miércoles, 11 de noviembre de 2020

Un cadáver exquisito (11)

Capítulo 7.- Los niños perdidos y hallados en "El Templo"
 
Los niños estaban a salvo. Habían salido de la casa cuando empezó a oler a rata quemada. "Otra vez se le ha quemado a mamá el asado", pensó Pía. Su hermano estaba enfrascado con la PSP y aunque olisqueaba el desagradable olor que se difundía por toda la casa, no levantaba el rostro de la consola.
- Huele mal -dijo Edu.
Entonces Pía abrió la puerta y profirió un grito aterrador. Edu soltó de golpe la consola y abrió los ojos como platos. "¡Hay fuego!".  Rápidamente  Pía  reaccionó y,  recordando sus nociones de boy scout, hizo una cuerda a base de calcetines, sábanas y ropa sucia que se acumulaba en el cuarto de su hermano.
- Rápido, Edu, átalos con fuerza -le indicó al niño que se encontraba en estado de shock.
El humo subía por la escalera y el ambiente se estaba haciendo insoportable. Consiguieron salir por la ventana del baño y escaparon del lugar sin rumbo fijo.
Después de caminar varios kilómetros llegaron al centro comercial "El Templo", en el que estaba ubicada la pizzería de David, "La pizza risueña". Los niños estaban asustados, desorientados... y hambrientos. Edu se acercó al mostrador donde estaban expuestas las pizzas...


Una novela en donde el humor alcanza el estado de gracia…

“El dulce gorjeo del buitre en celo”: https://www.bubok.es/libros/210805/El-dulce-gorjeo-del-buitre-en-celo

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