Nadie
sabe que te escribo
y nadie
sabe quién eres,
pero
estamos siempre juntos
ante los
ojos inertes
del
mundo que nos rodea,
pero
ellos son materia
y no
pueden percibir
la vida
interna que brota
y se
esparce como el viento,
palpitando
entre susurros
de un
amor que vive dentro
y se
expresa en unos versos
como
estos que te escribo,
porque
en el fondo tú eres
la
expresión de mis sentidos,
la que
siempre me acompaña,
quien
escucha mis gemidos,
la que
ríe a carcajadas
con mis
muchos desvaríos,
la que
duerme entre mis brazos
y siente
calor, y frío
al
despertarse temprano
ante un
nuevo desafío,
la que
colma mi pasión
y me
sienta la cabeza,
porque
quiere que yo encuentre,
por mí
mismo,
mi
destino en esta tierra.
No hay comentarios:
Publicar un comentario