Hablando como
estamos, de las Ruedas de Prensa, una cosa debe quedar clara: las noticias que
dan las empresas a través de sus Ruedas de Prensa no tienen ni la suficiente
importancia, ni el suficiente interés, ni la suficiente trascendencia, como
para hacer que se pare una rotativa o se interrumpa un programa de radio o
televisión para dar un avance informativo. Mejor dicho, hay ocasiones en que sí
tiene esa noticia la suficiente fuerza como para lograr tal cosa... pero no
creo que a ningún directivo le apetezca esa posibilidad. ¿Sabéis que noticias
son esas capaces de irrumpir de forma intempestiva en los medios?: las
desgracias. En efecto, si en vuestra empresa ha ocurrido un accidente, con
varios muertos y grandes pérdidas (un incendio de grandes dimensiones, por
ejemplo), o una intoxicación causada por vuestra empresa o productos que haya
llevado al hospital a numerosos pacientes... os aseguro que ni siquiera
tendréis que convocar una Rueda de Prensa porque de inmediato tendréis la sede
asediada por los periodistas –sea la hora que sea- y os pedirán información y
declaraciones para llevarlas de inmediato a sus redacciones y emitirlas en ese
momento. En fin, esto no era lo que buscabais, ¿verdad? Pues por eso, como lo
normal es que se trate de informaciones importantes para vosotros y vuestra
empresa, pero insignificantes para el resto de la sociedad, lo mejor es que
deis todas las facilidades posibles a los periodistas para que estos puedan
acudir a cubrir la información y después prepararla y dejarla lista para su
difusión.
En definitiva,
lo mejor para cualquier Rueda de Prensa es que esta se celebre entre las 10 de
la mañana y las 14 horas del mediodía, siendo las horas centrales de ese
periodo, entre las 11 y las 13, las mejores para conseguir nuestro propósito.
Claro que, hablando de horas intempestivas, las hay para todos los gustos. En
ocasiones se pide la organización de una Rueda de Prensa a las ocho de la
mañana. Es cierto; por poner un ejemplo: un ponente extranjero llega a nuestro
país para intervenir en un congreso y solo dispone de media hora antes del
mismo para atender a los medios. Otro ejemplo intempestivo: proponer la
realización de una Rueda de Prensa un sábado o un domingo (con frecuencia se
organizan congresos en fines de semana y ya se sabe que la organización de
congresos da pie para que hablemos a los periodistas de lo que allí presentamos
y, claro, hay que contarle las cosas a los periodistas después de nuestra presentación, no antes... Disparate
tras disparate.
Como decía
antes, salvo que se trate de catástrofes relacionadas con nuestra empresa,
ningún periodista va a acudir a una Rueda de Prensa en sábado o domingo.
¿Sabéis por qué? Porque los periodistas son personas, son seres humanos que
tienen familia, que trabajan toda la semana y se tienen bien merecido un
descanso el fin de semana. Por supuesto que la mayoría de los medios no cierra
en fin de semana, pero las plantillas son mínimas, la mayoría de los temas se
han dejado preparados de antemano, y los pocos que quedan de retén solo saldrán
en caso de que se produzca algo excepcional. Y por muy excepcional que pueda
ser para un directivo el lanzamiento de un nuevo producto, o un estudio
clínico, o unos resultados económicos, o los resultados de una encuesta, etc.,
para el resto de los mortales eso no tiene casi ningún interés.
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