Otra mentira más del Gobierno. Y van...

Debe ser que su cerebro no da para más. Reducir el límite de velocidad de 120 a 110 kms. hora no reduce el consumo de combustible, antes al contrario, lo aumenta. Según explican los expertos del motor “los diésel medios ruedan en su par óptimo a unos 125 km/h y los gasolina, a unos 135 km/h”.

Por consiguiente, de ahorro, nada; solo, probablemente, otro motivo más para recaudar dinero ya que tendrán más oportunidades de multar.

Pero es que además, la puesta en marcha de esta absurda medida supone la fabricación de todas las pegatinas necesarias para tapar las actuales señales, el coste de combustible y salarios de todos los operarios que tendrán que recorrer todas las carreteras de España para cambiar las señales, el coste de despegarlas cuando la medida “transitoria” vaya a desaparecer, y el coste de reparación (pintura o sustitución) de todas esas señales, muchas de las cuales quedarán deterioradas cuando se les quite la pegatina.

Por otra parte, gracias a los GPS la mayoría de los automovilistas saben dónde están los radares, con lo cual se circula siempre a más velocidad de la permitida y se frena cuando uno de acerca a la señal de “radar fijo” ó “zona de radar oculto”. ¿Dónde está el ahorro?

A pesar de que nuestro idioma es muy rico, a mí se me acaban los adjetivos a la hora de calificar estos disparates del desGobierno de España. Será, como dice el otro, que como saben que dentro de muy poco se van a ir de patitas al banquillo de la oposición, quiere “morir matando” y hace todo lo posible por fastidiar a los ciudadanos.