La firma de telecomunicaciones japonesa Softbank y el fabricante ZTE ha presentado un teléfono móvil diseñado específicamente para niños. Este móvil sólo permite las llamada a un número (el que los padres quieran introducir) y además funciona como sistema de emergencias: cuenta con una correa que sirve para que los menores puedan tirar de ella en caso de emergencia, haciendo que el dispositivo envíe un mensaje automáticamente al número pregrabado y emitiendo sonidos fuertes para alertar de la situación. Cuenta igualmente con un sistema GPS que permite localizar el móvil de forma rápida y así los padres podrán hacer un seguimiento de sus hijos y localizarles en caso de emergencia.
Todo ideal para que los padres puedan controlar a sus hijos, pero ¿han pensado los creadores de este artilugio si esto va a resultar atractivo para los niños? Sin videojuegos incorporados, con diferente aspecto a los móviles de los amiguitos mayores, sin poder llamar a otros amiguitos… ¿les va a apetecer llevarlo? Más bien creo que se van a sentir “vigilados” y no sé por qué me recuerda más a una pulsera de localización de las que usa la policía que a un teléfono móvil.
Este dispositivo sencillo (un solo botón), robusto (a prueba de golpes, de agua, etc.) y barato (4,3 euros) de momento sólo va a estar disponible en Japón, sin embargo su posible éxito no va a estar motivado por la demanda que hagan de él los niños (como cuando piden algún juguete determinado) sino por la demanda de sus padres que verán en él una correa inalámbrica de sujeción.
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