Las
curas de sueño o de descanso –periodos muy extensos de sueño- pueden resultar
de ayuda como terapia en algunos casos, pero no porque el dormir mucho tiempo
sea beneficioso, sino porque hemos acumulado tantas toxinas que necesitamos
dormir para eliminarlas. Lo malo es que haciéndolo así obstaculizamos nuestros
procesos de aprendizaje ya que los forzamos en unos periodos que no son los
adecuados porque nuestro cuerpo y nuestra mente no están debidamente preparados
para ello.
Una
de las peores cosas que podemos hacer es forzarnos a dormir cuando no tenemos
sueño. Precisamente, si no tenemos sueño es porque nuestra conciencia está en
un periodo de máximo rendimiento y es por ello que debemos darle rienda suelta
para que se realice. Obligarnos a dormir es un ejercicio nefasto que nos
privará de los beneficios que nuestra mente nos puede proporcionar cuando está
en su etapa de máximo rendimiento creativo, perjudicará nuestra salud y nos
hará candidatos a padecer insomnio.
No
te empeñes en llevarme la contraria…
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verdad sólo es un punto de vista”: https://amzn.to/3rTvdH5
Nos
hemos entrenado y así lo aceptamos, con unos patrones de sueño – vigilia
claramente establecidos: siete u ocho horas de sueño por la noche y el resto
del día despiertos. ¿Es sano esto? Fíjate en los animales: duermen cuando están
cansados y luego se despiertan de una manera natural.
En
la alimentación ocurre lo mismo, sólo que aquí los médicos reconocen que es
mejor hacer varias comidas no muy copiosas al día, antes que atiborrarse a
comer a mediodía y/o en la cena.
Tanto
en las comidas como en el sueño, es preferible repartirlo en varias veces al
día, sólo que en el caso del sueño –sobre todo para quienes trabajan- resulta
imposible hacerlo. Pero, por lo menos, unas cinco o seis horas por la noche y
una siesta después de comer, serían suficientes para que nuestro cuerpo y
nuestra mente se recuperasen y estuviesen listos para la actividad.
Con
este sistema se acelerarían nuestras capacidades creativas, se resolvería el
problema del insomnio, se mejoraría nuestro metabolismo, y nos serviría de
ayuda para nuestro desarrollo espiritual y psíquico.
Se
han realizado estudios científicos, y así lo recomiendan los médicos,
constatando que dormir lo justo por la noche y completarlo con una siesta es
más beneficioso que pasar muchas horas durmiendo.
No
te empeñes en llevarme la contraria…
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verdad sólo es un punto de vista”: https://amzn.to/3rTvdH5
No
hablo de vida física, de años ni de salud, hablo de VIDA, de vida espiritual.
Nuestro ser dormido tiene mucho más conocimiento que nuestro ser despierto.
Para
explicarlo de una forma muy simple… Nuestra conciencia abandona a menudo
nuestro cuerpo físico (en realidad no es que lo “abandone” sino que lo que hace
es “expandirse”). Nos comunicamos con personas que hemos conocido y que están
en otros niveles de realidad y, lo que es más importante aún, revitalizamos
nuestra imagen física. Procesamos la experiencia adquirida durante el día (por
eso cuando recordamos al despertar algún fragmento de nuestros sueños, nos
damos cuenta que henos utilizado en ellos cosas que hemos visto o experimentado
durante el día), la proyectamos en lo que nosotros entendemos como futuro y escogemos
entre un infinito número de acontecimientos probables.
Al
mismo tiempo, hacemos que toda esta información esté disponible para toda
nuestra identidad, no sólo la que habita este mundo físico sino también la que
habita todos los universos paralelos, y en reciprocidad recibimos también toda
la información de esas otras realidades.
Durante
esas fases de sueño muy profundo, no es que perdamos el contacto con ese “yo”
que reconocemos cuando estamos despiertos, sino que sencillamente no estamos
enfocados en él y centramos nuestra atención en otra parte.
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esta novela –además de entretenerte y sorprenderte a cada página- no te hace
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Hay
una parte del sueño profundo que no solemos recordar al despertar. Lo que sí
recordamos es la parte final, y esa parte suele estar distorsionada ya que
tendemos en ella a traducirla a términos físicos, lo más parecido a nuestro
entorno físico actual. Sin embargo, en los niveles muy profundos de la
experiencia del sueño, entramos en comunicación con otras partes de nuestra
propia identidad y con otras realidades en donde también estamos presentes
aunque despiertos no seamos conscientes de ello.
Y
¿qué pasa en esa etapa de sueño profundo? Poco se sabe de ella, y eso que el
sueño está siendo investigado científicamente, pero de esa parte lo poco que
conocemos es por los místicos, no por los científicos.
Según
parece, en ese estado nos dedicamos a trabajos y actividades que pueden estar
conectados o no con nuestros intereses, tal como ahora los reconocemos. En ese
estado aprendemos, estudiamos, jugamos, hacemos de todo… menos dormir (tal como
entendemos el concepto de “dormir”). Contrariamente a lo que pudiera parecer,
es en esa fase muy profunda del sueño cuando estamos más activos (a nivel
espiritual), realizando el trabajo de fondo que es nuestra verdadera misión, aunque
despiertos somos incapaces de recordarlo ni reconocerlo.
En
esa fase muy profunda del sueño no estamos inconscientes, sino todo lo
contrario, aunque por desgracia no somos capaces de recordarlo. Pero el hecho
de intentar recordar los sueños nos puede ir abriendo la visión a eso otro
mundo maravilloso que se esconde en nuestro interior y no conoce fronteras.
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picotazo en la conciencia que te hará despertar y plantearte muchas cosas… a través
de una novela de amor, acción, viajes, aventura, música, publicidad, intriga…
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La
Lógica es unilateral. Ciega a los que tiene alrededor. Sigue un camino que ha
sido trazado por ella misma.
La
Creatividad es un camino alternativo. Cuenta con infinitas manera de lacanzar
una solución porque llega a la solución por caminos distintos a los del
pensamiento lógico.
El
pensamiento lógico, la lógica, está
constantemente al control de la
mente, mientras que la creatividad
está al servicio de la mente.
Grandes
hombres, con una visión de futuro, que levantaron un imperio farmacéutico…
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Si hace años te hubieran dicho que iban a implantar a todos los ciudadanos un chip para que el Estado supiese siempre dónde estábamos, qué hacíamos, con quién nos relacionábamos, e incluso cómo pensábamos… seguro que hubieras dicho que eso era cosa de ciencia ficción, que tal cosa no podía suceder en la vida real.
Pues mira tú por dónde que eso se ha hecho realidad, y lo más sorprendente de todo eso es que han sido los propios ciudadanos los que han querido implantarse ese chip; el Estado no ha tenido que obligar a nadie para que se lo implantase sino que todos los ciudadanos lo han hecho de forma voluntaria y además muy contentos.
Eso es lo que ha pasado y así estamos todos; la única salvedad respecto a lo anterior es que ese chip no lo tenemos implantado debajo de la piel (como el que se pone a los perros para tenerlos identificados) ni en el cerebro, sino que lo llevamos permanentemente en nuestra mano, y aunque no esté físicamente pegado a la mano sí que está en la mano todo el tiempo que permanecemos despiertos, y nuestros ojos no separan la vista del mismo, y nuestro cerebro absorbe todo cuanto sale del mismo. Ese chip es el móvil.
Todo esto es tan cierto que tú, ahora mismo, ya no eres capaz de estar ni siquiera 24 horas sin mirar el móvil; estás completamente esclavizado por el mismo. Con él hablas en vez de hablar en persona, con él pagas, con él te informas (de lo que la Inteligencia Artificial que lo controla quiera que te “informes”), a él recurres cada vez que quieres algo, con él compras a distancia sin tener que hablar con ningún dependiente ni salir a la calle, con él te relacionas con tus familiares y amigos a los que hace ya mucho tiempo que no ves porque prefieres mandarles mensajitos, con él… todo, porque sin él ya no puedes vivir.
Esta semana he publicado en el “Diario AZprensa” esta noticia relacionada con este asunto: “Una nueva pandemia, la adicción a las redes sociales”
https://azpressnews.blogspot.com/2023/06/una-nueva-pandemia-adiccion-las-redes.html
Una época reciente y tan lejana… cuando los laboratorios farmacéuticos fueron transparentes:
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Hay
muchos ejemplos que demuestran cómo estamos atados mentalmente a este mundo
tridimensional y no somos capaces de ver más allá. El libro de Edwars de Bono,
“Manual de creatividad” nos enseña a pensar y usar nuestra imaginación y
creatividad sin que seamos nosotros mismos quienes le ponemos límites. Utiliza
para ello una técnica que ha bautizado como “El pensamiento lateral” y no dice
que “la creatividad no es un don místico reservado a unos pocos escogidos, sino
una manera diferente de usar el cerebro que puede ser aprendida, practicada y
aplicada por todos”.
Todo
trabajo creativo nos lleva a un proceso cooperativo mediante el cual aprendemos
a profundizar en otros flujos de conciencia.
En
otras palabras, podemos ser conscientes de una realidad mucho mayor que la que
conocemos, podemos usar capacidades que no sabemos que poseemos, podemos
conocer más allá de la limitada esfera de conocimiento que nos rodea.
El
yo que eres, el yo que quieres ser y… ¿y si hubiera un tercer yo?
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esperando”: https://amzn.to/3cCNEcn
Su
aprendemos a enfocar nuestra atención fuera de la realidad física, podremos
tener acceso al conocimiento que subyace en esas otras realidades.
El
llamado flujo de conciencia sólo es so: un pequeño flujo de pensamientos,
imágenes e impresiones, que forman parte de un río enorme de conciencia.
Nosotros nos fijamos sólo en ese pequeño hilo de agua que son los pensamientos,
im´ñagenes e impresiones relacionadas con nuestra realidad física y no nos
damos cuenta de todas esas corrientes que pasan a nuestro lado y forman parte
–como nosotros- del todo.
Hay
cosas como la clarividencia,la telepatía, la intuición, etc. que nos pueden dar
pistas de que efectivamente existen otras realidades aparte de la que vemos y
sentimos, pero como no todos somos capaces de tener clarividencia, ni
telepatía, y sólo muy de vez en cuando algo de intuición, debemos aprovechar lo
que sí tenemos a nuestro alcance: los sueños. En el sueño percibimos esas otras
realidades y habría que decir que son tan reales como todo lo que percibimos
con nuestros sentidos físicos cuando despertamos. ¿O quizás más?
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Nuestro
cuerpo físico es simplemente una manifestación de lo que somos en realidad,
pero como también existimos en otras realidades (eso que se llama el
“multiverso”) también tenemos otras formas.
En
cualquier caso, toda forma es perecedera, mientras la esencia de lo que somos
es inmortal y es tan grande que –tal y como estamos ahora, encerrados en este
cuerpo- no somos capaces de vislumbrar.
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ejemplo de cómo se pueden contar las cosas de forma atractiva y sin enrollarse…
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de la síntesis”: https://amzn.to/3X13sMV
Nosotros
podemos saber lo que sucedió en el pasado, esa es la historia, la de la
humanidad la de cada uno de nosotros en
particular. Todos aceptamos este hecho: Podemos recordar y conocer cosas del
pasado. Pero ¿podemos hacer lo mismo con
el futuro? Ahí nos topamos con un muro, no podemos conocer el futuro. Esas son
las reglas del juego… esas son las reglas del juego que hemos aceptado.
En
el futuro hay muchas opciones, muchas posibilidades, muchos caminos diferentes
a seguir… y nosotros iremos paso a paso eligiendo uno de esos caminos. Pero resulta
que en el pasado también existen muchas opciones, muchas posibilidades, muchos
caminos diferentes y resulta que de todo ello nosotros sólo hemos elegido
(recordado) uno.
Igual
que somos capaces de reconocer que las posibilidades futuras son infinitas
(puede suceder esto, aquello, lo otro, lo de más allá, etc.), las posibilidades
de pasado son también infinitas pero, con respecto al pasado sólo recordamos
una, una sola, y con respecto al futuro no somos conscientes de ninguna porque
–como decimos- “aún no han pasado” lo cual no quiere decir que dichas
posibilidades (esas infinitas posibilidades) no existan; sí que existen pero
sólo una de ellas, paso a paso, se irá incorporando a través de la experiencia
del presente a nuestro libro del pasado.
Tan
infinito es el futuro como el pasado, pero sólo somos conscientes de una línea
temporal que estamos experimentando.
Un
viaje al desconocido mundo de los laboratorios farmacéuticos…
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Todos
hemos leído u oído acerca de esas experiencias llamadas de “viaje astral”, esas
en que tras un profundo periodo de meditación, el alma se separa del cuerpo, se
eleva, y viaja a otra realidad. Bueno, pues hay que aclarar un pequeño matiz y
es ese concepto de “viajar”.
Entendemos
el verbo viajar como el desplazamiento físico de un lugar a otro, y así lo
aplicamos cuando hablamos de viaje astral. Sin embargo, en esas experiencias,
el alma no sale del cuerpo ni se marcha de viaje a ningún otro lado; lo que
hace es expandirse, abrirse a otras realidades, pero no es ningún viaje en el
sentido que aplicamos normalmente a esta palabra.
Trataré
de poner un ejemplo, aunque no sé si será muy bueno, pero lo intentaré.
Supongamos que tengo un recipiente con agua y echo en el centro unas gotas de
tinta. Pronto veremos cómo esa tinta se va expandiendo por toda el agua. La
tinta no ha viajado, no se ha movido de un sitio a otro; lo que ha hecho es
expandirse y alcanzar la totalidad del agua que había disponible.
Eso
es lo que hace el alma en los viajes astrales, se expande y va conociendo otras
realidades.
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Normalmente
el ego actúa como una presa, para mantener alejadas de nosotros otras
percepciones. Pero no lo hace porque esté en su naturaleza, ni porque esa sea
su función; lo hace porque nosotros mismos hemos sido educados y así lo
transmitimos a las demás generaciones, para utilizarlo como una especie de
anteojeras protectoras, falsamente protectoras. El resultado es que esas
anteojeras nos aíslan de otras realidades y circunscriben nuestro mundo a una
pequeña escala que ignora todo lo que está a nuestro alrededor en otras
percepciones a las que dichas anteojeras no nos dejan acceder.
Esto
hace que nuestro ego no pueda relacionarse, no pueda darnos acceso, a otras
realidades. Nos ponemos anteojeras nosotros mismos, y después nos quejamos –como
niños malcriados- de que no podemos ver.
Hay
escritores que escriben sobre su infancia y juventud, pero muy pocos que hayan
conservado y publicado lo que escribieron entonces…
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primeros pasos de un escritor”: https://amzn.to/2OCXtzc
Los
materialistas no reconocen que tengamos alma, sin embargo reconocen que tienen
una personalidad y se reconocen a sí mismos; “soy yo”, dicen. Sin embargo, si
intentan tocarse a sí mismos, tocar ese “yo” que dicen ser, no pueden hacerlo,
no pueden encontrarlo en ninguna parte de su cuerpo.
El
alma es un campo de energía electromagnética, un campo de acción concentrada,
algo así como una central de energía de infinitas probabilidades que buscan su
expresión. El alma, en definitiva, ha creado un mundo para que nosotros lo
habitemos y lo cambiemos.
La
arquitectura de las emociones…
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de emociones”: https://amzn.to/3rV1Q71
Todos
nos hemos dado cuenta de cómo al despertar la mayoría de las veces no nos
acordamos de lo que hemos soñado o en apenas unos minutos ya lo hemos olvidado.
La ciencia nos dice que en realidad pasamos una gran parte de la noche soñando,
y sin embargo no somos capaces de recordarlo o –como digo- si acaso recordamos
algo lo olvidamos en seguida. Es algo así como exhalar una bocanada de humo de
un cigarrillo; durante unos instantes vemos cómo el humo adquiere diversas
formas y se va expandiendo, pero casi inmediatamente se desvanece.
¿Cuál
es la razón por la cual no recordamos los sueños? La razón es muy sencilla:
Todas esas aventuras y experiencias que vivimos durante el sueño no se traducen
físicamente, y al no tener acción ni efecto físico, no somos capaces de
recordarlas al despertar. Tan acostumbrados estamos a nuestros sentidos físicos
que cuando algo existe de forma exclusivamente mental no somos capaces de
incorporarlo a este mundo físico que ahora nos ha tocado experimentar.
El
yo que eres, el yo que quieres ser y… ¿y si hubiera un tercer yo?
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Había
una vez dos blogs llamados “Diario AZprensa” uno, y “Palabras inefables” el
otro, que llevaban una vida tranquila, con actualizaciones periódicas y un número
estable de lectores. Pero hete aquí que un día, de repente, se dispararon las visitas
a estos dos blogs, alcanzando cifras nunca antes vista de lectores.
Investigando
sobre tan extraño suceso, se descubrió que todas esas nuevas visitas a los dos
blogs procedían de Singapur. ¿Cómo era posible aquello? Singapur es una pequeña
ciudad-estado con menos de 5 millones de habitantes. ¿Cómo han descubierto
estos blogs? ¿Por qué se han
aficionado a su lectura?
Allí
se hablan cuatro idiomas y el español –por supuesto- no está entre esos cuatro.
Claro que con la traducción instantánea que hace hoy día Google, esto no
representa ningún problema; yo mismo leo con frecuencia diarios extranjeros y
compruebo como año tras año la traducción automática de estos textos va
mejorando.
Pero
el misterio al que nos referimos hoy, el por qué de pronto estos dos blogs se
convierten en medios de información de interés para Singapur, está sin
resolver.
De
momento te invito a que conozcas algo más de Singapur en esta información que
he publicado en el “Diario AZprensa”: https://azpressnews.blogspot.com/2023/06/singapur-el-pais-mas-rico-del-mundo.html
Las
sorprendentes memorias de un Director de Comunicación…
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de un Dircom”: https://amzn.to/32zBYmg
Nuestra
alma, eso que somos realmente, está creando constantemente la realidad física
que nos rodea y a través de la cual nos movemos. Cada cosa material percibida
(objetos) y cada suceso (acontecimientos) que vivimos, todo eso lo estamos
creando nosotros, es algo así como una extensión o prolongación de nosotros
mismos. Todo eso lo creamos a partir de nuestros pensamientos y expectativas.
Así
que ¡fíjate! ¡Qué importante es tener consciencia del poder de nuestra alma!
Somos seres espirituales que nos movemos en un mundo material construido por
nosotros mismos a partir de nuestros propios pensamientos.
Hay
otra realidad que no vemos… y está aquí al lado.
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son coincidencias”: https://amzn.to/2OCmSsO
Lo
que realmente somos nosotros, nuestra alma y nuestra personalidad, eso no va a
morir nunca. Lo que sí muere son todos esos millones de células que componen
nuestro cuerpo.
Porque
esa es otra, resulta que consideramos que nosotros somos nuestro cuerpo y resulta
que nuestro cuerpo no es un cuerpo sino un conjunto de millones de células,
cada una de las cuales cumple una función sin que nosotros les demos
conscientemente ninguna orden.
Si
te empeñas en concentrar tu vista en los barrotes de la ventana de la celda en
donde estás prisionero, y no miras a lo que hay más allá de esos barrotes, no
serás capaz de comprender que hay muchas otras cosas más allá de esos barrotes.
Esa celda es tu cuerpo y tus sentidos físicos; si sólo te guías por ellos y no
te planteas siquiera la posibilidad de que exista algo más allá, sólo verás tu
cuerpo y tu limitado entorno físico.
Mientras
mantengamos conceptos limitados de nuestra propia realidad, no podremos
aprovechar todas las capacidades que realmente tenemos. Mientras nuestra
concepción de lo que es el alma sea tan simple como la que vulgarmente se tiene
de ella, no seremos capaces de sacarle partido, nos estaremos perdiendo la
oportunidad de beber de esa fuente inagotable de creatividad.
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La
idea no parece nada agradable, compararnos a nosotros como un saco lleno de bichos,
pero eso es lo que somos. Sobre nuestra piel viven y se alimentan de nuestras
células muertas cientos de miles de ácaros. Nosotros mismos estamos compuestos
por millones de seres que nacen, comen, se reproducen y mueren dentro de
nosotros (nuestras células). Nuestro tracto digestivo está poblado por millones
de bacterias, gracias a las cuales digerimos los alimentos. Cada vez que
tocamos cualquier objeto, cientos de miles de gérmenes se suben a nosotros como
si fuéramos un taxi y pasan a alojarse sobre nuestra piel hasta que los echamos
con un lavado y después, vuelta a empezar.
Como
podemos ver, tanto por dentro como por fuera, estamos llenos de bichos y
nosotros mismos, nuestro cuerpo, no es sino una inmensa colonia en donde viven millones
de células. Así que si tú consideras que sólo eres tu cuerpo y que cuando
mueres no hay nada más, estás reconociendo que sólo eres un saco de bichos que
acabará pudriéndose y desapareciendo.
Sin
embargo ese saco de bichos sólo es el recipiente en el que se aloja tu alma, en
donde tú te alojas, porque tú eres un alma, algo que trasciende este acúmulo de
materia perecedera.
Hubo personas cuya historia vale la pena conocer...
Estamos
acostumbrados a hablar del alma como algo que tenemos, y no es verdad, no
tenemos alma sino que “somos alma”. Además, creemos que ese alma es algo así
como un producto ya terminado, es decir, algo estático que está ahí y nos
pertenece. Y no, ni una cosa ni otra.
Somos
alma y ese alma, que es nuestra propia identidad, está viva y cambia a cada
instante como cualquier ser vivo. El alma es sensible y es curios, deseosa
siempre de explorar y adquirir conocimientos y experiencias. Ese alma es la que
ha dado forma a nuestro cuerpo y al mundo que nos rodea y es –por decirlo de
alguna manera- como un proyecto en construcción.
Eso
es lo que somos, un alma en proceso constante de realización para construirnos
a nosotros mismos.
El
yo que somos, el yo que queremos ser… ¿qué pasaría si hubiese un tercer yo?
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A
todos nos gustaría saber utilizar el poder de nuestra mente y materializar
todos nuestros deseos. Sin embargo es una herramienta muy compleja y difícil de
utilizar. Pero, por hacer una aproximación a ella, diremos que cuando
conseguimos crear con el pensamiento una imagen mental de lo que deseamos, y la
acompañamos de una emoción intensa, estaremos construyendo el boceto previo
para la materialización de lo que deseamos, sean objetos físicos, condiciones o
acontecimientos.
El
elemento más importante para esa materialización es la intensidad, la
intensidad del sentimiento, del pensamiento y de la imagen mental. Esa
intensidad es algo así como el núcleo sobre el cual se forman unidades de energía
electromagnética, las cuales darán forma a la cumplimentación de ese deseo, y
cuanto más intenso sea ese núcleo, más rápida será la materialización física.
Pero
¡ojo! Esto es así queramos o no. Por eso conviene advertir que esto funciona de
la misma manera cuando nuestros pensamientos, emociones e imágenes mentales,
son pesimistas y negativas. Si en el caso anterior el pensamiento positivo
atrae lo positivo, también lo negativo atrae lo negativo.
Así
que tú mismo elige cómo quieres tu futuro. Si piensas y actúas en positivo, atraerás
a tu vida lo positivo, mientras que si lo haces en plan negativo, lo que
atraerás será lo negativo. Y fíjate que he dicho “piensas y actúas”, porque
–repito- no basta con pensar, también hay que actuar; nada nos va a venir
regalado, tendremos que trabajarlo tanto física como mentalmente.
La
poesía es emoción y sentimiento en estado puro…
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de emociones”: https://amzn.to/3rV1Q71
Alrededor
de nuestro planeta existen ciertos puntos de energía en donde hay un mayor
acúmulo de la misma, lo cual produce una minúscula alteración de la gravedad y
todas las leyes físicas que conocemos sufren una pequeña oscilación en su
vecindad.
Dichos
puntos se activan mediante la intensidad de nuestro pensamiento y nuestras
emociones, es decir, son como puntos de recarga (ahora que están tan de moda
con eso de los coches eléctrico) repartidos por todos el planeta y nosotros
podemos acceder a ellos y utilizar esa energía adicional cuando somos capaces
de producir pensamientos y emociones muy fuertes en su proximidad.
No
sabemos dónde están, pero hay muchos y constantemente pasamos junto a ellos sin
darnos cuenta, pero si nos acostumbramos a fortalecer nuestra capacidad de concentración
y de general pensamientos intensos y con convicción, cada vez que pasemos junto
a ellos recargaremos nuestras baterías mentales.
No
sólo han sido santos los que llegaron a los altares…
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santa desconocida”: https://amzn.to/2P02iSO
El
próximo mes de octubre 2024 saldré de viaje en la nave Europa Clipper de la NASA que
partirá rumbo a Europa, un satélite de Júpiter, en un viaje que durará seis
años, teniendo prevista su llegada en el año 2030. Posiblemente esto te parezca
una fantasía, pero es totalmente cierto. La NASA ha invitado a todos los
ciudadanos de la Tierra que quieran ir a este satélite para que se suban a
bordo de esta nave, la cual llevará un chip en donde irán grabados todos los
nombres d elos que nos hayamos apuntado al viaje. Ahí, en ese chip, estará
grabado mi nombre.
Lo
que no sé es quién llegará antes a Europa, teniendo en cuenta que la llegada
está prevista para el año 2030, si mi nombre a bordo.
Aquí
tienes más información sobre este viaje y quizás aún estés a tiempo de
apuntarte para el mismo ya que te indico la forma de hacerlo. Al menos tu
nombre puede convertirse en astronauta:
https://azpressnews.blogspot.com/2023/06/quieres-enviar-tu-nombre-jupiter.html
Hay
otra realidad que no vemos… y está aquí al lado.
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son coincidencias”: https://amzn.to/2OCmSsO
El
pensamiento es un arma poderosa y cuando alcanza cierta intensidad es capaz de
atraer hacia sí el poder de transformar la realidad en lo que se desea. Las
emociones tienen igualmente ese poder.
Vemos,
pues, como disponemos de dos herramientas muy potentes para cambiar la realidad
acorde con nuestros deseos; el problema es que no sabemos manejarlos
adecuadamente. Si pones a un niño a los mandos de un avión, lo más normal es
que ese avión no llegue a despegar (y mejor que no lo haga, ¿verdad?).
Eso
mismo nos pasa a nosotros, que nos cuesta controlar nuestras emociones sin
darnos cuentas del influjo que estas ejercen sobre nuestro estado de ánimo,
sobre nuestra salud, e incluso sobre el futuro desarrollo de los
acontecimientos que nos afectan.
Y
eso es lo mismo que nos sucede con el pensamiento, que no nos creemos que tenga
poder para transformar el devenir de los acontecimientos… Pero aquí hay que
recordar algo muy importante y que no se debe olvidar jamás: El poder del
pensamiento y de las emociones para canalizarlo tal como deseamos, debe ir
acompañado de obras, de acción. No basta con quedarse sentado y pensar en lo
que queremos; eso está bien –por supuesto- pero sentados no lograremos nada,
tenemos que levantarnos, trabajar, hacer cuanto esté en nuestras manos para
conseguirlo. Ambos deben ir siempre juntos: el pensamiento y las obras.
Y
¿qué es la verdad? Pues eso, un simple punto de vista…
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verdad sólo es un punto de vista”: https://amzn.to/3rTvdH5
Si
te gusta leer pero no tienes tiempo, entonces lo que necesitas es algo así como
aquello que se hizo tan famoso hace unas décadas y que se llamaba “Selecciones
del Reader’s Digest”, una publicación que traía resumidos una selección de
artículos. Conservaba lo esencial de cada información y prescindía de todo lo
innecesario, del habitual “rollo” que te hace dar vueltas y más vueltas antes
de llegar a lo que realmente te interesa.
Por
eso hoy quiero recomendar mi último libro, “Elogio de la síntesis”. Al igual
que aquellas “Selecciones del Reader’s Digest”, este libro contiene una
selección de artículos claros y concisos que te cuentan lo esencial sin andarse
con rodeos. Pero añaden una nueva singularidad: Estos artículo no han sido
resumidos –como hacía aquella publicación. Sino que han sido escritos así, precisamente
así, sin meter rollo, contando sólo lo esencial y además de una forma
atractiva, entretenida y que te lleva de sorpresa en sorpresa.
¿Se
puede pedir más? Esto sí que son unas lecturas diferentes y que además podrás
leer durante esos pequeños espacios de tiempo perdido cuando vamos en el
transporte público o estamos en casa esperando que pasen unos minutos antes de ponernos
a hacer otra cosa. Esos minutos los puedes ir completando con estas lecturas y
comprobarás cómo después, mientras te pones a hacer otras cosas, sigues
recordando lo que has leído y lo que es más importante: Te das cuenta de que tienes
la capacidad de razonar y de pensar por ti mismo. Y es que con tanta televisión
y redes sociales, se te había olvidado…
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ejemplo de cómo se pueden contar las cosas de forma atractiva y sin enrollarse…
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