viernes, 31 de marzo de 2017

El día que me comí un mochuelo

El mochuelo es un ave parecida al búho pero de pequeño tamaño, más o menos como un pollito o una codorniz. Es de costumbres nocturnas y se alimenta de ratones, pequeños insectos, etc. que caza por la noche. Y que sepamos, no se vende en ninguna carnicería ni supermercado, vamos, que no está incluida en la lista de animales que come un ser humano.

Sin embargo un día yo me comí literalmente, un mochuelo con patatas. Resulta que mi hermano regresaba a Madrid después d euna excursión con el coche cuando vió como un pájaro se estrellaba contra el parachoques del coche. Tras el impacto paró a ver qué había pasado y allí encontró al pobre mochuelo cadáver por traumatismo general severo y parada cardiorrespiratoria. En vez de dejarlo allí lo recogió y lo trajo a casa. Al llegar nos enseñó el cadáver del pobre mochuelo al que había atropellado y entonces yo dije: ¡dámelo, que me lo como! Y no es que pasase hambre en mi infancia, es que me gustaban las aventuras y la caza, y eso de probar un animal exótico me ilusionaba.

Como siempre pasa, la parte desagradable le tocó a mi madre, que desplumó y preparó el cochuelo en un guiso de patatas especial para mí que –no sé por qué- nadie más quiso probar. Afortunadamente el guiso era con patatas porque si no sí que hubiera pasado hambre: una vez quitada la cabeza, de mochuelo quedaba bien poco. Pero en honor a la verdad, debo decir que el guiso me resultó exquisito.

jueves, 30 de marzo de 2017

Día es un satélite

Sí, ya sabemos que Día es una cadena de supermercados, pero también es el nombre de un satélite, uno bien pequeño por cierto. Día sólo tiene 2 Km. de diámetro, orbita a Júpiter a 12,5 millones de Km. y tarda en completar su órbita 288 días. A los astrónomos les costó mucho tiempo seguir su órbita y, quizás por eso, cuando al fin la establecieron consideraron que aquél era un feliz día, y por eso cambiaron su nombre provisional de S2000/J11 por el de Día.

Estas y otras curiosas informaciones puedes leerlas en “Planetas y satélites”, una revisión completa de nuestro sistema solar: 

miércoles, 29 de marzo de 2017

El día que me ofrecieron un millón

Tenía nueve años y acaba de venir a vivir a Madrid. Yo era un chico de pueblo, bastante inocente, vamos, un “pardillo” que se dice (como ahora, aunque ya tenga más de 60 años). En el colegio me hice amigo de un tal Óscar, que era venezolano, cuya familia tenía mucho dinero y debía ser verdad. En ocasiones iba a su casa a jugar, un piso lujoso y amplísimo en la calle Guzmán el Bueno, en donde no sólo se veía el lujo en los muebles y en el propio piso, sino también en todos los juguetes que tenía: nunca había visto unas reproducciones tan grandes y perfectas de dinosaurios de goma (debían ser carísimas), y a pesar de su corta edad tenía su tocadiscos propio y muchos discos, además como ya digo de todo tipo de juguetes. Un día, por ejemplo nos fuimos dos amigos con él a visitar una feria y nos lo estábamos pasando bomba montando en todo... hasta que a mi amigo y a mi se nos acabó el dinero que nos habían dado nuestros padres. Entonces él dijo que no importaba, que nos invitaba. Y así fue, y seguimos mucho tiempo más divirtiéndonos los tres y pagando sólo él.

Como nos llevábamos tan bien, un buen día me dijo que me iba a regalar un millón de pesetas (eso sería ahora como decirte que te van a regalar un millón de euros). Me quedé alucinado y... me lo creí. Cuando llegué a casa corrí loco de contento a darle a mis padres la buena nueva: nos iban a regalar un millón de pesetas. Naturalmente mis padres se lo tomaron a broma (“cosas de chicos”, dijeron) lo cual me desconcertó, porque yo confiaba en mi amigo, sabía que su familia tenía mucho dinero, y me había tragado su embuste hasta el final.

Poco a poco, y según fueron pasando los días sin que mi amigo volviese a tocar el tema, me fui dando cuenta que todo había sido una tomadura de pelo, pero me resultó muy útil aquella experiencia para descubrir de qué pasta están hechos los seres humanos y una buena parte de mi inocencia (aunque no toda, afortunadamente) murió aquél día.

martes, 28 de marzo de 2017

El mayor asteroide de nuestro sistema solar

Palas (545 Km. de diámetro) es el mayor asteroide de nuestro sistema solar. Está en el cinturón de asteroides, entre Marte y Júpiter, y si la Unión Astrofísica Internacional no lo ha ascendido a la categoría de planeta enano, es porque se ha dejado la casa sin barrer, es decir, no ha limpiado de pequeñas rocas su entorno, tal como hacen los planetas.

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lunes, 27 de marzo de 2017

El coche sabio

Todo aquél que haya tenido un SEAT 600 os habrá hablado maravillas de él. Por muy pequeño y rudimentario que fuese, siempre pudieron vivirse con él las más asombrosas aventuras; pero este pequeño cohechito también me demostró en una vez su inteligencia.

Circulaba por unos barrios desconocidos de Madrid cuando de repente se escuchó un ruido como de golpeteo repetido dentro del motor. Inmediatamente me eché a un lado de la calle y aparqué junto a la acera. Me bajé. Abrí el capó. Miré. La vería era evidente: se había roto la correa del ventilador y yo, desde luego, no tenía ni idea de cómo se arreglaba eso. Levanté la mirada para ver dónde estaba y... ¡había aparcado junto a la entrada de un taller mecánico! 

domingo, 26 de marzo de 2017

Europa es el satélite más liso

El satélite de Júpiter Europa es el que muestra una superficie más isa y con menos accidentes geográficos de todo nuestro sistema solar. En realidad su superficie es una inmensa capa de hielo que cubre un océano líquido interno, y por diversas grietas salen al exterior géiseres de vapor de agua que llegan a alcanzar 200 Km. de altitud. Si hay agua y hay calor, puede haber vida; y la NASA ya ha tomado buena nota certificando que esas grietas pueden ser la puerta de entrada para explorar en un futuro ese océano interior.

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sábado, 25 de marzo de 2017

¿Qué salvarías en un incendio?

Cuando tenía 10 años y me encontraba en casa con mis padres –debía ser la hora de cenar, más o menos- surgió la alarma: humo por la escalera y unos gritos diciendo “¡fuego!”. La histeria hizo acto de presencia y mis padres nos conminaron a que saliésemos a la calle cuanto antes. Pero si era verdad que había fuego, yo no podía irme dejando allí mis más sagradas pertenencias. No obstante sólo tenía dos manos y estaba claro que si salía era para no volver a entrar hasta que se hubiese apagado el fuego y por lo tanto tenía que escoger muy bien qué salvaba del fuego puesto que sólo haría un viaje de salida. En fracción de segundos decidí qué (a quién) salvaría del fuego: a mi periquito (con su jaula, naturalmente), a mi álbum de cromos, y al pez que tenía en una pecera redonda de cristal. Con esas tres sagradas pertenencias bajé a la calle (a esa edad no recuerdo, ni me fijé, qué cosas habían salvado mis padres y hermanos) y poco después se aclaró todo que quedó en una simple alarma ya que lo único que ardió fueron las faldilla de una mesa camilla y todo quedó en un simple susto.

Como se ve, para un niño las prioridades son otras muy distintas a las de un adulto. Muchos años después, estando en un hotel en Menorca, comenzaron a oírse gritos de “¡fire! ¡fire!” y unos golpes en las puertas de las habitaciones. Como ya estábamos dormidos mi respuesta fue gritarles para que dejasen de hacer el gamberro; poco después, como todo seguía igual, mi siguiente fase fue insultarles para que me dejaran dormir; y finalmente, ante la insistencia, abrí al puerta y vi gente corriendo asustada y un ligero olor a humo en el pasillo. Parecía evidente que aquello era un incendio, así que desperté a la familia y yo cogí lo más sensato: documentación y dinero; lo demás poco importaba, ni siquiera las zapatillas (ya me compraría otras con el dinero). Como la escalera de incendios estaba al lado, bajamos por ella y nos fuimos reuniendo todos en torno a la piscina mientras aguardábamos instrucciones. El espectáculo no podía ser más curioso: algunos habían bajado en calzoncillos, otros perfectamente arreglados e incluso con la maleta, unos se mostraban asustadísimos y otros reían haciendo chistes... Al final el incendio fue cosa de poco, aunque al ser captado por los conductos del aire acondicionado todo ese humo, hizo que la alarma fuese mayor de lo que realmente era.

viernes, 24 de marzo de 2017

Ganímedes es el número uno

El satélite de Júpiter Ganímedes es el más grande de todos los satélites de nuestro sistema solar, con 5.262 Km. de diámetro; es más grande incluso que Mercurio o Plutón. 

Además, es el único satélite que tiene un campo magnético importante, tal como sucede en muchos planetas.

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jueves, 23 de marzo de 2017

Siesta interrumpida

El portero de la casa donde vivía de joven acostumbraba a echarse la siesta en la acera de la calle, junto al portal, echando la silla hacia atrás de tal forma que sólo tocaban el suelo dos patas y el resto de la silla con el peso de su cuerpo descansaba sobre la pared. De esta forma pasaba las largas horas de calor y sopor del verano durante la esa hora después de comer en que el cerebro se adormece ya que el estómago necesita toda la energía para digerir los alimentos. Pero hubo un día en que esa siesta se vio interrumpida de una forma insospechada.

Cuando un niño está aburrido y no sabe en qué entretenerse... ¡peligro! porque puede hacer cualquier trastada, y eso es lo que hice aquél día. Estaba dando vueltas sin saber qué hacer y salí a la terraza (un octavo piso). Coloqué una larga fila de chapas de bebidas sobre la barandilla de la terraza, y cuando las tuve perfectamente alineadas comencé a darles papirotazos (cuando el dedo pulgar y el índice se juntan y a continuación se sueltan con fuerza para impulsar un objeto) lanzando una tras otra todas las chapas hacia la calle.

Imaginaos el espectáculo. El portero durmiendo la siesta reclinado sobre la pared, cuando de repente empieza a caer desde las alturas una lluvia de chapas. Supongo que debió pegar un respingo de su silla, si es que no se cayó del susto, y... subió a casa a protestar por la gamberrada que no podía venir de otro vecino más que yo. 

miércoles, 22 de marzo de 2017

Un planeta enano y muchos asteroides

En el cinturón de asteroides que orbita entre Marte y Júpiter hay un planeta enano, Ceres (952 Km. de diámetro) y muchos asteroides. 

Los principales asteroides son: Palas (545 Km. de diámetro), Vesta (530 Km.),  Higia (407 Km.) y Juno (234 Km.).

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martes, 21 de marzo de 2017

No es normal

Os voy a contar una cosa (si queréis podéis llamarle “coincidencia”) que me sucedió ayer, 20 de marzo de 2017. Ese día salí a dar un paseo por el campo y como hacía mucho sol busqué en el maletero a ver si tenía alguna gorra. Allí encontré una antigua gorra que había comprado en el año 2006 (¡hacía once años!) cuando fui a la carrera de Fórmula 1 que se celebró en el circuito de Monza (Italia). La gorra era del piloto David Coulthard. Para quien no esté familiarizado con la Fórmula 1 le diré que este es un piloto ya retirado (su última carrera fue en el año 2008) y era del montón, es decir, participó en 246 carreras y obtuvo 13 victorias, sin haber ganado nunca un Gran Premio, aunque en más de 60 carreras acabó entre los tres primeros. No era, pues una estrella, pero su gorra sí que era muy bonita y eso fue lo que me animó a comprármela. Y allí permanecía, desde no sé cuándo, en una bolsa dentro del maletero. Y este día fue uno de esos pocos en que –a falta de otra gorra más actual de las que tengo en casa- tuve que recurrir a dicha gorra del año 2006. En fin, que me la puse y me di un paseo por el campo; nada fuera de lo normal. Eso vendría después.

Al regresar a casa me senté en la terraza a tomar el aperitivo y leer la prensa deportiva, concretamente el As. La lectura, junto con la cerveza y las patatas fritas, transcurría con normalidad... hasta que llegué a la página 38 del As: allí venía una noticia relativa a... ¡David Coulthard!

Yo estoy seguro que ese día ha tenido que ser el único en los últimos años en que el As ha dedicado una noticia a este piloto, uno del montón y ya retirado desde 2008... y tuvo que ser en el mismo día en que yo recurrí a esa gorra abandonada y olvidada desde hacía tanto tiempo en el maletero.

¿Es esto una coincidencia? ¿Es una casualidad?... ¿Cuántas son las probabilidades de que un periódico hable de un deportista olvidado y sea ese mismo día cuando vosotros encontráis por “casualidad” algo relativo al mismo?... Raro sí que es. 

lunes, 20 de marzo de 2017

Fobos es el satélite más cercano

¿Sabías que Fobos es el satélite que orbita más cerca de su planeta? Pues sí, este pequeño satélite de sólo 22 Km. de diámetro está a sólo 9.377 Km. de Marte, la distancia más cercana en todo nuestro sistema solar. Y sin embargo es tan pequeño que, desde la superficie de Marte sólo se ve como una simple estrella.

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domingo, 19 de marzo de 2017

Mitos desvelados: Los audímetros sí existen

Escribía en este mismo blog hace años un post titulado “¿Pero hubo alguna vez 3.000 audímetros?” dudando que fuese cierta su existencia pues, a pesar de haber estudiado la carrera de Publicidad y haber ejercido la profesión de Publicitario –primero- y Comunicador –después- nunca llegué a ver ninguno de estos aparatos.

Para quien no lo sepa, resumiré que el audímetro es un aparato que se conecta al televisor y registra automáticamente los programas que se están viendo. El televidente lo único que tiene que hacer es indicar, a través de un mando que le facilitan, qué personas están viendo la televisión en ese momento (las censadas en el domicilio de las que se conoce sexo, edad, nivel cultural y económico; y los eventuales invitados, de los que sólo se indica sexo y rango de edad). La compañía que se dedica a esto elige 3.600 hogares que sean representativos de la totalidad de la población del país, y los datos obtenidos permiten conocer –por extrapolación- cuáles han sido cada día los programas y canales de televisión más vistos, por cuántas personas y por qué clase de audiencia. La importancia de esto es capital, ya que la audiencia es la que determina que los anunciantes vayan a ese canal y ese programa, y así vemos a diario cómo los programas que no obtienen la audiencia esperada son eliminados fulminantemente de la programación aunque sólo hayan salido dos días en antena. Es decir, miles de millones de inversión publicitaria, y miles de puestos de trabajo, dependen de los resultados de audiencia, de los resultados arrojados por esos audímetros. Siendo esto así ¿cómo es que nunca he visto un audímetro y nunca he conocido a nadie que tenga un audímetro? ¿Es todo pura falacia? ¿Es un mito la existencia de tales aparatos?

Tranquila, audiencia de este blog, que vamos a desvelar a continuación la realidad de este mito: los audímetros sí existen. En efecto hay unos 3.600 repartidos por toda España, y si no los hemos visto es por pura matemática: 3.600 hogares sobre más de 10 millones de hogares que hay en España, es una proporción muy baja y por eso no nos hemos topado con ninguno de ellos. Pero sí existen porque puedo dar fe, aquí mismo, y después de tantos años arrastrando esta duda, que al fin he visto y tocado uno de ellos en pleno funcionamiento en uno de esos hogares. No puedo decir más porque ha de mantenerse el secreto; de no hacerse así, los poseedores de tales aparatos recibirían todo tipo de sobornos para conectar sus aparatos a la hora y día que el sobornador les indicase, poniendo además como espectadores a todos los habidos e inventados, y de esta forma conseguir que esa cadena y/o programa figurase como de gran éxito y los anunciantes corriesen locos a anunciarse allí.

Los audímetros sí existen, pues, y la fiabilidad de los datos de audiencia que cada día nos anuncian en los medios de comunicación depende de lo ajustada que esté la elección de esos hogares para que sean de verdad representativos del total nacional.

sábado, 18 de marzo de 2017

Sorteo Champions: Tongo fallido (Ian Rush la cagó esta vez)

El sorteo para cuartos de final de la Champions nos ha deparado otro episodio surrealista: el tongo fallido.

El encargado de sacar las bolas (¿calientes? ¿frías?...) fue nuevamente Ian Rush, el mismo que en el sorteo previo de grupos hizo correr ríos de tinta cuando cogió una bola, sacó el papel, bajó las dos manos por debajo de la mesa (fuera del alcance de las cámaras de televisión) y las volvió a subir sólo que esta vez el papel estaba en la otra mano y era el del Real Madrid que iba a parar... ¡al grupo más fácil!

Pues esta vez ha sido nuevamente él, sólo que ahora la cagó... se equivocó. Salió primero el Atlético de Madrid. Metió la mano y cogió una nueva bola. La abrió. Leyó el papelito: Leicester. En ese momento el mundo se le vino encima. Se había equivocado. ¡La bola del Leicester era para el Real Madrid! Pero el pobre (quiero decir el tramposo compinche de los tramposos) Ian Rush ya no podía dar marcha atrás y nadie podía venir a su rescate como sí sucedió en la ceremonia de los Oscar. Ian Rush tragó saliva consciente del inmenso error que había cometido y a partir de ahí comenzaron a temblarle las manos durante todo el resto del sorteo.

Se puede apreciar en la grabación (disponible en youtube, al igual que está disponible su burda maniobra en el sorteo de la fase de grupos) cómo él no padece parkinson, cómo en la fase de grupos no le temblaban las manos, cómo al extraer la bola del Atlético de Madrid no le temblaban las manos, cómo al extraer la bola del Leicester no le temblaban las manos, y cómo a partir del momento en que lee la papeleta que dice “Leicester” le empiezan a temblar las manos y ya no hay quien pare ese temblor durante todo el sorteo.

No es de extrañar que cuando después los reporteros trataban de conseguir declaraciones de Florentino Pérez, éste los ignoraba por completo y no decía nada. El tongo –esta vez- les había fallado.

Documentos gráficos.- 
Sorteo fase grupos.- Roberto Carlos saca una bola pero no llega a abrirla. Se da cuenta que no es la que tiene que sacar así que la mete y saca otra: https://www.youtube.com/watch?v=PaNrm__KQHw
Ian Rush, como un burdo trilero esconde las manos y da el cambiazo: https://www.youtube.com/watch?v=FzQ4hvUdCcw
Sorteo de cuartos.- A partir de sacar la bola del Leicester comienza a ponerse nervioso y le tiemblan las manos por su error. El temblor se mantiene durante todo el sorteo y al final es tan evidente que al sujetar el papelito del Barcelona tiene que encoger todos los dedos para que no se note:

viernes, 17 de marzo de 2017

Mitos desvelados: El Quijote sí lo ha leído alguien

Nadie osa decir una mala palabra sobre la obra de Miguel de Cervantes, “El ingenioso hidalgo Don Quijote de La Mancha”, más popularmente conocida como “El Quijote”, sino todo lo contrario: la califican de  “obra maestra de la literatura española” y, si nos atenemos a las cifras, es uno de los libros más vendidos en toda la historia de la humanidad y uno de los que ha sido traducido a más idiomas... tanto es así que tan solo la Biblia y quizás algún otro título, puede llegar a hacerle sombra. Pero después de tanta palabrería, surge la pregunta: ¿hay alguien que haya leído entero el Quijote?

Cualquier hogar que se precie de tener una buena biblioteca, guarda en sus estantes una obra del Quijote, y no hay niño/a en España a quien no le hayan “obligado” a leer algunos fragmentos de esta obra. Pero una cosa es conocer de qué va la historia, e incluso haber leído en el colegio y por obligación, algún capítulo, y otra cosa muy distinta es haber elegido libremente, y sin ningún tipo de coacción, la lectura de esta obra como forma genuina de entretenimiento y enriquecimiento cultural.

Así las cosas, cuando hablas con la gente normal sobre esta obra, todos responden lo mismo “sí, lo leí cuando iba al colegio” (en realidad quieren decir que leyeron por obligación algún fragmento), y todos reconocen finalmente que nunca lo han leído completo a pesar que muchos de ellos recuerdan haber visto algún ejemplar en su casa.

Por consiguiente ha ido tomando fuerza a lo largo de los años la creencia popular, ya transformada en mito, según la cual todos conocen este libro pero nadie lo ha leído completo.

Como aquí en este blog llamado “palabras inefables”, estamos para desfacer entuertos cual caballeros andantes, alzamos nuestra lanza y nuestra voz para proclamar a los cuatro vientos que eso es mentira, que sí existe alguna persona que ha leído el Quijote completo de forma libre y voluntaria, y que además ha disfrutado muchísimo con su lectura, la cual la ha completado en menos de un mes. ¿Cómo puedo demostrarlo? Muy sencillo: ese lector he sido yo y lo he terminado de leer hace un momento.

jueves, 16 de marzo de 2017

En Marte hace frío, pero no tanto

El rango de temperaturas en Marte va desde los –143º C a los +17º C, aunque en las zonas ecuatoriales y en verano la temperatura puede llegar a los 20º C. Lo que sí llama la atención son los grandes cambios de temperatura debido a la ligereza de su atmósfera y baja presión atmosférica. Se dice que si estuviésemos en Marte tendríamos los pies calientes y la cabeza fría ya que entre la temperatura a nivel de suelo y la temperatura a nivel de unos metros más arriba puede haber varios grados de diferencia.
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miércoles, 15 de marzo de 2017

Tú me presentas, yo te sorprendo

El primer día que entré a trabajar en Zeltia Agraria (después se llamaría ICI-Zeltia y hoy se llama Syngenta) me presentaron a las personas que allí trabajaban y, en especial, a las dos personas que más directamente trabajarían conmigo: Javier Cebríán, como mi adjunto, y Aurora, como secretaria.

Al acabar aquella primera jornada de trabajo, salíamos juntos los tres y entonces Aurora me dijo: “Te voy a presentar a mi marido, que me está esperando abajo”. ¡Cuál no fue su sorpresa cuando al acercarnos a su marido, este y yo nos miramos y corrimos alborozados a darnos un gran abrazo! Resulta que su marido era José Manuel López Vuelta, un amigo de los tiempos de juventud y guateques, al que no veía desde hacía mucho tiempo.

martes, 14 de marzo de 2017

Calisto es el más anciano de todos

De todos los satélites que forman parte de nuestro sistema solar, Calisto es el más antiguo de todos, habiéndose estimado la antigüedad de su superficie en más de 4.000 millones de años. Si a los viejos nos salen arrugas, a los satélites viejos lo que les envejece son los impactos de asteroides, y Calisto tiene tantos cráteres de impacto que cualquier nuevo impacto que suceda en el futuro por fuerza ha de caer encima de alguno de los ya existentes.

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lunes, 13 de marzo de 2017

¡Te dan un sueldo por reproducirte!

Sí, como lo has oído: Puedes ganar un sueldo de 1.800 euros al mes a cambio de casarte y reproducirte con una preciosa chica islandesa o un guapísimo hombre islandés (según sea tu sexo). 
En Islandia quieren aumentar la población y han optado por esta innovadora medida. 
¿No es acaso el más placentero de los trabajos que puedes encontrar?

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domingo, 12 de marzo de 2017

El objeto más rojo de nuestro sistema solar

¿Sabías que Amaltea es el objeto más rojo de nuestro sistema solar? Pero ¿quién es Amaltea? Pues es un satélite que orbita a Júpiter a una distancia media de 181.000 Km., y tiene una forma irregular de 262x146x134 Km.
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sábado, 11 de marzo de 2017

Madrid-Reus, el viaje soñado

De repente apareció en mi página de Facebook este anuncio que podéis ver en la imagen. De inmediato quedé cautivado con tan sugerente oferta: un viaje Madrid-Reus en avión por sólo 1.691 euros. ¡Qué maravilla! ¡No lo podía creer! Así que decidí meterme en esa página y programar mi viaje a tan bella ciudad que está a 536 Km. de Madrid y que llegar a ella en coche me llevaría casi seis horas.

Entré en la página para ver disponibilidades de vuelos y por fin encontré la mejor oferta que me permitiría pasar una idílica semana de vacaciones en tan exótico destino. El vuelo de ida sería el 1 de junio y el de regreso el 6 de junio, y todo –ida y vuelta- por el módico precio de 2.700 euros. El viaje prometía ser una auténtica aventura, tan exótica que no puedo menos que transcribir a continuación sus detalles.

El viaje de ida dura 15 horas y se hacen dos escalas, la primera en Bruselas y la segunda en Manchester, mediante las compañías Brussels Airlines y Thomas Cook Airlines.
El viaje de regreso es aún más apetecible, ya que dura 21 horas y se hacen igualmente dos escalas, en esta ocasión en Glasgow la primera y en Dublín la segunda, con las compañías Thomas Cook Airlines y Air Lingus.

¿No os parece excitante una aventura así? Un viaje Madrid-Reus-Madrid duraría en coche 12 horas y sería realmente pesado conducir todo ese tiempo aunque se vaya a través de autopistas y la distancia ida-vuelta sea de 1.072 Kms.

En cambio gracias a esta oferta Madrid-Reus-Madrid en avión, el viaje sólo dura 36 horas, sólo cuesta 2.700 euros, y en vez de la monotonía de conducir por una autopista te permite conocer las salas de espera y los pasillos de los aeropuertos de Bruselas, Manchester, Glasgow y Dublín. ¿A qué estás esperando? ¡Reus te espera!

El único país del mundo donde hombres y mujeres tienen el mismo sueldo

Islandia ya era el país del mundo donde las diferencias salariales entre hombres y mujeres (para igualdad de puesto de trabajo) eran más pequeñas. Ahora, sin embargo, esas mínimas diferencias van a desaparecer y tanto hombres o mujeres que desempeñen un puesto de trabajo igual percibirán el mismo salario.

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viernes, 10 de marzo de 2017

Atravesar el cinturón de asteroides es muy fácil

Estamos acostumbrados por las películas de ciencia ficción a ver lo difícil que resulta atravesar un cinturón de asteroides, como el que orbita en nuestro sistema solar entre Marte y Júpiter. Sin embargo la realidad es muy distinta. Para empezar, si juntásemos todos los asteroides de este cinturón, su masa sólo sería el equivalente al 4 por ciento de la Luna. Y las distancias entre unos y otros son tan grandes que una eventual colisión sólo puede darse cada 100.000 años, y las sondas espaciales que lo han atravesado nunca han tenido ningún problema; es más, cuando han querido investigar alguno de esos asteroides han tenido que programarlas especialmente para que se encontrasen con los mismos. El cinturón de asteroides es un inmenso anillo prácticamente vacío.
Fuente de información: 

jueves, 9 de marzo de 2017

Explosión en Arapiles

Cuando era niño me gustaban  mucho los explosivos: los petardos con mecha, los mini cohetes, los “mixtos” que eran unos papelillos con un pedazo de pólvora que al rascarlos espesaban a petardear... y unos nuevos petardos que habían salido que tenía forma de hatillo, en cuyo interior estaba el explosivo y había que estrellarlos con fuerza contra el suelo para que explotaran. Recuerdo que jugábamos muchas veces tirándonos unos a otros estos petardos a los pies y haciéndolos explotar mientras el atacado pegaba un salto más por el susto que por el peligro real.

Un día volvía contento a casa, por la calle Arapiles, con una buena provisión de esos petardos en mi bolsillo. Tan contento iba que caminaba al trote, balanceando los brazos alegre. Pero en uno de esos balanceos, mi mano golpeó el bolsillo y... ¿Boooom! Explotaron todos dentro de mi bolsillo.

La gente se volvió asustada por aquél estruendo y yo aceleré el paso porque sentía un picor no muy sano en mi muslo. Al llegar a casa, el bolsillo había quedado chamuscado y mi muslo lleno de puntitos negros por la explosión. Más que nada sólo fue un susto, pero me hubiera gustado explosionarlos de otra forma.

miércoles, 8 de marzo de 2017

Las caras “duras” de Marte

Muchos recordarán todo lo que dieron de hablar las fotografías de Marte que mostraban una cara, tipo Esfinge, mirando al espacio, y que demostraban la existencia de una antigua civilización en Marte. Desde el primer momento se trato de desacreditar esas fotografías (que eran de la propia NASA) y años después la propia NASA mostró al público otras fotografías (tomadas desde otro ángulo, de esa supuesta cara, en donde se veía que no había tal cara sino sólo unos juegos de luces y sombras. Pero esas segundas fotos lo que demostraban era “caradura” ya que un análisis detallado de las mismas pone en evidencia que están manipuladas.
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martes, 7 de marzo de 2017

Pasión por el cine

Desde que apenas tenía uso de razón, mi padre acostumbró a llevarme al cine y gracias a él fui desarrollando también mi creatividad e imaginación. Una buena prueba de ello la di un día en que el párroco de la iglesia de San Pedro, Don Tiburcio, vino a casa a visitar a mis abuelos. Cuando me vio, me saludó amablemente y me hizo una pregunta que suele hacerse a todos los niños: “¿Qué quieres ser de mayor?”. Seguro que también a vosotros os han hecho esa misma pregunta cuando erais pequeños, y seguro que habéis respondido: bombero, policía, vaquero, astronauta... o si acaso algo más cercano como: “lo mismo que papá”.

Sin embargo ya he dicho al comienzo de este comentario que mi pasión por el cine era tanta que, lógicamente, a una pregunta de este tipo, debería haber respondido con un: actor de cine, director de cine... pero no, sorprendentemente mi respuesta dejó a todos boquiabiertos: “quiero ser clasificador de películas”.

Tras la sorpresa inicial, me preguntaron el por qué de tan inusual vocación: “porque así podré ir al cine a ver todas las películas”. Mi respuesta había sido, por lo tanto, fruto de la lógica más elemental: en aquella época todas las películas tenían una calificación (para todos los públicos, para mayores y para mayores con reparos), pero si yo me hacía de mayor “clasificador de películas” mi trabajo consistiría precisamente en hacer lo que más me gustaba: ir al cine a ver todas las películas.

lunes, 6 de marzo de 2017

La montaña más alta del sistema solar

En el Guinness de nuestro sistema solar, Marte ostenta el record de poseer la montaña más alta, el monte Olimpus. Se trata de un volcán, inactivo, que tiene 23 Km. de altura y una base de 600 Km. de diámetro.

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domingo, 5 de marzo de 2017

El cartel castigado

La avena loca es una mala hierba, mala porque crece donde no nos interesa que crezca, como por ejemplo el trigo o cualquier otro cultivo de cereales. Y se llaman “malas hierbas” no porque sean malas (¡pobrecitas!) sino porque son muy espabiladas y chupan del agua y de los nutrientes del suelo con más avidez que el propio cereal, dando como resultado unas espigas canijas y una avena loca esplendorosa. Por esto, los agricultores utilizan herbicidas específicos que son capaces de matar o impedir el crecimiento de la avena loca sin perjudicar lo más mínimo a los cereales.

En la empresa de agroquímicos ICI-Zeltia por fin se iba a disponer un herbicida específico para avena loca de excelentes resultados. Todos los ensayos habían sido espectaculares y los agricultores que habían participado en los ensayos habían quedado entusiasmados. El producto se llamaba “Splendor” y en la campaña de publicidad para su lanzamiento habíamos seleccionado un modelo que decía “una cosecha espléndida con Splendor”. Se hicieron folletos, pegatinas, cuñas de radio, spots de televisión, etc. Además, para los puntos de venta hicimos unos expositores de cartón que reproducían a tamaño real al modelo que repetía aquél slogan.

Pero algo salió mal. Cuando los agricultores compraron aquél nuevo producto y lo probaron, vieron que los efectos del nuevo producto eran mucho peores que los de cualquier otro producto que hubieran utilizado. Comenzaron a llover las protestas y las reclamaciones y los distribuidores, enfadados, hasta llegaron a coger aquél expositor del modelo que decía “una cosecha espléndida con Splendor” y lo pusieron castigado mirando a la pared. Aquella fue, que yo sepa, la primera vez que se ha castigado a un expositor de cartón.

Bueno ¿y qué pasó? ¿Por qué falló el producto? Seguro que os habéis hecho esta pregunta. Y también se la hicieron los responsables técnicos de la empresa que no encontraban ninguna explicación: ni por dosis, ni por tipo de suelo, ni por clima... Costó mucho trabajo averiguar la causa, hasta que al final dieron con ella: para hacer los ensayos se había fabricado una pequeña cantidad de producto (unas decenas de litros); sin embargo cuando se pasó a la fase de lanzamiento hubo que hacer miles de litros, y fue ahí donde se produjo el fallo, al pasar de una producción casi artesanal a una producción industrial. Al final, hubo que indemnizar a los agricultores afectados y aunque más tarde volvió a lanzarse el producto ya nada fue igual; la imagen que quedó fue la del modelo del expositor castigado mirando a la pared.

sábado, 4 de marzo de 2017

¿Sabías que Mercurio está encogiendo?

Lo que le faltaba a Mercurio. Encima de ser uno de los planetas más pequeños, va y encoge. Pues sí, resulta que su núcleo –que abarca el 60 por ciento des 4.879 Km. de diámetro- se está enfriando y esto provoca que en los últimos 4.000 millones de años haya encogido 7 kilómetros.

Estas y otras curiosas informaciones puedes leerlas en “Planetas y satélites”, una revisión completa de nuestro sistema solar:

viernes, 3 de marzo de 2017

Lo que impone una alcachofa

Con el nombre de alcachofa se conoce popularmente a los micrófonos y eso es algo que impone muchísimo respeto a todos lo que no están acostumbrados a hablar en público. Cuando trabajaba en los laboratorios latino-Syntex, hacíamos muchas prácticas de visita médica grabada en vídeo para que luego el interesado se viese a sí mismo y reconociese cuáles eran sus fallos y de esta forma los corrigiese mejor (no es lo mismo que te digan que has hecho algo mal a que seas tú mismo quien te veas cometiendo ese fallo). Pues no era cosa de un día o de una persona, sino algo generalizado: la alcachofa imponía tanto que hasta los mejores Visitadores Médicos se quedaban cortados y hacían presentaciones mucho peores de lo que cabría esperar. En cambio, si esa prueba no se grababa sino que se había allí en vivo, sin micrófono, la cosa salía bastante mejor. Tanto impone un micrófono que hasta una vez, hace unos pocos años, salió un Jefe de Producto a hacer una presentación desde el escenario de un hotel ante toda la red de ventas. Apenas si pudo pronuncias unas palabras, le impresionó tanto aquél magnífico auditorio, lleno de focos, pantallas de video gigantes, gradas repletas de gente, etc., que se le hizo un nudo en la garganta y no pudo hablar. Comprendiendo lo mal que lo estaba pasando, surgió espontáneamente una gran salva de aplausos para animarle, pero ni por esas, hizo otro intento y sus cuerdas vocales no respondían, estaba completamente mundo (y supongo que empapado en sudor frío). En unos instantes (que no debieron ser muchos segundos pero que a él debieron parecerle una eternidad) y viendo que lo estaba pasando tan mal, el director comercial salió a animarle quitando importancia al asunto para dar paso al siguiente ponente.

Y de estas ha habido muchas, entre ellas una vez, cuando estaba en la empresa de agroquímicos, en que debíamos grabar a uno de los técnicos para que explicara unos aspectos técnicos de un producto a fin de incorporarlos a un audiovisual que estábamos preparando. “Es cosa de poco, sólo unas frases”, le dijimos. Y así hicimos el ensayo de lo que tenía que decir. Ya estaba todo claro, así que pasamos a la grabación.

Pero cuando vio el trípode, la cámara, los focos, todas las personas del equipo que se movía alrededor, se le hizo un nudo en la garganta y a duras penas podía decir sus frases. Lo intentamos muchas veces y optamos finalmente por dividir el texto en bloque: que no lo dijese todo seguido sino primero una frase, luego una pausa y otra, etc. que ya nos ocuparíamos nosotros después de empalmarlo todo. Pues ni por esas. Bueno, me equivoco, una vez en que sí lo dijo todo bien y de corrido, pero justo al terminar añadió pegado a la última frase: “ahora ha salido bien ¿verdad?” y ahí la cagó, porque estaba la dicción tan justa que no habría forma de cortar la frase para que quedase natural.

Lo que iban a ser sólo unos minutos para grabar unas frases, se convirtió en toda una mañana de trabajo y desesperación. Cuando no se le olvidaba una frase, se equivocaba en algo, y cuando no se equivocaba en la dicción resulta que miraba a donde no debía. Total, que al final tuvimos que optar por empalmar trozos aislados de distintos intentos para que las frases saliesen normales y como en ocasiones la locución era normal pero estaba mirando a otra parte o cambiando nervioso de postura, tuvimos que “tapar” esos lapsus con imágenes del producto mientras su voz en off seguía dando las explicaciones.

jueves, 2 de marzo de 2017

En los polos norte y sur de la Tierra estás a más altura que en cualquier otro lugar

¿No habíamos quedado en que la Tierra está acahatada por los polos? Luego entonces la altitud relativa debería ser menor ahí. Pues no. Resulta que la fuerza centrífuga de la rotación hace que la atmósfera se ensanche en el ecuador y se estreche en los polos. De esta forma, la masa de aire en los polos es más fina. Estar, por ejemplo a 2.800 metros de altitud en la Antártida (allí el hielo está sobre un continente) equivale a estar a 3.700 metros de altitud y por consiguiente tener menos oxígeno y poder padecer el “mal de altura” como los alpinistas.
Estas y otras curiosas informaciones puedes leerlas en “Planetas y satélites”, una revisión completa de nuestro sistema solar:

miércoles, 1 de marzo de 2017

El compinche de Tamariz

En un par de ocasiones contraté a Juan Tamariz, el mejor o al menos uno de los mejores magos de España, para que amenizase el fin de fiesta de un par de Convenciones de Ventas en la empresa de agroquímicos en la que trabajaba. La primera vez fue en el Hotel Palace de Madrid y allí nos dejó a todos con la boca abierta porque nadie era capaz de descubrir cómo hacía tales prodigios mágicos. ES más, al finalizar la actuación, en vez de coger el dinero y salir corriendo, se quedó un rato con nosotros y accedió a hacernos nuevos juegos de magia fuera de programa. El que más me sorprendió fue el siguiente: mostraba una moneda en la palma de una mano y esa moneda pasaba por arte de magia (nunca mejor dicho) de una mano a otra. Pero hay que explicar en qué condiciones: estaba sentado con varias personas de mi empresa a su derecha, otras a la izquierda y otra detrás; se había arremangado hasta el codo; sus manos no tocaban nunca la mesa; y cada uno de sus brazos, a la altura de sus muñecas, estaba agarrado firmemente por un compañero a cada lado. Pues en esas condiciones era capaz de hacer desaparecer la moneda de una mano y que apareciese en la otra, y no una sino muchas veces.

El éxito de su actuación fue tal que al año siguiente decidimos contratarlo otra vez, en esta ocasión la convención se celebraba en el Gran Hotel La Toja, en Galicia. Pero esta vez, me pidió que le ayudase en uno de sus trucos. Así, en mitad de su actuación, sacó al escenario a un vendedor y lo sentó en una silla. Mientras él lo distraía me hizo una seña para que yo también saliese al escenario pero por detrás para que no me viese el vendedor sentado, pero sí todos los demás espectadores. Tamariz no paraba de mover una pequeña pelota de goma delante de los ojos del alucinado vendedor y de repente la lanzaba por encima de su cabeza con tal habilidad que iba a parar a mis manos y el vendedor tenía que frotarse los ojos porque no sabía a dónde había ido a parar, y así varias veces, ante la incredulidad de la víctima y el regocijo de todos los espectadores.