Capítulo 94.- Anacleta en bicicleta
Con
todo ese que voy que vengo, lo que no sabía Anacleta era que Palominos,
mientras subían corriendo por la escalera, le dijo a Miñambres:
- Mi corazón palpita por Anacletita.
Miñambres, que no daba crédito a lo que escuchaba, le respondió que ni se le ocurriese decir nada, porque ya le tenía "echado el ojo" a un oficial (Juvencio Molinete) que siempre estuvo enamorado de su Anacleta.
Palominos llevaba tanta furia que cuando llegaron a la planta y escuchó la declaración de su amada, la miró y se fue cagando leches. Anacleta lo siguió escaleras abajo y como no podía alcanzarlo cogió una bicicleta que estaba aparcada en la puerta del Hospital (recordando sus salidas en bici de los domingos) y se marchó con rumbo desconocido.
- Mi corazón palpita por Anacletita.
Miñambres, que no daba crédito a lo que escuchaba, le respondió que ni se le ocurriese decir nada, porque ya le tenía "echado el ojo" a un oficial (Juvencio Molinete) que siempre estuvo enamorado de su Anacleta.
Palominos llevaba tanta furia que cuando llegaron a la planta y escuchó la declaración de su amada, la miró y se fue cagando leches. Anacleta lo siguió escaleras abajo y como no podía alcanzarlo cogió una bicicleta que estaba aparcada en la puerta del Hospital (recordando sus salidas en bici de los domingos) y se marchó con rumbo desconocido.
“El dulce gorjeo del buitre en celo”: https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo
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