domingo, 2 de junio de 2024

Tenis (1)

Mi relación con el Tenis es una larga historia de esfuerzo, superación y constancia, casi tan larga como la propia historia de este deporte que se originó allá por el siglo XVIII y que en los Juegos Olímpicos de Atenas de 1896 se estrenó como deporte olímpico. En sus orígenes era un deporte que sólo practicaban las clases altas, y así sucedió también en España, en donde una persona de clase media (y no digamos ya de clase baja) tenía difícil poder practicarlo. Tuvo que ser un niño que se ganaba un pequeño jornal trabajando como recogepelotas en un elitista club de tenis, Manuel Santana, quien protagonizase el milagro de la popularización del Tenis en España. Gracias a sus victorias todos conocimos la existencia de este deporte, nos aficionamos a él, y poco a poco fue siendo accesible para cualquier persona.
 
Yo también conocí, gracias a Manuel Santana, lo que era el Tenis, un deporte realmente extraño, sobre todo en su puntuación. Resulta que si ganas el primer tanto no te apuntas un punto sino 15 (esto no pasa en ningún otro deporte). Si ganas el siguiente tanto, te vuelves a apuntar 15 puntos, es decir: cuando en otro deporte irías ganando 2 a 0 en Tenis vas ganando 30 a 0 (mayor rentabilidad es imposible). Pero los creadores del Tenis debieron pensar que las reglas están para romperlas, así que si ganas tu tercer tanto, ya no te apuntas otros 15 puntos sino solo 10. ¿Por qué? Pues porque les dio la gana a quienes lo inventaron. Después, si te haces otro, ya has ganado el juego, y si los dos contrincantes llegan a 40 puntos (es decir, tres tantos ganados cada uno) entonces deberán ganar dos tantos seguidos para hacerse con ese juego, y aquí no hay límites, así que pueden estar jugando horas y horas. Mientras otros deportes tienen límite de tiempo, en el Tenis, en teoría, un partido podría durar toda la vida, hasta la muerte por vejez de uno de los contendientes (esto no se ha dado nunca, pero sí partidos que han durado más de seis horas... algo que no hay culo de espectador que lo aguante). El Tenis, además, es muy benevolente. Cuando un jugador saca, si falla ese golpe tiene otra oportunidad. ¿Te imaginas a un futbolista que tira un penalti, lo falla, y el árbitro le dice que tire otra vez? Pues eso pasa en Tenis. Y aún hay más, resulta que si sacas, pero la pelota roza ligeramente la red, entonces el árbitro manda repetir el saque para que nada distraiga al contrincante. Volviendo al fútbol, ¿te imaginas a un futbolista que saca una falta, el balón roza la barrera, y entonces el árbitro dice que se repita el lanzamiento para que no tenga ninguna distracción el portero? Pues así de original es este deporte.
 

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