jueves, 31 de agosto de 2023

Cuando tengas una idea, no te olvides de dar las gracias

¡Cuántas veces te has felicitado a ti mismo por esa gran idea que has tenido! ¡Cuántas veces has respirado aliviado al encontrar solución a un problema que te preocupaba! Seguro que muchas… pero ¿te has acordado de dar las gracias por ello?
 
La inspiración, esa que nos trae las ideas geniales, la que nos da la solución a un problema, la que nos hace ver eso que antes no veíamos… es el resultado de la entonación espiritual con la mente común en donde entidades amigas, que están en otro nivel de existencia, trabajan para nosotros como guías o profesores.
 
Hay muchos maestros de este tipo, unos especializados en las ramas del arte, otros en aspectos técnicos, otros en el mundo de los conceptos e ideas, etc. Incluso tú podrás llegar a formar parte de este cuerpo docente cuando hayas muerto y recibas –si lo deseas, porque te gusta la enseñanza y el ayudar a otros- la formación correspondiente.
 
Por eso debes ser consciente de que esas ideas, esa inspiración, no ha sido tuya sino que te la ha regalado tu maestro y por lo tanto hay que ser agradecido y dirigirle un “gracias” con el pensamiento.
 
Desde las cosas más sencillas, como por ejemplo encontrar sitio para aparcar cuando la cosa estaba muy difícil y tú lo necesitabas; hasta las cosas más complejas, como resolver un problema grave en tu vida personal o profesional… la idea que te vino a la cabeza para salvar dicha situación no ha sido tuya sino de tu maestro.
 
Lleva esta reflexión en la cabeza un día, aunque sea sólo por probar. Procura ver cuántos detalles de tu vida cotidiana (aunque sean pequeñas cosas sin importancia) se ven solventados por un chispazo de inspiración. Y entonces, da las gracias a tu maestro protector por haberte ayudado.
 
Nota 1.- Ese “maestro” es lo que los católicos llaman “ángel de la guarda”.
Nota 2.- No seas vago ni gorrón y no le dejes hacer a él todo el trabajo; haz siempre todo lo posible por resolver los asuntos tú mismo, que él ya intervendrá y te ayudará cuando lo crea necesario.
 

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miércoles, 30 de agosto de 2023

Tú eres una suma

Cada uno de nosotros se considera como algo individual, tu “yo”, tu “ego”, tu “personalidad”. Por eso, cuando pensamos en la muerte y en lo que vendrá después, lo hacemos desde la perspectiva de ese yo, de ese ego, de esa personalidad que ahora mismo poseemos. Pero… tú no has nacido ahora, tú vienes de lejos.
 
Pensamos que cuando nacimos ese era el kilómetro cero de nuestro recorrido, y no es así, la fecha de nuestro nacimiento sólo es la “salida” de una nueva etapa en el “tour” de la vida. Antes de nacer hemos sido otros “yo”, hemos tenido otros “egos”, hemos tenido otras “personalidades”, y así en cada una de las etapas de esta carrera. La distancia que hay entre la fecha de tu nacimiento y la de tu muerte, no es la distancia de la carrera, sino la distancia de una etapa. Hubo muchas etapas antes, y habrá otras muchas etapas después.
 
Nosotros somos, por tanto, la suma de todos esos “yo”, “egos” y “personalidades”, pero no será hasta el final de cada una de las etapas que conoceremos qué es lo que forma toda esa suma y nos daremos cuenta de que esa “suma” es lo que realmente somos.
 
Piensa en la vida como en una carrera ciclista, como el Tour de Francia, el Giro o la Vuelta a España. En cada una de esas etapas tú naces y mueres; tú te comportas de una manera y de otra (unas veces eres gregario, otras haces una escapada en solitario, otras lideras la carrera, otras tienes una caída y llegar rezagado a la meta, otras consigues el premio a la montaña….) en cada una de esas etapas; y al final de cada una de ellas es cuando te das cuenta de todo lo que has hecho, de lo que has conseguido en su conjunto y de lo que aún te queda por hacer.
 

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martes, 29 de agosto de 2023

El tiempo de la elección

Para quienes no se han preparado, no han leído ni meditado ni se ha formado para ello, la muerte les aterra porque no saben lo que van a encontrar a continuación. Yo siempre digo: Si estás convencido de que no hay nada después de la muerte… ¿a qué tienes miedo? ¿Le tienes miedo a “nada”? No parece lógico.

Si por el contrario crees en la otra vida… ¿a qué tienes miedo? ¿Tienes miedo a un mundo mejor en donde vas a ser feliz? No parece lógico.

Claro que también hay personas que creen en la otra vida pero son conscientes de no estar comportándose bien en esta vida. A esas personas sí parece lógico que les de miedo lo que se van a encontrar después… sobre todo si –como ya he dicho antes- no se han informado y formado al respecto. 

Pero aun así, estas personas simplemente tendrían que cambiar su actitud y comportamiento en esta vida para quitarse ese miedo. Si creyendo que recibirán un castigo eterno por portarse mal, siguen portándose mal… entonces es que son rematadamente tontas.
 
En cualquier caso, ni unos ni otros van a encontrar ningún juicio sumarísimo, ni algún severo tribunal que los premie o los condene por toda una eternidad. Cuando cierres los ojos a esta vida y los abras a la nueva, no estarás solo, vendrán a buscarte almas amigas para informarte de que la vida continúa y lo harán de una forma que puedas comprenderlo.
 
Si bien no existe el tiempo, para que nos entendamos hablaremos de un espacio de tiempo en que tú repasarás tu vida, recibirás esa formación de dónde estás y lo que puedes hacer en el futuro, y serás tú mismo quien tome la decisión de por qué camino quieres encauzar tu vida espiritual futura.
 
En ese tiempo de la elección, tu alma se prepara para partir a otra existencia que puede ser física o enteramente espiritual; lo que tú creas más conveniente para seguir perfeccionándote.
 

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lunes, 28 de agosto de 2023

Piensa siempre en positivo

Ya lo he comentado muchas veces y no me cansaré de repetirlo: Hay que pensar siempre en positivo. Como dice esa frase popular: “Nada es verdad ni es mentira, todo es según el color del cristal con que se mira”. Y bien que es cierto; las personas optimistas son más felices que las personas pesimistas.
 
Los optimistas se enfrentan a la vida con una actitud positiva, buscan siempre el lado bueno de las cosas y cuando se enfrentan a algo negativo lo toman como una prueba, como un ejercicio que deben hacer para seguir aprendiendo y mejorando. Además, si nos paramos a pensar nos daremos cuenta que por muy negativo que sea un panorama, siempre habrá algo que sea positivo, por muy insignificante que sea; siempre hay –si lo buscas, seguro que lo encuentras- un resquicio para la esperanza.
 
En el lado opuesto, los pesimistas viven apesadumbrados porque sólo se fijan en lo negativo y eso les conduce a una sensación de abandono, de pasividad, de bajar los brazos ante la adversidad y no hacer nada por cambiar la situación salvo protestar y quejarse de su mala suerte. Y es tanto el pesimismo y depresión que les invade que van buscando siempre el lado negativo de las cosas, tanto es así que si un día encuentran que todo está bien, inmediatamente pensarán en algún lugar o alguna circunstancia ajena en la distancia o en el tiempo en donde la cosa no pinte tan bien. Para ellos, todo está mal y no hacen nada por remediarlo y eso les conduce al pesimismo más absoluto e incluso a la depresión más profunda.
 
Yo recomiendo siempre ser práctico. Vamos a ver, si el optimismo nos sienta bien y el pesimismo nos sienta mal, lo lógico es tratar de ser optimista y buscar el lado bueno de las cosas. Es pura lógica. Si estoy en un buffet y tengo ante mí una gran variedad de alimentos donde escoger, lo lógico es que coma aquellos que más me gustan y me sientan mejor… ¿a quién se le ocurriría elegir los alimentos que más le desagradan y que encima le sientan peor? Pues esto es lo mismo.
 
Y siguiendo con el pragmatismo (rimbombante palabra para decir “práctico”), si eres de esos más tendentes a ver todo negro, plantéate esto como un juego o como un reto aunque sólo sea para distraerte y divertirte: Cada vez que te venga a la cabeza un pensamiento negativo, y cada vez que te suceda algo negativo, busca inmediatamente algo positivo (por muy difícil que te parezca al principio, inténtalo y seguro que encuentras algo bueno o alegre aunque te parezca irrelevante). A continuación, si quieres, prueba a apuntar ese pensamiento positivo en una libreta. Los primeros días dejarás muy pocas cosas escritas en esa libreta, es decir, habrás encontrado muy pocas cosas positivas en el mundo que te rodea, pero verás cómo con el transcurrir de los días vas encontrando más y más y tu libreta comienza a llenarse de positivo… y tu vida cambiará de color, pasará de la oscuridad a la luz.
 

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domingo, 27 de agosto de 2023

Focalizarse en el bien

En eso que ahora está tan de moda como es el “coaching” se habla del “poder de la atracción”, es decir: lo positivo atrae lo positivo y lo negativo atrae lo negativo. Y el coaching no tiene que ver con ninguna religión sino con algo tan mundano como el éxito profesional. El coaching te enseña a pensar en positivo, a marcarte unas metas y a no darlas nunca por imposibles; te muestra igualmente caminos y técnicas para lograrlo. De hecho, cada día hay más empresas que invierten una parte de su dinero en formar a los empleados contratando para ellos cursos de coaching, porque cualquier empresa que quiera alcanzar el éxito debe tener empleados comprometidos, empleados que quieran progresar, empleados que quieran llevar el éxito no sólo a su vida profesional sino también a la empresa para la que trabajan.
 
Pero más allá de todos los beneficios que pueda tener el coaching en la vida profesional de empleados y empresas, hay un beneficio adicional nada desdeñable: Focalizarse en lo positivo y poner todo nuestro interés y energía en una actitud positiva y proactiva nos mantendrá psicológicamente libres de miedos y dificultades, nos dará un sentimiento de tranquilidad y espontaneidad, nos ayudará a desarrollar mucho mejor nuestras capacidades personales y. como consecuencia de todo ello, hasta nos ayudará a mantener nuestro cuerpo físico más fuerte y más sano.
 
Recuerda: Piensa siempre en positivo.
 

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sábado, 26 de agosto de 2023

El experimento que nunca se ha hecho

Todos soñamos con un mundo ideal y todos sabemos que eso es imposible… al menos en esta vida terrenal. Por eso me llamó la atención un párrafo del libro “Habla Seth”, escrito por la médium Jane Roberts la cual transcribía lo que le dictaba una entidad desde el otro lado. Más allá de que creas o no en esas cosas, resulta interesante conocer y reflexionar sobre ese párrafo en concreto:
 
“El experimento que transformaría vuestro mundo se basaría en la idea fundamental de que vosotros creáis vuestra realidad de acuerdo con la naturaleza de vuestras creencias, de que toda existencia ha sido bendecida y de que en ella no existe el mal. Si estas ideas se siguieran individual y colectivamente, la evidencia que perciben vuestros sentidos físicos no encontraría contradicción pues ellos percibirían el mundo y la existencia como algo bueno. Este es el experimento que aún no se ha hecho, y estas las verdades que debéis aprender después de la muerte física”.
 
Nos deja, pues, varios puntos para la reflexión:
1.- La realidad que percibimos es creada constantemente por nuestra mente. Nuestros pensamientos y creencias (tanto los buenos como los malos) se hacen realidad.
2.- Si fuésemos capaces de asumir que la creación es buena, que no existe el mal y que estamos aquí para aprender, experimentar y perfeccionarnos, daríamos lugar a un mundo ideal.
3.- Si la mente de todos los seres humanos sólo pensase y creyese en la bondad, irradiarían energía positiva que crearía para todos nosotros un mundo de amor y paz.
4.- Esto no se ha hecho nunca; probablemente no se haga nunca en este plano de existencia; pero esto es –precisamente- lo que vamos a aprender cuando atravesemos la puerta de la muerte y entremos en un nuevo estado.
 

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viernes, 25 de agosto de 2023

Teología de los opuestos

La llamada “Teología de los opuestos” es muy perjudicial. Ella trata de convencernos de la existencia de un mundo dual: si existe el bien, existe el mal, si hay arriba, hay abajo…
 
Mira nuestro planeta. Estás acostumbrado a ver el norte arriba y el sur abajo, pero ¿es así la realidad? En el espacio infinito no hay ni arriba ni abajo. ¿Y el mal? ¿Es lo opuesto al bien? No, el mal es: la ignorancia.
 
Una creencia en el bien, sin creer en el mal, nos parece irreal, muy difícil de comprender. Sin embargo esta creencia es el mejor seguro que podemos tener tanto para esta vida como para la que vendrá después, ya que nos mantendrá psicológicamente libres de muchos miedos y dificultades mentales, nos dará paz y liberará nuestro potencial para desarrollar nuestras capacidades.
 
Pero hemos sido educados en el dualismo y cuesta mucho trabajo romper esa barrera mental que nos han impuesto. Confiamos en nuestros sentidos físicos, a pesar de que estos nos engañan muchas veces. Así que dale una oportunidad a la concepción de otro mundo no dual y pon en cuarentena todo lo que te digan tus sentidos físicos.
 
Como anexo a estas consideraciones, te doy el enlace con unos ejemplos que publiqué hace tiempo en donde se demuestra cómo los cinco sentidos son igual de mentirosos: el tacto confunde, el gusto equivoca, la vista engaña, el olfato falla, y hasta el oído engaña (sí, hasta el oído no hace escuchar sonidos que no existen, tal como se demuestra en el enlace adjunto).
 
Comprueba algunos ejemplos de cómo nos engañan los sentidos, en este enlace:
https://azpressnews.blogspot.com/2019/05/nuestros-sentidos-no-son-de-fiar.html
 

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jueves, 24 de agosto de 2023

Creencias sin obsesión

Las creencias son buenas, las obsesiones no. Una creencia en el cielo, que no sea obsesiva, puede ser útil para que el individuo se adapte mejor al nuevo entorno que encontrará cuando muera y así aceptará y comprenderá mejor la nueva situación. Incluso la creencia en un juicio, en el cual se repasará su vida y se verá lo que haya hecho bueno, lo que haya hecho malo y lo que haya dejado de hacer y podía haber hecho, puede ser útil aun cuando dicho “juicio” no es tal, sino simplemente una revisión que haremos nosotros mismos de cuanto hemos vivido. Porque tras esa revisión (hay que llamarla así en vez de juicio), no habrá ningún premio ni ningún castigo, lo que habrá será “enseñanzas”. De eso trata nuestra vida actual: aprender y experimentar para perfeccionarnos como seres humanos en el plano terrenal y, sobre todo, en el plano espiritual.
 

Esta mítica serie de televisión escondía un mensaje secreto que ahora ha sido desvelado…
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miércoles, 23 de agosto de 2023

¿Qué pasa con los suicidas?

Hoy voy a hacer un punto y aparte para tratar un tema muy concreto y es el de los suicidas. Está claro que el suicidio atenta contra la Ley Natural, ya que todos los seres vivos llevamos la impronta de la supervivencia; por lo tanto, matarnos a nosotros mismos va en contra de lo natural.
 
En algunas experiencias cercanas a la muerte, esas en que las personas han sido declaradas clínicamente muertas y sin embargo han vuelto poco después a la vida, se cuenta que –cuando se trataba de un suicida- dicha experiencia no era placentera (como sí lo es en todos aquellos que han sido declarados clínicamente muertos por enfermedad o accidente y luego han vuelto a la vida y han podido contar su experiencia). Esos suicidas que han tenido una segunda oportunidad para seguir viviendo, coinciden en señalar cómo pasan a un mundo parecido a eso que conocemos como “infierno”. Pero ¿quiere eso decir que existe el infierno?
 
La fuerza de nuestras creencias es tal que somos capaces (de forma involuntaria) de crear ese ambiente en el que creemos. Ya se dice, y con razón, eso de “ten cuidado con lo que piensas, porque puede hacerse realidad”. Y es que la fuerza del pensamiento es capaz de “mover montañas”, como decía Jesús, y esto aplica tanto para lo bueno como para lo malo.
 
Los suicidas llevan consigo una enorme carga de negativismo, de pesadumbre, de desesperación… y lo que encuentran es ese mismo ambiente en el que ellos mismos se han visto envueltos. Pero ¿quiere esto decir que van a ser castigados eternamente por ello? ¿Van a permanecer en ese mundo lúgubre toda la eternidad?
 
Al llegar al otro lado, los suicidas son tratados como cualquier otra persona, recibidos y acompañados por maestros, guías, antiguos familiares ya amigos que lo reconfortarán y le ayudarán a reconducir su trayectoria vital espiritual, pero… al haberse quitado la vida y al haber atentado contra la ley natural han cosechado un suspenso. Y ¿qué pasa cuando nos dan un suspenso en nuestros estudios? Pues que tenemos que repetir curso, tenemos que volver a estudiar la asignatura y hasta que no nos la sepamos y aprobemos el examen no pasaremos de curso.
 
Está muy claro: Cualquier problema no enfrentado en esta vida, debe ser enfrentado en otra vida. Por eso, el castigo es repetir curso, volver a estudiar para que aprendamos la asignatura y seamos capaces de aprobarla y pasar de curso.
 
Como, afortunadamente espero, ninguno de los que estáis leyendo esto tenéis pensamientos suicidas, quiero aprovechar para aplicar estas reflexiones a la práctica cotidiana: Tenemos que afrontar la vida como una lucha y superación constante, debemos ser rivales de nosotros mismos para intentar mejorarnos a nosotros mismos cada día, y si no lo hacemos, es posible que saquemos malas notas, cosechemos algún suspenso a final de curso y tengamos que estudiar todo el verano para aprobar en septiembre… todo antes que tener que repetir curso.
 

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martes, 22 de agosto de 2023

Al cielo no van los vagos

Hay muchas personas que consideran que la vida es simplemente vegetar, no hacer nada, dejar pasar el tiempo. Y como no hacen nada malo (aunque tampoco nada bueno) se creen que al morir irán a parar al cielo. Craso error. Convendría recordarles aquella parábola del Evangelio cuando Jesús cuenta que un señor (terrateniente o empresario) se iba a ausentar de su hacienda así que entregó dinero a tres de sus siervos de confianza, a uno de dio 5, a otro 2 y a otro 1, según las aptitudes de cada uno. Al volver, el que recibió 5 le devolvió los 5 más las ganancias; el que recibió 2 le devolvió los 2 más las ganancias; pero el que recibió 1 le confesó que tuvo miedo a perderlo y lo guardó, así que sólo le dio lo mismo que el señor le había entregado. Ese gran señor felicitó y premió a los dos primeros, porque habían trabajado y se habían esforzado por generar beneficios para su señor, y castigó al perezoso que no quiso trabajar ni esforzarse y se había limitado a devolverle lo mismo que le habían entregado, sin producir nada. Tanto es así que el señor le dijo que para eso, más le hubiera valido meterlo en el banco porque así al menos habría recuperado su dinero con intereses.
 
Aplicando esto a la vida real, vemos cómo nuestra misión en este plano de existencia no es la de vegetar sino la de producir, y eso implica trabajo, esfuerzo, superación de obstáculos y retos. El que se toma la vida como una superación constante (aun a riesgo de equivocarse y perder muchas veces, pero siempre sin desanimarse y sin dejar de luchar) no sólo en el plano material sino también y sobre todo en el plano espiritual, es el que está haciendo lo correcto.
 
Recuerda: Tenemos la obligación, realmente la misión, de perfeccionarnos y superarnos a nosotros mismos cada uno de los días de nuestra vida. Hay que trabajar para intentar ser –cada uno en la medida de sus posibilidades- el mejor profesional o al menos conseguir ser mejor profesional cada día. Y hay que trabajar nuestro ser interno, nuestro ser espiritual, mediante la lectura, el estudio, la meditación, la entonación con “el Dios de tu corazón”, desterrando de nuestra mente pensamientos negativos y dando cabida a pensamientos positivos para que así estos se irradien a cuantos nos rodean.
 

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lunes, 21 de agosto de 2023

Gracias… mutuas

A los ocho años comencé a escribir pequeños relatos. A los 13 años comencé a escribir poesía. Con 16 años los libreros se sorprendían cuando me veían entrar y pedir, por ejemplo, un libro de poemas de José Hierro. Con 17 años, yo era el único joven que se veía en el patio de butacas del Teatro Español presenciado un recital de poemas de la gran actriz y recitadora argentina Berta Singerman. Con 19 años (en 1968) me compré cuatro libros, del autor Julián Fernández Gutiérrez, cuyos títulos dicen bien a las claras cuáles eran mis inquietudes: “¿Quién es Dios?”, “¿Qué es lo ultrahumano?”, “¿Cómo es el fin del mundo?” y “¿Qué hay al otro lado de la barrera de la muerte?”.
 
Siempre he mirado más allá y siempre he tenido la certeza de que este mundo es una estación de tránsito y que la vida (la verdadera vida) es lo que nos espera cuando muramos.
 
Alcanzada ya la edad de 74 años, puedo decir que he cumplido, y con creces, las tres cosas que se dice debe hacer toda persona en esta vida: Tener un hijo, plantar un árbol y escribir un libro.
 
He tenido tres hijos; he plantado un árbol (y no en cualquier sitio, sino en el país más paradisíaco del planeta: Islandia); y he escrito no uno sino más de 30 libros.
 
Quería estudiar algo que permitiese explotar todos los recursos de mi imaginación y descubrí la recién implantada carrera de Publicidad.
Quería acabar la carrera cuanto antes, y la carrera de Publicidad fue de sólo tres años de duración; al año siguiente a la finalización de mis estudios ya pasó a ser de cinco años.
Quería casarme pronto, y me casé el día que cumplí 23 años.
Quería tener hijos y una pareja estable, y tuve tres hijos y he cumplido ya las bodas de oro con mi mujer.
Quería vivir de mis escritos, y así lo hice, primero en Publicidad y después en el ámbito del Periodismo de empresa como responsable de Comunicación de un gran laboratorio.
Amaba los países nórdicos, y la empresa británica en la que trabajaba se fusionó con una sueca, lo que me facilitó el contacto y los viajes a los países nórdicos.
Quería conocer por dentro cómo eran los nórdicos, y tuve amigos de Noruega e Islandia que me invitaron a países para vivir la experiencia como uno de ellos, no como un turista.
Quería triunfar en mi profesión, y recibí el reconocimiento profesional a mis logros en el ámbito de la Comunicación en la industria farmacéutica.
Quería… en fin, tantas cosas… que la mayoría de ellas se hicieron realidad, pero…
 
Sí, esto hay que añadirlo: Nunca me quedé sentado esperando que las cosas vinieran a mí, sino que me esforcé y luché por conseguirlas. Hay gente que dice “hasta que no me paguen más, no hago nada más”; en cambio yo dije e hice lo siguiente: “mira todo lo que trabajo, cómo lo hago de bien, y el éxito que está teniendo… así que me merezco un aumento de sueldo”. Y gané mucho dinero, y viajé por toda Europa, y –lo más importante- disfruté con mi trabajo e hice que los empleados que dependían de mi disfrutasen también con su trabajo.
 
Tengo que estar agradecido a la vida, pero también la vida tiene que estarme agradecida porque lo que he conseguido me lo he currado.
 
Ahora, ya al final de mi camino, he sentido la necesidad de compartir en este blog unos últimos pensamientos y reflexiones que quedarán en la nube de Internet con la esperanza de que puedan servir de ayuda a quien los lea. Ojalá el afortunado seas tú.
 
Vicente F.R.C.
 

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domingo, 20 de agosto de 2023

AMORC 246 (segunda parte)

Corría el año 1978 y la Antigua y Mística Orden Rosa Cruz (AMORC) estaba en pleno proceso de expansión por todo el mundo. En el caso de España era completamente desconocida por lo que decidieron anunciarse en algunos medios de comunicación. En mi caso (yo contaba por entonces 29 años) vi un anuncio en el diario “ABC” y decidí escribir a la dirección postal (no existía Internet) que allí indicaban y que era de San Francisco (California, Estados Unidos). Como me convenció lo que ofrecían a los buscadores sinceros de la verdad, y la cuota para recibir las enseñanzas era muy pequeña (como hacerse socio de un equipo de fútbol), me hice miembro Rosacruz y fui uno de los primeros en España. Tan de los primeros fui que mi credencial llevaba las siglas de identificación 5-779-295 S y no fue hasta el año 1992 en que -ya consolidada la Orden en España, me registraron con el nº 246 (de ahí el título que he dado a estos dos post contando mi historia).
 
A lo largo de los años fui siguiendo sus estudios, a pesar de todas las dificultades que entrañaba tener hijos pequeños y un trabajo que me obligaba a múltiples reuniones y viajes por toda Europa. En esa etapa, las enseñanzas llegaban por correo postal desde California, y de vez en cuando escribía a la central contando mis progresos o planteando preguntas. En un momento determinado, decidí pedir una excedencia, es decir, dejar de recibir sus enseñanzas y dejar de pagar cuotas; pero lo llamé “excedencia” y no “baja”, porque ya me había dado cuenta que yo era rosacruz antes de conocer su existencia, miembro activo cuando me apunté, y seguiría siendo rosacruz en mi corazón por mucho que cancelase mi compromiso de enseñanzas y humildes pagos con ellos.
 
Pasados unos años, con AMORC ya instalada en España y varias sedes por la geografía española, sentí el deseo de volver a ser miembro activo y continuar las enseñanzas. Y así estuve varios años hasta que nuevamente interrumpí esta afiliación. Nunca hubo el más mínimo problema ni para darme de alta ni para darme de baja.
 
Lo que sí puedo afirmar es que manteniendo activa o pasiva mi afiliación, yo he sido, soy y seré siempre rosacruz, e independientemente de recibir regularmente o no sus enseñanzas, he continuado alimentando mi ser espiritual. Y eso es lo único que de verdad importa.
 
Vicente F.R.C
 
PD.- Verás que este post aparece firmado como “Vicente F.R.C.” porque así es como suelen firmar los rosacruces. Sin embargo, en mi caso, quizás como una señal del destino, las letras “F.R.C” son curiosamente las letras de mis tres primeros apellidos: Fisac Rodríguez Clemente.
 

Mensajes desde el otro lado…
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sábado, 19 de agosto de 2023

AMORC 246 (primera parte)

Las siglas AMORC corresponden a la Antigua y Mística Orden Rosa Cruz. Es una organización iniciática y fraternal que se dedica a la investigación, estudio y aplicación práctica de enseñanzas espirituales, esotéricas y místicas para que aprendamos a vivir en armonía con las Leyes Naturales y nos conozcamos mejor a nosotros mismos para perfeccionarnos como seres humanos.
 
Sus orígenes se remontan al antiguo Egipto, cuando el faraón Tutmosis III (1504-1447 a.c.) agrupó a los Iniciados de las antiguas escuelas Osirianas en una fraternidad única. Setenta años después, el faraón Amenotep IV (quien cambió su nombre por el de Akhenaton) dio un gran impulso a la misma e implantó el culto a un dios único.
 
A lo largo de los siglos, los rosacruces han sido como el río Guadiana, que aparece, desaparece y vuelve a aparecer. Así, la pista de los rosacruces se pierde en muchas épocas –a veces durante siglos- pero luego vuelve a reaparecer. La última reaparición fue en el año 1915 cuando Harvey Spencer Lewis configuró esta Orden tal como la conocemos hoy en día.
 
Es una organización no sectaria y apolítica. A diferencia de otras organizaciones, no se impone a sus miembros ninguna creencia sino que se les anima a que cada uno estudie, compare y forme sus propias opiniones y creencias, con el respeto –eso sí- a las opiniones y creencias de todos los demás.
 
Nada que ver, pues, con sectas, ni con masonería, aunque sus templos se llamen “Logias” y celebren ceremonias iniciáticas. Cualquier buscador de la verdad, cualquier persona interesada en conocer los misterios de la vida y del más allá, es bienvenido a esta Orden y puede seguir sus enseñanzas. Y no es como otras organizaciones que piden y piden cada vez más dinero a sus miembros (aquí la cuota para seguir sus enseñanzas es muy modesta, más o menos lo mismo que cuesta hacerse socio de un club de fútbol), ni como otras organizaciones de las que es casi imposible salir (yo mismo he entrado y salido dos veces a lo largo de mi vida).
 
No es ninguna organización religiosa (pueden ser miembros personas de cualquier religión; quizás los únicos que no pertenecerán nunca a ella serán los agnósticos, porque esta es una organización para creyentes en un dios y una vida tras la muerte); tampoco es una organización política, puesto que no es afín a ningún partido político; ni tampoco es una empresa para ganar dinero, ya que los ingresos por cuotas y por la venta de libros o de cualquier otra vía que eventualmente pueda ofrecerse, es muy modesta y está claro que sólo va destinada a cubrir gastos.
 
Por otra parte, sus enseñanzas se reciben por correo (ahora también por email) y puedes seguirlas simplemente desde tu casa, aunque también existe la posibilidad –si así lo deseas- de acercarte de vez en cuando a alguno de sus centros y participar en alguna de sus reuniones, pero ya digo que esto último sólo depende de ti y puedes –por tanto- ser rosacruz sin más contacto que tus propios pensamientos.
 
Con todo, lo mejor de AMORC es que te anima a pensar por ti mismo y a que sea cada uno el que encuentre su verdad (suelen decir, por ejemplo, “el Dios de tu corazón”, es decir, el que tú sientes, no el que te imponga nadie).
 
Está claro que, después de esta introducción, no debería extrañar que ahora confesase que yo he sido rosacruz, y además uno de los primeros. ¿Quieres conocer la historia? Mañana te la contaré…
 
Vicente F.R.C.
 

Hay otros mundos, y están en este…
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viernes, 18 de agosto de 2023

La memoria de los sueños

Aunque parezca mentira, tenemos más memoria cuando soñamos que cuando estamos despiertos. He aquí un ejemplo…
 
Por aquél entonces yo tenía seis o siete años, es decir, 68 años menos que ahora. Estábamos veraneando toda la familia en la finca de mi abuelo en Daimiel (Ciudad Real). En aquella finca, llamada “El Recreo” el abuelo Vicente disfrutaba al verse rodeado de todas sus hijas con sus correspondientes familias y nos reuníamos en verano hasta 16 primos de todas las edades. Para nosotros, los niños, aquello era una auténtica delicia: aire libre y muchos primos para jugar.
 
En una ocasión, una de mis tías iba a celebrar su santo, así que decidimos (decidieron los primos mayores) hacerle una canción especial. No recuerdo si la música de esa tonadilla sería inventada o posiblemente se tratase de alguna canción de la época a la cual le cambiaron la letra. El caso es que los primos nos reunimos en privado para aprendernos la letra de esa canción y cuando ya nos la sabíamos fuimos a ver a nuestra tía para cantársela a modo de felicitación.
 
Así lo hicimos, y esa canción, compuesta, aprendida y cantada en ese día, hace 68 años, no volvió a cantarse nunca más.
 
Pues bien, el otro día mientras dormía, reviví aquellos momentos y recordé y canté en sueños la música y la letra esa canción. Sesenta y ocho años después de una única interpretación, pude recordar la letra y música de dicha canción, y no sólo eso, sino que al despertar, la canción seguía sonando en mi cabeza. Así que decidí coger papel y lápiz y escribir la letra tal como la había recordado íntegra en mi sueño.
 
De forma consciente, aquella letra estaba olvidada, y sin embargo durante el sueño la recordé perfectamente. Somos más completos, somos más nosotros mismos cuando soñamos que cuando estamos despiertos…
 
PD.- Si tienes curiosidad por conocer cuál era la letra de esa canción, aquí te dejo el enlace:
https://palabrasinefables.blogspot.com/2023/08/cancion-de-un-solo-dia.html
 

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jueves, 17 de agosto de 2023

Bueno, mejor, óptimo

Estamos tan acostumbrados a esta terminología que nos resulta muy difícil comprender que no hay nada que sea bueno ni malo, mejor ni peor, óptimo o pésimo.
 
Lo que hay son pruebas, retos, fases por las que debemos pasar para perfeccionarnos.
 
La vida (entendiendo como vida toda la vida en su extensión, es decir, tanto esta terrenal como la espiritual e inmortal) no es una carrera al sprint, sino una maratón. En esa carrera sólo competimos contra nosotros mismos y por lo tanto nuestro único rival al que debemos superar somos nosotros mismos. La victoria siempre va a ser nuestra pero la duración de esa maratón la vamos a marcar nosotros ya que la meta es la perfección espiritual y el recorrido no es otro que la superación y la mejora constante.
 

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miércoles, 16 de agosto de 2023

El tiempo de elección

Vamos a seguir hablando de “tiempo” para que podamos entendernos, pero reconociendo que el tiempo no existe, que todo es simultáneo y lo único que cambia es el enfoque de nuestra mente en una línea concreta de sucesos. Pues bien, en ese tiempo que pasamos cuando estamos al otro lado, pensando y decidiendo cuál va a ser nuestro próximo paso, debemos recordar que no se trata sólo de elegir cuál va a ser nuestra próxima reencarnación, sino que también analizamos otras posibilidades muy distintas ya que en ocasiones preferimos continuar en ese estado intermedio o pasar a otro estado espiritual diferente.
 
Pero esa etapa intermedia no es una fase de confusión sino, al contrario, de gran iluminación y de retos increíbles. Y no estaremos solos, sino que tendremos amigos, familiares y maestros a nuestro lado, los cuales nos ayudarán a entender ese nuevo estado y la naturaleza y propósito de las alternativas entre las cuales podemos elegir.
 

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martes, 15 de agosto de 2023

Apuntes sobre la reencarnación

Por hacer un breve resumen sobre cómo es eso de la “reencarnación”, y en base a diferentes fuentes consultadas, puedo decir lo siguiente… (no tienes por qué creer nada de lo que escribo, sólo es un ejercicio para que aprendamos a abrir la mente a otros conceptos o realidades diferentes a las que habitualmente conforman nuestro entorno)…
 
Se dice que no suelen pasar más de tres siglos (en términos de nuestro tiempo terrestre) entre una encarnación y otra, aunque en realidad, en ese estado intermedio desde el que nos vamos a reencarnar no existe el concepto tiempo). No hay, pues, un tiempo fijo establecido, aunque lo normal sea un máximo de tres siglos. Los hay que quieren reencarnarse de inmediato y acceder a ese mismo mundo del que partieron, bien sea en el mismo entorno familiar y de relaciones que vivieron o en otro diferente. Otros prefieren cambiar de época histórica (como no existe el tiempo pueden elegir cualquier ambiente y localización del pasado del infinito multiverso de posibles existencias).
 
En cuanto a nuestra personalidad y a nuestras cualidades y motivaciones personales, van a estar siempre presentes, aunque en continua evolución, porque de eso trata la reencarnación: De aprendizaje, progreso y perfeccionamiento.
 
Hay familias enteras que, reencarnación tras reencarnación, van continuando unidas y entrelazándose, adoptando en cada ocasión un papel diferente. El alma no tiene sexo, por lo cual tú puedes ser hombre en una encarnación y mujer en la siguiente. Los hay que eligen siempre el mismo periodo histórico y otros que prefieren ir cambiando. Los hay que tienen tanta vocación y habilidad en una profesión (músico, pintor, matemático, ingeniero, agricultor…) que seguirán con esa misma profesión y vocación en vidas sucesivas; otros, por el contrario, preferirán probar nuevas áreas de conocimiento y especialización.
 
Algunos prefieren perfeccionar su parte emocional y otros su parte de conocimiento… Pero en definitiva, cada uno elige aquello que más y mejor le puede servir para mejorar y perfeccionarse como persona.
 

Una despedida antes de tiempo ¿o no?
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lunes, 14 de agosto de 2023

Para los desorientados

Hay muchas personas que no han tenido el más mínimo interés por tratar de averiguar qué van a encontrarse cuando mueran. La palabra muerte les causa terror y un mecanismo interno de autodefensa hace que su mente se cierre de inmediato, ignore ese pensamiento, y se focalice en otros temas mundanos intrascendentes. Sí, porque lo trascendente les da miedo, les obliga a pensar, les llevaría a replantearse muchas cosas, entre ellas su comportamiento en esta vida terrenal. Es la absurda técnica del avestruz: esconder la cabeza, cerrar los ojos a la realidad, cuando presentimos que algo nos va a sacar de nuestro estado de confort y de autocomplacencia.
 
Bueno, pues a esos que ha estado toda su vida cerrando los ojos a otras realidades, les diría que cuando traspasen el umbral de la vida, se encontrarán en una situación tan completamente diferente a cuanto conocían que se quedarán totalmente desorientados. Es como si al despertarte de un sueño te encontrases de pie en medio del gentío en el andén de una estación de tren en un país extranjero del que no conoces ni el idioma ni el alfabeto, por lo cual todo te resulta extraño: lo que hablan, lo que aparece escrito en los letreros, los ropajes y utensilios de los que circulan a tu alrededor, las cosas que hacen cuantos te rodean…
 
Pero, tranquilos, que hasta para esos desorientados hay una buena noticia: No estarán solos. Ante ellos aparecerán seres amigos, personas que conocieron en esta vida o en vidas pasadas y que ya murieron. Esas personas saldrán a recibirte y acompañarte, te darán las explicaciones necesarias para que comprendas cuál es tu nueva situación, y te darán fuerzas y energías para que te integres en ese nuevo mundo que ahora se abre ante ti.
 

El arte de dar bien las malas noticias y no verse perjudicado por ellas…
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domingo, 13 de agosto de 2023

Examen de conciencia

De todos los libros que hablan sobre la vida después de la muerte, de todos los testimonios recogidos, de todas las teorías al respecto… hay algo en lo que todos están de acuerdo: lo primero que haremos al traspasar el umbral hacia la otra vida es un examen de conciencia.
 
Toda nuestra vida, todos los acontecimientos de nuestra existencia terrenal estarán simultáneamente expuestos ante nuestros ojos, y de esta forma seremos nosotros mismos quienes nos juzgaremos a nosotros mismos, pero no en el sentido de un Tribunal de Justicia, sino en el sentido de comprender qué hemos hecho, por qué lo hemos hecho y qué hemos aprendido de ello. No hay ni premio ni castigo, ni banquillo de acusados ni jueces, sólo hay conocimiento y comprensión, porque de lo que se trata es de aprender y mejorar. Te darás cuenta de lo que has hecho con tu vida, de por qué lo has hecho, y de lo que podrías haber hecho… un conocimiento necesario para que tú mismo puedas decidir cuál va a ser tu siguiente paso.


Una novela que nos muestra cómo es posible una juventud diferente…
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