sábado, 12 de abril de 2008

Que prime el talento, y no el sexo


Con motivo del nombramiento del nuevo equipo de Gobierno, en el que por primera vez hay más mujeres que hombres, reproduzco el artículo que publiqué en el diario digital PR Noticias durante la última campaña electoral y en el que reclamaba igualdad de oportunidades y elección de las personas en razón de su capacidad y no de su sexo.

Listas paritarias ¡Menuda parida!

Durante las últimas semanas nuestros políticos se han estado devanando los sesos (ya era hora de que pensaran un poco) para confeccionar las listas, unas listas que debían ser paritarias, esto es, contener al menos un 40% de personas de un mismo sexo. Este invento (esta parida) se hizo para acabar con la discriminación brutal que padecían las mujeres, las cuales apenas si eran unos floreros en medio de unas listas plagadas de hombres.

Creo que hoy en día casi todos estamos de acuerdo en que las mujeres, por el hecho de serlo, no difieren en inteligencia y dotes para gobernar de los hombres. Sin embargo, este invento, cuya intención era buena (dar a las mujeres la oportunidad que merecen) es un burdo ejemplo más de machismo (por mucho que quieran explicarnos que eso del 40% se refiere tanto a cuota de mujeres como de hombres, para que en definitiva no predomine un sexo sobre otro). Los hombres, una vez más, se arrogan el papel de dominantes concediendo a las mujeres esta cuota de poder que les trae no pocos quebraderos de cabeza moviendo y bajando a sus candidatos (hombres) para ir intercalando adecuadamente a las mujeres en la proporción exigida.

Por consiguiente, a las mujeres que se han visto incluidas en las listas les quedará siempre la duda de si están ahí por méritos propios o “porque les tocaba”. Lo que prima, pues, no es una cuestión de inteligencia y de saber gobernar; es una cuestión de... sexo. ¿Por qué no puede estar compuesta una lista por un 78% de mujeres... o de hombres? ¿Por qué no puede haber 10 mujeres (o 10 hombres) en los 10 primeros puestos de una lista? Otros países, como los nórdicos, nos han dado ejemplo de que lo que importa es la capacidad, no el sexo, y se han dado épocas en las que tanto el jefe de gobierno como los lideres de los dos principales partidos de la oposición eran mujeres, y nos han dado ejemplo de que no hay que imponer porcentajes sino capacidad política.

Me temo que las raíces del landismo (dicho con todo respeto y cariño hacia nuestro gran actor que acaba de recibir un merecido homenaje) son más profundas de lo que imaginábamos y va a costar mucho entender con naturalidad que no importa ser hombre o mujer para saber hacer política y formar 200 listas en las que cada una tenga un porcentaje diferente de “cuota de sexo”.

Por el camino que vamos de falso progresismo, lo que se debe hacer es ajustar las listas a los porcentajes “progres” que muestre nuestra realidad de cada momento. Por ejemplo: Un porcentaje determinado de personas de color (que no de negros, que eso parece que es un insulto), otro porcentaje de hijos de inmigrantes, otro porcentaje de creyentes y agnósticos, otro porcentaje de personas mayores y menores de determinada edad (como el ruleta, el manque y pase), otro porcentaje de personas con discapacidad, otro...

Total, para lo que hacen los políticos, ¡qué mas da el porcentaje!

PD.- Ahora, después de ver la composición del nuevo Gobierno, se me abre un poco la puerta de la esperanza; a ver si empezamos a cambiar y salimos de una vez de las cavernas.


3 comentarios:

Maripuchi dijo...

En el fondo tienes toda la razón... pero yo sigo pensando que hoy, 12 de abril de 2008, sigue siendo mucho más duro y difícil ser mujer que ser hombre.
Hasta que eso siga así, es necesario que se apoye a las mujeres desde las instituciones.

Blanca dijo...

Y digo más... lo fácil es nombrar a un hombre, que aunque tenga 30 años nadie le va a llamar "ese chico", como llamaron ayer en alguna tertulia a Bibiana Aído.

Las mujeres siempre han sido tan inteligentes como los hombres, y más fuertes, en todos los sentidos... y nunca han estado (ni están) en el lugar que se merecen...

Y manda webs que haya que hacer una ley para que la sociedad machista lo haga por las malas... porque por las "buenas" nunca una mujer va a estar en paridad con el hombre.

Es así de triste, injusto y anacrónico. No van a poner a mujeres en paridad con hombres si no lo merecen, inefable, van a poner a mujeres tan válidas como cualquier hombre... ese es el tema. ¿O es que acaso piensas que las mujeres no valen intelectualmente y en formación exactamente igual que los paisanos?

Bueno, pues sin una ley, habría una mayoría aplastante de hombres en cualquier ámbito de la sociedad.

En este caso, primero fue la gallina, no el huevo, y la sociedad tiene que elaborarlo ya de una santa vez.

Anónimo dijo...

Tema espinoso, no por el mismo en si, pero si por la utilización que se hace de el, desde todos los rincones de esta nuestra querida patria, -ya sea la chica o la grande-.

Que la mujer sigue discrimada en bastantes aspectos, lugares y situaciones es una verdad objetiva.

Que dar no es conseguir, pero no por ello desmerecer, también es otra verdad.

Que la falta de imaginación con el aderezo del sentido común es, hoy en día, la naturaleza de muchas decisiones políticas, no es menos cierto.

Pero si hay algo que esta sumando unanimidades son las nuevas palabras como amig@, estimad@, compañer@ y más. Que simple y que igualitario: Ministr@ de Igualdad.

Est@ Ministr@ de la Igualdad, es sumamente competente, me explico:¿Cual es bagaje para ser nombrad@ Ministr@ de Igualdad? ¿Acaso su larga experiencia en gestionar desigualdades? ¿Su preparación Académica? ¿Su edad? ... NO, real y tristemente es Ministr@ de Igualdad, por ser como una gran mayoría de jovenes que se presentan a los casting de Gran Hermano, -con más de 180.000 en la que fue su sexta edición-.

Este nombramiento si discrimina en negativo y transmite un mensaje muy claro: No hace falta preparción, solo que le gustes al "Jurado de Gran Hermano", seas mujer u honmbre da igual, te elegiremos no por tu valía para el puesto sino por el "juego" que vas a dar dentro de la casa, y esto si es UTILIZAR la discriminación, para un fín que no es ni mucho menos el acabar con ella, sino utlizarla para que genere un alto rendimiento politico.

Desde el Sur, un siempre admirador de ustedes....