El otro campeonato en el que participé en labores
organizativas, y que es digno de mención como el anterior, tuvo lugar en el año
2003 y, al igual que en el caso anterior, hice luego mención del mismo en la
revista “Información al Día”, explicando que “en la edición de este año 2003
del campeonato de fútbol interempresas, el equipo de AstraZéneca ha quedado
clasificado en cuarto lugar; sin embargo lo más destacable, y dados los tiempos
de violencia que corren por el deporte nacional, es que se ha alzado con el
‘Premio a la deportividad’. Enhorabuena a todo el equipo por su saber hacer y
saber estar. Reproducimos a continuación la crónica del torneo que ha preparado
José Francés, y esperamos que sea del disfrute de todos nuestros lectores”.
Y como la vez anterior, José Francés nos deleitó con una
de sus peculiares crónicas a la que puse como titular “Resultados de
AstraZéneca en fútbol: para el Guinness de los récord”. Decía así:
“El equipo de fútbol que recientemente ha presentado AstraZéneca en un campeonato de fútbol de la industria farmacéutica en Madrid ha sido propuesto para figurar en el libro Guinness de los récord, en el capítulo de máxima rentabilidad. Hasta ahora se consideraba de lo más rentable aquél equipo que, marcando un solo gol en cada partido, era capaz de convertirlo siempre en una victoria. Nuestros chicos lo han superado; en una fase previa que constaba de tres encuentros, consiguió, con el balance de 0 goles a favor y 6 en contra, clasificarse como segundo de grupo y jugar así el partido por el tercer y cuarto puesto.
¿Imposible? No. Veamos. En el primer partido, contra el equipo de Andrómaco, conseguimos una merecida victoria, gracias a que nuestros rivales no se presentaron. Luego ganamos el primer partido con toda justicia y merecimiento: el mérito de desplazarse hasta Orcasitas, barrio de las afueras de Madrid, para jugar un partido a las nueve de la noche, no es un mérito menor.
En el segundo partido tuvimos más suerte, o menos (según lo queráis interpretar). Más suerte porque el rival, un equipo que no representaba a un laboratorio sino a una agencia de coches, sí se presentó y pudimos jugar. Menos suerte, porque el resultado fue 6-0 (el seis es el de ellos, por si os quedaban dudas).
No íbamos del todo mal hasta aquí; si echáis cuentas, un partido ganado y uno perdido. Nos jugábamos el pase a la final de consolación en el último partido del grupo. Y ahí salió de nuevo la raza de este equipo: nos presentamos a la hora y en el lugar convenido y... el equipo contrario no. Partido ganado y pase a la disputa del tercer o cuarto puesto. ¿Qué no tiene mérito? Pues debéis saber que el contrincante era Aventis, organizador del torneo, y que corre el rumor que su espantada tuvo que ver con el miedo que les infundíamos.
Echad cuentas de nuevo: 0 goles a favor, 6 en contra, 2 partidos ganados y sólo 1 perdido. ¡Brillante! ¡Unos fenómenos! Otro dato de importancia: ganamos a todos los laboratorios farmacéuticos con quienes nos enfrentamos (fueron dos y ninguno se presentó) y sólo perdimos con quienes no eran nuestra competencia real (concesionario de coches). Este es un dato muy importante a tener en cuenta para nuestro orgullo competitivo”.
Si escribes “Vicente Fisac” en Amazon, podrás ver todos los libros de este autor.
“El equipo de fútbol que recientemente ha presentado AstraZéneca en un campeonato de fútbol de la industria farmacéutica en Madrid ha sido propuesto para figurar en el libro Guinness de los récord, en el capítulo de máxima rentabilidad. Hasta ahora se consideraba de lo más rentable aquél equipo que, marcando un solo gol en cada partido, era capaz de convertirlo siempre en una victoria. Nuestros chicos lo han superado; en una fase previa que constaba de tres encuentros, consiguió, con el balance de 0 goles a favor y 6 en contra, clasificarse como segundo de grupo y jugar así el partido por el tercer y cuarto puesto.
¿Imposible? No. Veamos. En el primer partido, contra el equipo de Andrómaco, conseguimos una merecida victoria, gracias a que nuestros rivales no se presentaron. Luego ganamos el primer partido con toda justicia y merecimiento: el mérito de desplazarse hasta Orcasitas, barrio de las afueras de Madrid, para jugar un partido a las nueve de la noche, no es un mérito menor.
En el segundo partido tuvimos más suerte, o menos (según lo queráis interpretar). Más suerte porque el rival, un equipo que no representaba a un laboratorio sino a una agencia de coches, sí se presentó y pudimos jugar. Menos suerte, porque el resultado fue 6-0 (el seis es el de ellos, por si os quedaban dudas).
No íbamos del todo mal hasta aquí; si echáis cuentas, un partido ganado y uno perdido. Nos jugábamos el pase a la final de consolación en el último partido del grupo. Y ahí salió de nuevo la raza de este equipo: nos presentamos a la hora y en el lugar convenido y... el equipo contrario no. Partido ganado y pase a la disputa del tercer o cuarto puesto. ¿Qué no tiene mérito? Pues debéis saber que el contrincante era Aventis, organizador del torneo, y que corre el rumor que su espantada tuvo que ver con el miedo que les infundíamos.
Echad cuentas de nuevo: 0 goles a favor, 6 en contra, 2 partidos ganados y sólo 1 perdido. ¡Brillante! ¡Unos fenómenos! Otro dato de importancia: ganamos a todos los laboratorios farmacéuticos con quienes nos enfrentamos (fueron dos y ninguno se presentó) y sólo perdimos con quienes no eran nuestra competencia real (concesionario de coches). Este es un dato muy importante a tener en cuenta para nuestro orgullo competitivo”.
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