impersonal y distante, sino de forma personal y directa.

Aunque no nos extendamos a la hora de comentar ese otro tipo de acciones personales, sí que enumeraremos las alternativas más frecuentes que podemos utilizar cuando la Rueda de Prensa no está indicada:

Concesión de entrevistas personales: Los periodistas buscan con frecuencia entrevistarse con los directivos para realizar un artículo exclusivo para su medio. En las Ruedas de Prensa ya se sabe que todos escuchan lo mismo y todos van a escribir sobre lo mismo aunque cada uno lo haga a su manera. En una entrevista concedida a ellos exclusivamente, la cosa cambia. Será el periodista quien elabore el cuestionario de los asuntos que quiere tratar para informar a sus lectores, y será este, finalmente, el único que informe sobre dicho tema. Cuando esto sucede, es decir, cuando un periodista solicita entrevistarse con un directivo, hay que aprovechar la oportunidad y darle todo tipo de facilidades para que este se sienta agradecido y transmita en su información ese buen rollo. Si por el contrario se le dan largas, se le atiende mal, se le da información incompleta, etc., es muy posible que el enfoque final del artículo que publique no nos guste nada.

No siempre hay que esperar a que un periodista solicite una entrevista, sino que la empresa –a través de su responsable de Comunicación- puede y debe ser proactiva en este terreno y ofrecer de vez en cuando a los periodistas la posibilidad de entrevistar a los directivos. En estos casos, el responsable de Comunicación puede lanzar un gancho informativo que capte el interés del periodista para entrevistar a ese directivo, pero esto no quiere decir que ese vaya a ser el único tema tratado. En una entrevista personal, es el periodista quien prepara su propio cuestionario y el que dirige la entrevista hacia las áreas de interés para sus lectores. Lógicamente, el directivo puede (y debe) añadir todas las informaciones y datos que considere importantes aunque sea sobre aspectos que no se le hayan preguntado, pero la entrevista y el artículo que salga de la misma, será el que decida el periodista.


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miércoles, 16 de noviembre de 2016

Ruedas de Prensa pret a porter

Insistiendo una vez más en el tema de las Ruedas de Prensa, hay que aclarar que estas pueden ser de muy variadas formas. Cada Rueda de Prensa dependerá del tema que vaya a comunicarse. Así, aunque una misma compañía organice a lo largo del año varias Ruedas de Prensa, no tienen por qué convocar a los mismos periodistas a cada una de ellas, ni tienen que hacerlas todas siguiendo un mismo patrón.

Las Ruedas de Prensa pueden ser de diversos tipos, aunque los cuatro más importantes y frecuentes son los siguientes:

Generales: Cuando el tema a tratar interesa a todos los ciudadanos, la forma de comunicar dicha información ha de ser entendible por todos los ciudadanos y deben convocarse a la misma a todos los medios de información general.

Técnicas: Cuando el tema es de carácter técnico, sólo interesará a los medios especializados en ese área y, por lo tanto, sólo habrá que convocar a los medios técnicos, hablándoles también en un lenguaje sencillo pero facilitándoles una serie de informaciones técnicas que estos sí son capaces de entender y de trasladar a sus lectores.

Económicas: Cuando se trata de comunicar resultados económicos o cualquier otra información relacionada con esta faceta, sólo interesará a los medios económicos, aunque también a los periodistas que lleven secciones de economía en otros medios, ya sean generales o técnicos. Evidentemente, estas Ruedas de Prensa estarán plagadas de cifras y datos económicos.

Sociales: Cuando lo que se quiere comunicar son actividades de carácter social, humanitario, etc., la selección de medios comprenderá las secciones de Sociedad de todos los medios.

Como podemos ver, cada una de estas Ruedas de Prensa exige un enfoque, una forma de exponer la información, un lenguaje... y hasta unos ponentes diferentes en cada caso. En consecuencia, los periodistas que deben convocarse a cada una de ellas también son diferentes. Esto exige –y lo analizaremos en profundidad más adelante- disponer de unos listados amplísimos y actualizados de todos los medios y periodistas que trabajan en cada uno de ellos, para convocar en cada caso  los que corresponda. Y con respecto a esto, añadir que una cosa es convocar sólo a aquellos periodistas que creemos pueden estar interesados en esa Rueda de Prensa concreta, y otra muy distinta es ocultar esta convocatoria a los demás (algo que por supuesto nunca debe hacerse).

Las convocatorias de Ruedas de Prensa deben hacerse públicas aprovechando los canales que existen para ello, aunque será sólo a los periodistas diana a quienes hagamos llegar de forma personalizada una convocatoria escrita y un posterior contacto telefónico o personal. Por supuesto que si a una Rueda de Prensa de carácter económico viene un periodista o medio especializado en asuntos técnicos, sociales o generales, habremos de darle igualmente la bienvenida, facilitándole la información necesaria e incluso aquella otra que –por tratarse de un medio con otro perfil diferente al de la mayoría de los asistentes- pudiera ser de interés específico para él o para su medio.

martes, 15 de noviembre de 2016

A los DIRCOMs nos dan envidia los informáticos

A los Directores de Comunicación (DIRCOMs) y en general a todos los responsables de Comunicación nos dan mucha envidia los informáticos. Cuando hablamos con nuestros directivos sobre nuestra área de trabajo ellos creen saberlo todo, creen saber más que nadie y se muestran reacios a aceptar nuestras sugerencias. Por el contrario, cuando hablan con un informático para como si hablasen con un Premio Nobel porque a todo le dicen que sí y muestran cara de asombro y admiración ante todo lo que les cuenta dicho informático. ¿Por qué es esto? Sencillamente por el lenguaje. Los DIRCOMs estamos acostumb5ados a hablar para que nos entienda la gente y utilizamos palabras que todo el mundo entiende, mientras que los informáticos no quieren que nadie se meta en su terreno, que nadie les cuestione nada, y como disponen para ello de un amplñisimo vocabulario de términos técnicos que nadie entiende usan y abusan del mismo para doblegar la voluntad de sus interlocutores que, como no están entendiendo nada de lo que les dicen, bajan la cabeza y acaban diciendo algo así como “está bien, haz lo que creas que es mejor”.

Por lo que se refiere al tema de las Notas de Prensa, en cualquier compañía u organización sus presidentes o máximos dirigentes, no deberían pedir –y por supuesto nunca ordenar- la realización de Ruedas de Prensa o de cualquier otra actividad de Comunicación. Lo que ellos deben hacer es confiar en el criterio de sus responsables de Comunicación (para eso los han elegido, y si no confían en ellos es que han hecho muy mala elección y por consiguiente el fallo es suyo), deben tenerlos informados puntual y permanentemente de todo aquello que vaya haciendo la empresa u organización, e incluso más, mantenerlos al corriente de lo que dicha empresa tiene pensado hacer en el futuro. Con ese bagaje de información, es el responsable de este área quien debe proponer a la cúpula directiva las acciones a tomar, y debe ser –por consiguiente- el responsable de Comunicación quien decida qué temas son merecedores de organizar una Rueda de Prensa, cuáles precisan simplemente una Nota de Prensa, para cuáles solo es necesario conceder una entrevista o unas declaraciones... y cuáles carecen de la más mínima importancia para la sociedad (aunque para la empresa sí que sean importantes) y en consecuencia no hay por qué informar sobre ellos salvo que alguien pregunte ex profeso por los mismos.

Todo esto que acabo de decir sobre la responsabilidad que debe recaer en el responsable de Comunicación se hace extensivo a la forma en que dicha comunicación ha de trabajarse, quiénes han de dar la cara ante los medios de comunicación, qué mensajes han de transmitir y con qué enfoque, etc. Por desgracia, mientras que ningún directivo osa decir a los informáticos cómo deben hacer su trabajo (porque no tienen ni idea de informática y tal jerga les suena a chino) en el ámbito de la Comunicación sucede todo lo contrario: todo el mundo cree saber mucho de Comunicación y todos dicen a los expertos en Comunicación lo que deben hacer y cómo deben hacerlo... a pesar de carecer de los conocimientos y experiencia necesarios en este terreno. Puede ser, quizás, porque los informáticos –siguiendo el anterior ejemplo- utilizan una jerga técnica que ningún ser humano es capaz de seguir, mientras que los expertos en Comunicación hablan siempre en un lenguaje sencillo que todo el mundo entiende... evidentemente, porque esa es su misión: que todo el mundo los entienda. Curiosamente, paradojas de la vida, su mejor baza se transforma de esta forma en su peor inconveniente.

lunes, 14 de noviembre de 2016

Las Ruedas de Prensa no son para engordar el ego

A muchos directivos les encanta eso de encargar que les organicen Ruedas de Prensa. Luego, cuando el responsable de Comunicación le pregunta que cuál es el motivo de su celebración, suelen responder casi siempre con un “ya veré, ya improvisaré algo” porque, en definitiva, lo único que buscan es darse un baño de popularidad.

El tema y cómo prepararlo es de suma importancia. Cuanto menos interés tenga el tema, más difícil será para el responsable de Comunicación encontrar alguna forma atractiva de presentarlo. Pero antes de todo esto –como decíamos- está el preguntarse si de verdad es necesario convocar una Rueda de Prensa. Cuando una empresa convoca una y otra vez Ruedas de Prensa sin ningún interés (para el periodista), este deja de asistir a las mismas. Por el contrario, cuando estas colman sus expectativas informativas, pondrá a nuestra empresa en un lugar prioritario a la hora de hacer la elección de su programa de actos a cubrir ese día.

Vayamos, pues, a analizar para qué y por qué. Pues bien, un hecho importante de nuestra compañía, con evidente trascendencia para la sociedad, debe comunicarse a esta. Reunir en un único momento y lugar a los medios de comunicación para trasladarles simultáneamente esta información significa que no hacemos distinciones ni mantenemos preferencias entre unos medios y otros, sino que damos a todos ellos las mismas posibilidades de informar sobre este acontecimiento. Ciertamente podría resolverse con el envío simultáneo de una Nota de Prensa, pero si el acontecimiento es de verdad importante y va a generar preguntas de los periodistas, entonces la Rueda de Prensa se vuelve necesaria porque eso permite que los portavoces escuchen las preguntas (dudas y aclaraciones que solicitan los periodistas) y les contesten de forma pública e inmediata. Con una Nota de Prensa esto no sería posible, puesto que esas preguntas irían llegando de una en una, generalmente vía teléfono o mail, y el portavoz o los portavoces tendrían que ir contestando en privado a cada periodista y ninguno de ellos se enteraría ni de las preguntas ni de las respuestas de los demás, lo que significaría que a todos los periodistas les llegaría una menor cantidad de información que si todos juntos compartiesen ese momento.

Vemos así cómo la Rueda de Prensa tiene su razón de existir. Es una herramienta útil y necesaria para divulgar hechos importantes y trascendentes, de una forma justa y equitativa para todos los medios, con el plus añadido de una mayor riqueza informativa al permitir la pública aclaración de numerosos aspectos así como el conocimiento de un mayor número de detalles que –de haberse divulgado de otra manera- hubieran quedado desconocidos muchos de ellos para gran parte de los periodistas.

No hay que olvidar, eso es cierto, que los periodistas se quejan con frecuencia del elevado número de Ruedas de Prensa a las que son convocados y cómo la mayoría de ellas no satisfacen sus expectativas... pero eso es otra historia. Si una Rueda de Prensa se ha hecho para lo que se debe hacer, cualquier periodista que haya asistido a la misma se sentirá satisfecho de haber acudido.


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domingo, 13 de noviembre de 2016

¿En dónde celebrar una Rueda de Prensa?

Los directivos que creen saber mucho de comunicación (con minúscula) suelen anteponer su cargo al conocimiento de los expertos. En el caso de la organización de una Rueda de Prensa, ellos creen saber también cuál es el mejor lugar para celebrarla. ¿Sabéis cuál?: El que más le apetece al directivo que la encarga. Poco importa que dicho lugar no reúna las condiciones mínimas para albergar a los periodistas, conexiones de sonido, iluminación adecuada, megafonía, etc. Poco importa que el lugar esté alejado de la ciudad o con malos enlaces de transporte.

Lo más importante a la hora de elegir un lugar para la celebración de una Rueda de Prensa es que le venga bien a los periodistas, no a los directivos. Y ese “venir bien” depende de dos cosas: primera, que esté bien comunicado; y segunda, que esté cerca de la redacción de su medio o cerca del lugar en el que inmediatamente antes o después de nuestra Rueda de Prensa va a tener que estar él para cubrir otra información. Esto último es muy importante. Si sabemos que nuestra Rueda de Prensa es a las 10 h. y a las 12 h. hay convocada otra igual o más importante que la nuestra, es de suponer que muchos periodistas aprovecharán para cubrir las dos, y en ese caso tener ambas sedes cercanas facilitará que incluyan la nuestra en su agenda de aquella mañana.

sábado, 12 de noviembre de 2016

Lo que atrae a los periodistas es lo que horroriza al directivo

Hablando como estamos, de las Ruedas de Prensa, una cosa debe quedar clara: las noticias que dan las empresas a través de sus Ruedas de Prensa no tienen ni la suficiente importancia, ni el suficiente interés, ni la suficiente trascendencia, como para hacer que se pare una rotativa o se interrumpa un programa de radio o televisión para dar un avance informativo. Mejor dicho, hay ocasiones en que sí tiene esa noticia la suficiente fuerza como para lograr tal cosa... pero no creo que a ningún directivo le apetezca esa posibilidad. ¿Sabéis que noticias son esas capaces de irrumpir de forma intempestiva en los medios?: las desgracias. En efecto, si en vuestra empresa ha ocurrido un accidente, con varios muertos y grandes pérdidas (un incendio de grandes dimensiones, por ejemplo), o una intoxicación causada por vuestra empresa o productos que haya llevado al hospital a numerosos pacientes... os aseguro que ni siquiera tendréis que convocar una Rueda de Prensa porque de inmediato tendréis la sede asediada por los periodistas –sea la hora que sea- y os pedirán información y declaraciones para llevarlas de inmediato a sus redacciones y emitirlas en ese momento. En fin, esto no era lo que buscabais, ¿verdad? Pues por eso, como lo normal es que se trate de informaciones importantes para vosotros y vuestra empresa, pero insignificantes para el resto de la sociedad, lo mejor es que deis todas las facilidades posibles a los periodistas para que estos puedan acudir a cubrir la información y después prepararla y dejarla lista para su difusión.

En definitiva, lo mejor para cualquier Rueda de Prensa es que esta se celebre entre las 10 de la mañana y las 14 horas del mediodía, siendo las horas centrales de ese periodo, entre las 11 y las 13, las mejores para conseguir nuestro propósito. Claro que, hablando de horas intempestivas, las hay para todos los gustos. En ocasiones se pide la organización de una Rueda de Prensa a las ocho de la mañana. Es cierto; por poner un ejemplo: un ponente extranjero llega a nuestro país para intervenir en un congreso y solo dispone de media hora antes del mismo para atender a los medios. Otro ejemplo intempestivo: proponer la realización de una Rueda de Prensa un sábado o un domingo (con frecuencia se organizan congresos en fines de semana y ya se sabe que la organización de congresos da pie para que hablemos a los periodistas de lo que allí presentamos y, claro, hay que contarle las cosas a los periodistas después de  nuestra presentación, no antes... Disparate tras disparate.

Como decía antes, salvo que se trate de catástrofes relacionadas con nuestra empresa, ningún periodista va a acudir a una Rueda de Prensa en sábado o domingo. ¿Sabéis por qué? Porque los periodistas son personas, son seres humanos que tienen familia, que trabajan toda la semana y se tienen bien merecido un descanso el fin de semana. Por supuesto que la mayoría de los medios no cierra en fin de semana, pero las plantillas son mínimas, la mayoría de los temas se han dejado preparados de antemano, y los pocos que quedan de retén solo saldrán en caso de que se produzca algo excepcional. Y por muy excepcional que pueda ser para un directivo el lanzamiento de un nuevo producto, o un estudio clínico, o unos resultados económicos, o los resultados de una encuesta, etc., para el resto de los mortales eso no tiene casi ningún interés.

viernes, 11 de noviembre de 2016

La hora de la Rueda de Prensa

Organizar una Rueda de Prensa lleva su tiempo y no se puede preparar de un día para otro. Aquí no puede darse un tiempo estándar de preparación, ya que este depende de múltiples factores: la preparación de las presentaciones; la elección, contratación y preparación del local; el contacto con ponentes e invitados; la necesaria búsqueda previa de información... No obstante, sería aconsejable y conveniente disponer al menos de una semana de tiempo para que cada persona que vaya a intervenir lleve perfectamente preparado lo que tiene que presentar; para que el local esté perfectamente adaptado a nuestras necesidades; para que la convocatoria sea leída con antelación suficiente por los periodistas e incluida de forma prioritaria en sus agendas, etc.

Pero ¿y la hora? Es frecuente oír a directivos prepotentes o ignorantes que piden la celebración de una Rueda de Prensa, por ejemplo, “a las siete de la tarde” porque esa hora les viene bien a ellos. No es coña. Multitud de veces me han sugerido esa hora para convocar una Rueda de Prensa y de igual forma a muchos de mis colegas les ha pasado lo mismo. Afortunadamente, yo he podido persuadir a mis jefes –casi siempre- de tal locura,  porque la hora en que se convoque debe ser buena para los periodistas no buena para los directivos. Es lógico que a los directivos les venga mejor organizar tal acto a última hora de la tarde, ya que habrán terminado sus tareas diarias y llegado el momento de los encuentros sociales. También son muy dados a proponer que se organicen estas Ruedas de Prensa al finalizar el simposio, reunión o jornada que hayan organizado o al que hayan asistido o participado. Pero ¿se han parado a pensar si esa hora le viene bien a los periodistas, los cuales no son sus empleados y no tienen por qué obedecerles?

Pensemos un poco. El periodista acude a la Rueda de Prensa y toma sus notas; después regresa a la redacción –lo cual le lleva unos cuantos minutos, más minutos cuanto mayor sea la ciudad o la distancia- y se pone a escribir la noticia. En el proceso de escribir la noticia seguramente tendrá que consultar otras fuentes, hacer alguna llamada para contrastar opiniones o ampliar la información. Una vez hecho todo esto, le pasará el texto al Redactor Jefe, el cual lo mirará y quizás le mande rectificarlo un poco, lo que llevará más tiempo. Finalmente el texto quedará listo para impresión. ¿Si la Rueda de Prensa empezó a última hora de la tarde, a qué hora habría quedado finalmente lista? Os lo voy a decir: cuando las rotativas del periódico ya estén imprimiendo a toda pastilla, o cuando los informativos nocturnos de radio o televisión ya hayan sido emitidos. “Bueno, que lo saquen al día siguiente”, suelen decir en estos casos muchos de esos directivos cuando se lo explicamos. Y yo les preguntaría a esos directivos: ¿cuando compran un diario o ven o escuchan un informativo, les gusta informarse de cosas que han pasado hace un par de días? Sin duda que no. Noticia es lo que sucede hoy... lo demás no es noticia, es... Historia.

Para colmo, sólo los medios digitales gozan de agilidad plena. Cualquier medio digital puede colgar una noticia a cualquier hora del día o de la noche. Pero la prensa escrita necesita toda una noche para imprimir el periódico y hacerlo llegar a los puntos de venta. Por su parte, la televisión no puede dar noticias sin imágenes y eso significa “elaboración”, una palabra que también se puede traducir como “tiempo”. Y en cuanto a la radio, esta tiene más agilidad ya que no tiene imágenes, ni fijas (fotos) ni móviles (video), pero tiene otra cosa que se llama “parrilla de programación” y cualquier noticia deberá esperar, como poco, al siguiente espacio informativo.

jueves, 10 de noviembre de 2016

Ruedas de Prensa: la fecha que le conviene ¿a quién?

El directivo prepotente suele exigir la celebración de una Rueda de Prensa el día y hora que mejor le conviene a él. Pero ¿le viene bien a los periodistas? Resulta que el directivo no se da cuenta que los periodistas no son empleados suyos, no están a sueldo en su empresa u organización. No entiende ese directivo que los periodistas no son sus empleados, que él puede dar órdenes a su responsable de Comunicación, pero no a los periodistas.

Cuando se fije la fecha para una Rueda de Prensa es imprescindible echar antes una ojeada a los acontecimientos que haya programados para la misma, tanto propios del sector como generales. Por ejemplo, podemos saber si en esa fecha se va a celebrar en la ciudad un congreso al que acudirán la mayor parte de los periodistas que cubren este tipo de noticias. También podemos saber si alguna otra empresa competidora o algún organismo oficial tiene anunciada alguna convocatoria de prensa en esa fecha. Las agendas de actos se pueden consultar en los avances que diariamente dan las agencias de noticias (para cualquier departamento de Comunicación es imprescindible estar suscrito a alguna agencia de noticias). Agendas de futuros actos vienen igualmente en las revistas (impresas y digitales) propias del sector. De igual forma, numerosas webs del sector incluyen también este tipo de agendas. En resumen, no hay que olvidar este primer paso de consultar las agendas y colocar nuestra convocatoria un día en que haya pocas alternativas donde escoger para los periodistas, de tal forma que alcancemos así un mayor porcentaje de posibilidades de que acudan a la nuestra. Por supuesto esto no garantiza que acudan a nuestra convocatoria, entre otras cosas porque desde que nosotros enviemos a esas mismas fuentes de noticias nuestra convocatoria, es muy probable que alguien más escoja esa misma fecha para colocar allí también su convocatoria. Pero también es lógico reconocer que si esos otros son buenos profesionales, habrán hecho lo mismo que nosotros y habrán buscado otras fechas menos concurridas. A todo aquél que organiza una Rueda de Prensa le gusta triunfar y para ello se tienen más posibilidades si ese día no hay ninguna otra cosa de nuestro sector que sea noticiable. Debo decir que esto es tan cierto como la buena relación que suele existir entre los profesionales de Comunicación de las distintas empresas de un mismo sector... aun siendo empleados de empresas competidoras, se relacionan entre ellos, hablan y se consultan diversos aspectos profesionales y –llegado el caso- se pondrán de acuerdo para no fastidiarse mutuamente con una determinada convocatoria. Yo mismo he vivido casos en que dos empresas competidoras nos hemos puesto de acuerdo para no coincidir con una convocatoria de prensa en una misma fecha. Otras veces, por supuesto, es imposible encontrar otra fecha, por muy buena voluntad que se ponga. En este último caso, el acuerdo puede lograrse evitando la coincidencia horaria.


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miércoles, 9 de noviembre de 2016

Directivos prepotentes

A lo largo de mi vida he conocido muchos directivos. Normalmente no piden opinión al responsable de Comunicación sino que imponen sus condiciones: “Quiero que me organices una Rueda de Prensa para pasado mañana (que es cuando tengo un rato libre), a las siete de la tarde (que es la hora que mejor me viene), en tal sitio (porque tengo que estar allí por otro asunto)”. Y cuando el responsable de Comunicación le pregunta qué se va a anunciar en esa Rueda de Prensa, el directivo le responde de una forma muy vaga, entre otras cosas porque ni él mismo tiene muy claro lo que va a decir... ya improvisará. Esto que acabo de poner entre comillas es una auténtica barbaridad, un disparate... y sin embargo es real... y por desgracia es extremadamente frecuente.

Esa clase de directivos prepotentes sólo piensan en ellos mismos y creen que todo el mundo gira en torno suyo. Suelen manifestar su poder de manera dictatorial, dando siempre órdenes y sin escuchar a los demás, y esa forma de ejercer el poder crea adeptos... empleados que se pliegan a sus deseos sin contradecirle, entre otras cosas porque lo único que conseguirían si les llevasen la contraria sería enfurecerlos... y poner en peligro su puesto de trabajo o cuando menos sus posibilidades de carrera dentro de la empresa. En otras palabras, el responsable de Comunicación que le indica a ese directivo lo erróneo de sus planteamientos, sabe que no va a conseguir hacerle cambiar de opinión, que lo único que conseguirá será un enfrentamiento... y que finalmente tendrá que acceder y hacer las cosas tal como se lo ordenan... Si esto era frecuente hasta hace algunos años, ahora es infinitamente mucho peor, porque esos directivos saben que un puesto de trabajo es un bien escaso, tan escaso que hay miles de candidatos perfectamente cualificados dispuestos a hacer ese mismo trabajo por menos dinero del que están pagando al que actualmente ejerce esa labor de responsable de Comunicación.


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martes, 8 de noviembre de 2016

La palabra que se puede pronunciar pero no se puede escribir

¿Existe en español alguna palabra que esté reconocida oficialmente pero que –aun pudiendo pronunciarse- no pueda escribirse? La respuesta ante tan insólito planteamiento es: “Sí”.

La escritora Tessa Barlo ha hecho la siguiente consulta a la Real Academia de la Lengua Española (RAE): ¿Cómo se escribe el imperativo de salirle?”. Y esta ha sido la respuesta de la RAE:
La interpretación forzosa como dígrafo de la secuencia gráfica ll en español hace imposible representar por escrito la palabra resultante de añadir el pronombre átono "le" a la forma verbal "sal" (imperativo no voseante de segunda persona de singular del verbo salir), oralmente posible si, por ejemplo, ordenáramos a alguien salir al paso o al encuentro de otra persona aludida con el pronombre "le": [sál.le al páso], [sál.le al encuentro]. Puesto que los pronombres átonos pospuestos al verbo han de escribirse soldados a este, sal + le daría por escrito "salle", cuya lectura sería forzosamente [sá.lle], y no [sal.le].
Nota.- Entre corchetes, la trascripción fonética que hace la RAE.

En definitiva, sí existe una palabra en español que podemos pronunciar pero no podemos escribir.

Por qué y para qué una Rueda de Prensa

Lo primero que habríamos de preguntarnos es por qué y para qué queremos convocar una Rueda de Prensa. ¿Es realmente necesario? ¿Son las Ruedas de Prensa la panacea para asegurarnos que vamos a salir en todos los medios de comunicación tal y como deseamos? Para analizarlo hay que hacerlo de forma diferenciada según dos supuestos que se dan en todas las empresas y organizaciones; esos dos supuestos se refieren a la persona que desea realizar la Rueda de Prensa: el responsable de Comunicación o el directivo de turno (llámese presidente, director general, director de Marketing, o como quiera que se llame).

Si quien propone la realización de una Rueda de Prensa es el responsable de Comunicación (y damos por sentado que se trata de un experto profesional en su campo), debemos suponer igualmente que está suficientemente bien razonada, que hay algo importante que comunicar y esto debe hacerse de forma simultánea a todos los medios. Aún así, el responsable de Comunicación deberá preguntarse si esta es imprescindible o si, por el contrario, puede conseguirse el mismo objetivo de otra forma. No olvidemos nunca que los medios de comunicación cada vez cuentan con menos periodistas y que estos se enfrentan cada día a la ardua tarea de seleccionar aquellas convocatorias a las que merece la pena asistir. Si una vez hecho este análisis sigue convencido que la mejor forma de lograr el objetivo es hacer la Rueda de Prensa, en ese caso puede seguir adelante siguiendo los sucesivos pasos que iremos comentando a lo largo de este libro.

Ahora bien, hay otro supuesto que se da con demasiada frecuencia: quien pide (o exige) al responsable de Comunicación que organice una Rueda de Prensa, es su jefe (presidente, director, etc.). Cuando se da este supuesto, el responsable de Comunicación (si de verdad es un auténtico profesional) se echará a temblar porque lo habitual en estos casos es que el asunto a comunicar no tenga la suficiente relevancia. Los directivos aman el poder y el hecho de sentirse centro de atención, con todas las cámaras y micrófonos apuntando hacia ellos, les causa tal éxtasis que –si por ellos fuera- convocarían Ruedas de Prensa todos los días. Para ellos el tema es lo de menos, porque se creen tan importantes que piensan que para los periodistas es un privilegio el simple hecho de estar atendiéndoles.

lunes, 7 de noviembre de 2016

Ruedas de prensa: Todo un mundo

El mundo de la Comunicación es muy amplio y hoy voy a animaros a buscar información sobre algo que parece muy sencillo y no lo es: la organización de una Rueda de Prensa. Este pequeño apunte –emulando a un antiguo y popular anuncio de CocaCola- está escrito especialmente: para los directivos de cualquier empresa u organización que deban autorizar la realización de estos actos; para los expertos que deban intervenir como ponentes en las mismas, para los jefes y directores de Comunicación que con más o menos frecuencia organizan Ruedas de Prensa; para los técnicos y empleados que trabajan en los departamentos de Comunicación; para los directivos y mandos intermedios de los departamentos de Marketing, para quienes una adecuada utilización de esta herramienta puede reportar múltiples beneficios; para los periodistas que asisten a este tipo de actos; para los directivos de medios de comunicación que deciden a qué tipo de Ruedas de Prensa deben acudir sus empleados; para los estudiantes de Periodismo y Ciencias de la Información; para todos aquellos lectores interesados en el mundo de la Comunicación...

Es cierto que existen muchos libros de Comunicación en los que se habla de las Ruedas de Prensa ya que forman parte del día a día en cualquier departamento de Comunicación; sin embargo no hay ninguno que se dedique por entero a esta actividad de comunicación.

Pudiera parecer a simple vista que la simple organización de un acto de estas características es sencillo, fácil de organizar para cualquiera... pero no lo es y de ahí los constantes fracasos y decepciones que provoca cuando tras su ilusionante preparación los resultados son muy pobres tanto en presencia de medios como en noticias posteriores publicadas. Pero tampoco quiero desanimar a nadie, antes al contrario animarlos a utilizar esta herramienta de la mejor manera posible para obtener con ella el éxito esperado... pero como con cualquier otra herramienta hay que saber utilizarla y si no nos leemos antes el manual de instrucciones no deberíamos extrañarnos con problemas, atascos, malos resultados... posteriores. Es cierto, organizar una Rueda de Prensa no es excesivamente difícil, pero sí que es laborioso y –sobre todo- es algo que no siempre resulta conveniente.

En general, todos los libros de Comunicación (o la gran mayoría de ellos) están escritos por profesionales que están en activo. Esto significa que los mismos deben ser “políticamente correctos” a la hora de expresar sus opiniones y puntos de vista ya que, de no hacerlo así, echarían por tierra su prestigio o se granjearían enemistades y, en consecuencia, se estarían cerrando caminos de posibles colaboraciones profesionales. Pues bien, este no es mi caso. Después de más de cuarenta años en el mundo de la Comunicación, ya estoy jubilado y no debo “obediencia” a ninguna compañía u organización ni espero absolutamente nada de ellas. Esto significa que mis opiniones –sean acertadas o no, según estime el lector- son por encima de todo independientes y no deben pleitesía a nadie. Diré cosas descarnadas, cosas que muchas veces se piensan pero nadie se atreve a decir porque es “políticamente incorrecto”, pero que si es verdad... ¿por qué no vamos a decirlo y a considerarlo así a la hora de hacer el trabajo? En definitiva, con mis aportaciones a este blog yo no busco congraciarme con nadie, ni ganar prestigio, ni ganar clientes... mis opiniones son simplemente el reflejo de muchos años de experiencia.