Hace poco hablábamos de algunas excepciones: Presidentes de grandes compañías que además de buenos gestores son buenas personas, humildes, sencillos, afables, accesibles… rara avis, desde luego. Y os cité un ejemplo nacional, Carlos Trias, para quien todas estas virtudes eran algo habitual en él.
Hoy traigo otro ejemplo, esta vez internacional. Se trata de Tom McKillop, actualmente presidente del Banco de Escocia y consejero de los laboratorios españoles Almirall. Para que os hagáis una idea: su salario en 2005 era de 4.125.000 Libras (más de 6 millones de euros), tenía el título de “Sir” concedido por la Reina de Inglaterra, presidía una compañía con 65.000 empleados en todo el mundo…
Bueno, pues esta persona que por esos datos que anteceden parecería estar fuera del alcance de los mortales, me atendía amablemente cuando le pedía una entrevista o unas declaraciones sobre cualquier tema, invitaba todos los años un par de veces a la prensa española a Londres y allí compartía mesa y mantel, chistes y fotos, declaraciones y trato amistoso. Trataba a todos como iguales sin darse jamás aires de grandeza, sino todo lo contrario: sencillez, simpatía y trabajo. Estuvo varias veces en España y siempre disfrutó mezclándose con la gente de a pie, interesándose por sus inquietudes.
Como veis, nunca se puede generalizar, porque excepciones positivas las hay en todas partes, y hasta un “Sir” como McKillop puede ser el mejor de tus colegas.
Hoy traigo otro ejemplo, esta vez internacional. Se trata de Tom McKillop, actualmente presidente del Banco de Escocia y consejero de los laboratorios españoles Almirall. Para que os hagáis una idea: su salario en 2005 era de 4.125.000 Libras (más de 6 millones de euros), tenía el título de “Sir” concedido por la Reina de Inglaterra, presidía una compañía con 65.000 empleados en todo el mundo…
Bueno, pues esta persona que por esos datos que anteceden parecería estar fuera del alcance de los mortales, me atendía amablemente cuando le pedía una entrevista o unas declaraciones sobre cualquier tema, invitaba todos los años un par de veces a la prensa española a Londres y allí compartía mesa y mantel, chistes y fotos, declaraciones y trato amistoso. Trataba a todos como iguales sin darse jamás aires de grandeza, sino todo lo contrario: sencillez, simpatía y trabajo. Estuvo varias veces en España y siempre disfrutó mezclándose con la gente de a pie, interesándose por sus inquietudes.
Como veis, nunca se puede generalizar, porque excepciones positivas las hay en todas partes, y hasta un “Sir” como McKillop puede ser el mejor de tus colegas.
2 comentarios:
el Sir era un tipo majo... pero "ser el mejor de tus colegas"...
un dia te contare una grabación de uno de esos "super" tan educados, tan simpaticos, tan atentos, tan enrrollados... mucho please... mucho sorry... pero cuando me puese a grabarle... zas... en un momento paso de sonreir a despedir a 2000 empleados... sin inmutarse...
Lo siento Vicente... estos tipos a la hora de la verdad no tiene corazon ni estomago...
Recuerda a una noruega...
un saludo
cesar
Quizás es que lo estoy comparando con otros y por eso sale tan bien parado. Pero en cualquier caso, mi relación con él (y tuve muchos encuentros cercanos)fue excelente.
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