lunes, 28 de diciembre de 2020

Un cadáver exquisito (58)

 Capítulo 54.- La noche loca 

Pedro quedó con Jaime a la salida del metro. Cuando se vieron se fundieron en un abrazo y le dijo Jaime:

- ¿Estás dispuesto a romper la noche como cuando éramos jóvenes y sin compromiso?

- ¡Vamos a por ellas! –respondió Pedro.

Entraron en el club y enseguida notó ese olor familiar que le traía recuerdos de noches locas de juventud, aunque ahora ya no olía a tabaco. Avanzó unos pasos por el suelo de madera y su vista se posó en ellas. Allí estaban. Eran preciosas. Pedro se acercó a la primera y posó su mano sobre ella para sentir ese contacto que tantas emociones traía a su memoria. La acarició y a continuación, ya dispuesto, la tomó entre sus manos y la lanzó con decisión.

- ¡Vaya, para ser mi primer lanzamiento después de tantos años sin jugar a los bolos no está nada mal! -gritó Pedro entusiasmado al ver como habían caído ocho bolos.

Y así pasaron la noche, Pedro y Jaime, jugando partida tras partida en aquella bolera del Club recreativo del centro comercial, hasta que tuvieron que marcharse porque ya era la hora del cierre. Se despidieron con una renovada sonrisa. Mañana habría que volver a trabajar y ya le diría él unas cuantas cosas a Violeta en cuando la viese.


Una novela en donde el humor alcanza el estado de gracia…

“El dulce gorjeo del buitre en celo”: https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo


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