La mayor parte de la gente interpreta la palabra “ganar” como conquistar un título, ganar una carrera, ganar un partido... Es un verbo excluyente porque sólo “gana” uno y los demás pierden, y así se alimentan pasiones y deseos por ser el número 1 y pavonearse con prepotencia, antes que envenenarse por dentro porque no se consiguen victorias y/o títulos resonantes.
Por ejemplo, este año el coche de Alonso no está para ganar, solo para quedarse en mitad del pelotón. Es posible que, dadas las excelentes cualidades de este piloto, le saque un rendimiento del 130% y pueda incluso alguna vez ocupar un lugar en el podio o quedar –como ya lo ha hecho- en zona de sumar puntos. ¿Es eso un fracaso? Y lo mismo podríamos decir del Getafe y su eliminación ante el Bayern. ¿Acaso no dieron lo mejor de sí mismos y una lección de juego, entrega, pundonor...?
Para mí “ganar” es luchar contra uno mismo, no contra los demás; es tratar de superarse día a día; y es dar en cada momento lo mejor de uno mismo. Cuando así se hace, se “gana”. Y esto es algo que pueden hacer todos y por consiguiente “ganar” todos. La palabra “ganar” no debe ser excluyente porque en ella cabemos todos cuando el rival no es el contrario sino sólo nuestras imperfecciones contra las que deberíamos estar siempre en lucha constante.
1 comentario:
Gran post, siempre pensé asi, que dando lo mejor de uno mismo en cada momento uno se supera y se pone a otro nivel, incluso cuando se fracasa estrepitosamente.
No podemos dedicir CUANDO pero prefiero tener la conviccion, de que hay que aprovechar cada momento al máximo y el resultado acaba llegando.
Tu forma de pensar es muy similar a la mia en casi todos los temas.
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