Como se lleva muchos años hablando del deseo de muchos
catalanes de ser independientes, yo también he manifestado mi postura al
respecto. Por eso, ante los momentos políticos que estamos viviendo
actualmente, reitero y digo públicamente que estoy a favor de que cualquier
región e incluso pueblo pueda celebrar un referéndum para comprobar si la
mayoría de sus ciudadanos desea la independencia, y si ganase esta opción,
también soy partidario de que dicha región o incluso pueblo, se constituya como
nación soberana e independiente.
Dicho esto, debo añadir que hablo de “independencia” no de
“caradura”. Es decir, si gana la opción independentista, dicha independencia
debe ser total y por consiguiente nada de seguir recibiendo dinero de la nación
a la que antes pertenecía, nada de seguir jugando en sus ligas deportivas...
deberán ser independientes para lo bueno y para lo malo, y ser capaces con sus
propios recursos de pagar las pensiones, la sanidad pública, la enseñanza
pública, etc.
Y esto, todo lo bueno y todo lo malo, se debe explicar a los
ciudadanos antes de ir a votar, sin engañarles como ahora están haciendo en que
unos todo se lo pintan de rosa y otros, en vez de explicar las cosas se limitan
a regañar y prohibir.
Lo explicaba muy bien, y lo reitero, en este post del año
2013 titulado “El viaje a ninguna parte”:
Pero, como se ve, los ciudadanos le importan un bledo a los políticos (sólo se acuerdan de ellos cuando hay elecciones). Los independentistas quieren manos más libres aún para seguir enriqueciéndose
a costa de los sueños de muchos de sus ciudadanos; y los partidarios de la
unidad de la nación lo único que quieren es seguir teniendo el poder que ahora
tienen en que ni la Justicia es capaz de encarcelarlos a pesar de todo lo que
roban.
PD.- Y en este otro post del año 2012 ya dejé bien claro mi
deseo de que mi pueblo, Daimiel, fuese también
una nación independiente:
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