lunes, 28 de abril de 2008

Equivócate por tí mismo


La gente quiere equivocarse por sí misma y todos debemos respetar ese derecho.


Tenemos la manía de trasladar a los demás nuestra manera de ver las cosas y de decir lo que deben hacer (¡hay algunos que hasta se empeñan en decirles lo que tienen que pensar!). Pero no nos damos cuenta de que somos insignificante motas de polvo en el universo y que nuestro nivel de desconocimiento es igual de grande que el propio universo. Ya, desde pequeños, por mucho que insistan nuestros padres en que el fuego no se puede tocar, hasta que no nos quemamos no aprendemos. Una frase que me encantó en una película era esa en la que uno decía “No volveré a cometer los mismos errores”, a lo que otro le respondía “por supuesto que no; cometerás otros nuevos”.


Eso es nuestra vida: una sucesión continua de errores, y gracias a ellos vamos aprendiendo aunque sólo sea un poquito. Por eso, vamos a dejar que todos nos equivoquemos, no digamos a nadie lo que tiene que hacer, y por supuesto, no me hagáis caso.

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