El horizonte no son los barrotes de una celda

Si te empeñas en concentrar tu vista en los barrotes de la ventana de la celda en donde estás prisionero, y no miras a lo que hay más allá de esos barrotes, no serás capaz de comprender que hay muchas otras cosas más allá de esos barrotes. Esa celda es tu cuerpo y tus sentidos físicos; si sólo te guías por ellos y no te planteas siquiera la posibilidad de que exista algo más allá, sólo verás tu cuerpo y tu limitado entorno físico.
 
Mientras mantengamos conceptos limitados de nuestra propia realidad, no podremos aprovechar todas las capacidades que realmente tenemos. Mientras nuestra concepción de lo que es el alma sea tan simple como la que vulgarmente se tiene de ella, no seremos capaces de sacarle partido, nos estaremos perdiendo la oportunidad de beber de esa fuente inagotable de creatividad.
 

Un ejemplo de cómo se pueden contar las cosas de forma atractiva y sin enrollarse…
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