lunes, 4 de enero de 2021

Un cadáver exquisito (64)

Capítulo 61.- Volvemos después de la publicidad
 
Violeta parecía que se había recuperado. Y se había escapado de su habitación, metiéndose en otra. El conocimiento sí lo había recuperado, pero no la memoria. Sufría una extraña amnesia que le había borrado el 50% de sus recuerdos y los había rellenado con culebrones venezolanos que había visto en la tele de la pelu. De hecho cuando la enfermera Críspula, la encontró en la otra habitación tumbada en una cama y se le acercó muy cerca, nariz con nariz, le preguntó con ese soniquete especial:
- Pero ¿qué hacemos aquíiii? ¿Cómo nos encontraaaamos, Patricio? -(este último dato venía en la hoja de registro de entrada, puesto que el Ente había decidido que realmente esa señora era un travestí y que le pegaba llamarse Patricio).
Violeta, alucinando como una bellota al ver ese peaso nariz, con verruga incluida, preguntarle algo que desconocía desde que se abrieron los signos de interrogación, le dijo:
- Luisa Federica de los Arrayanes, no sé que me habrás puesto en el mentapoleo, pero que te quede muy claro, que nunca renunciaré al amor de Ricardo José. Él me ama. Yo lo sé. Y aunque tú y la ladina del ama de llaves, Braulia, que está durmiendo la siesta en esa cama, estéis continuamente conspirando contra mí y mi familia para haceros con la propiedad de “Los Frijolitos”, antes muerta que sencilla… Perlán lava más blanco… Nueve de cada diez dentistas recomiendan chicle sin azúcar… he venido del futuro… papá, ¿porqué somos del Atleti?… no lo conseguiréis jamás, jamás… Opel Wir leben Autos.
Y se volvió a desmayar.
 
Por partes. La que estaba en la cama de al lado era Ancleta  Miñambres,  que  entre  retortijones  y  pedos  podridos estaba con los ojos como peonzas viendo el espectáculo de la cama vecina. En la sustitución del 50% de los recuerdos por los culebrones, también se habían colado los anuncios de la emisión. Había que llamar al Dr. Inocencio Palominos. Anacleta al oír que iba a venir su amado, recibió una descarga gástrica 5.5 escala Richter. ¡Boooomba!


Una novela en donde el humor alcanza el estado de gracia…

“El dulce gorjeo del buitre en celo”: https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo

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