miércoles, 3 de octubre de 2018

A las hijas de María

Como poeta, Gaspar Fisac Orovio, no sólo escribía sino que también era capaz de improvisar poemas. Un ejemplo de esto lo constituye la décima que improvisó y recitó ante la sorprendida y entusiasmada audiencia, en el Casino de la Armonía, de Daimiel, con motivo de la visita –y del consiguiente festejo-  que a las “Hijas de María” hizo una comisión de esta asociación de Almagro, en un acto de confraternidad entre estos dos pueblos hermanos.
Este poema se incluyó en la crónica realizada con tal motivo y fue publicada en el nº 29 de “El Eco de Daimiel”, del 16 de diciembre de 1885.

Dos manos entrelazadas
simbolizan nuestra unión;
¡que a esta hermosa reunión
le sigan otras veladas!
Nido de hechiceras hadas
ha deparado el destino
en tal noche a este casino,
pues las “Hijas de María”
trocando la noche en día
hacen de él, templo divino.

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