Capítulo 54.- La noche loca
Pedro
quedó con Jaime a la salida del metro. Cuando se vieron se fundieron en un
abrazo y le dijo Jaime:
-
¿Estás dispuesto a romper la noche como cuando éramos jóvenes y sin compromiso?
-
¡Vamos a por ellas! –respondió Pedro.
Entraron
en el club y enseguida notó ese olor familiar que le traía recuerdos de noches
locas de juventud, aunque ahora ya no olía a tabaco. Avanzó unos pasos por el
suelo de madera y su vista se posó en ellas. Allí estaban. Eran preciosas.
Pedro se acercó a la primera y posó su mano sobre ella para sentir ese contacto
que tantas emociones traía a su memoria. La acarició y a continuación, ya
dispuesto, la tomó entre sus manos y la lanzó con decisión.
-
¡Vaya, para ser mi primer lanzamiento después de tantos años sin jugar a los
bolos no está nada mal! -gritó Pedro entusiasmado al ver como habían caído ocho
bolos.
Y
así pasaron la noche, Pedro y Jaime, jugando partida tras partida en aquella
bolera del Club recreativo del centro comercial, hasta que tuvieron que
marcharse porque ya era la hora del cierre. Se despidieron con una renovada
sonrisa. Mañana habría que volver a trabajar y ya le diría él unas cuantas
cosas a Violeta en cuando la viese.
Una novela en donde el humor alcanza el estado de gracia…
“El dulce gorjeo del buitre en celo”: https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo
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