miércoles, 16 de diciembre de 2020

Un cadáver exquisito (46)

 Capítulo 42.- Insomnio de gloria 

David salió adelante. Podría haber sido un chico conflictivo. Tendría excusa. Pero no. Nunca fue un buen estudiante, pero jugando al fútbol era el chico más popular del internado. Todavía se recuerda en toda Ciudad Real la final del Torneo de Juveniles de Nuestra Señora del Prado en el año 2001, durante las fiestas de la patrona del mismo nombre. Atlético Caridad contra el Real La Salle. Un duelo a cara de perro. Rivales desde siempre. Colegio de monjas pobres contra colegio de curas rico.

A priori la balanza estaba decantada para el lado de La Salle: entrenador de postín, instalaciones de lujo, botas con todos sus tacos, uniformes de marca.

El Atlético Caridad tenía como entrenadora a Sor Patrocinio, sorda casi total, que pegaba unas voces incomprensibles por nadie que no fuera un indio tabajara, poblado donde estuvo de misionera durante más de 20 años. Las botas que llevaban eran unas zapatillas marca "La Tórtola" de partidas defectuosas que les enviaba el fabricante de las mismas, antiguo alumno. Los uniformes los había confeccionado Sor Primorosa, que con más amor que conocimiento, los hizo con los restos del antiguo telón del salón de actos y producían al roce unas ronchas que daban miedo. Pero las ganas de sobarle el morro a los señoritos del "La Salle" eran tales que la noche anterior al partido nadie pegó ojo en el internado.


Una novela en donde el humor alcanza el estado de gracia…

“El dulce gorjeo del buitre en celo”: https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo

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