Es evidente que debemos dar al médico toda la información recogida en la ficha técnica, pero también es evidente la necesidad de identificar a cada producto por sus principales características, de tal forma que en cada necesidad terapéutica se utilice aquél preparado que mejor se adapte a ella.
No hay enfermedades, sino enfermos. Y no hay dos enfermos iguales. Por eso, aunque muchos medicamentos parezcan iguales o muy similares, cada uno tiene sus principales peculiaridades que el médico debe conocer, al igual que debe conocer a cada paciente, y en función de todo ello, prescribir a cada uno aquél medicamento más adecuado. El buen Visitador Médico ayuda al médico en esta tarea.
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