domingo, 18 de octubre de 2020

Mensaje para todos los angustiados por el coronavirus

Son muchos los mensajes (la mayoría de ánimo y algunos apocalípticos) que se están enviando estos días a la población para que mantengan la serenidad y la cordura en el encierro que sufren en sus propias casas. De entre todos ellos he querido rescatar este “Mensaje a los angustiados por el coronavirus” que escribí hace ya unos cuantos días:

Si estás angustiado por el coronavirus deberías considerar estos puntos:

A.- Si no eres un anciano y gozas de una salud aceptable, no tienes que temer nada; de resultar infectado lo normal es que pases unos días malos como cuando coges una gripe, aunque en la mayoría de los casos esos síntomas sólo serán como los de un catarro leve. ¿Queda claro? No te vas a morir ni vas a padecer una larga enfermedad, sólo algo parecido a esa gripe a la que nunca das importancia.

B.- Si eres un anciano o una persona más joven pero con una salud delicada, en este caso sí debes preocuparte y seguir al pie de la letra todas las recomendaciones que te den las Autoridades Sanitarias. Si te contagias te pueden empezar a salir complicaciones no deseadas e incluso con fatal desenlace, aunque esto depende del estado de gravedad de la enfermedad que tuvieses antes de contagiarte de este virus y de tu estado de salud general.

Como muchos, después de leer esto, siguen angustiados porque creen que pueden contagiarse y morir, no me queda más remedio que ser más tajante y plantearles las cosas muy claramente:

1.- Si eres ateo, como no crees que haya nada después de la muerte. ¿Qué es lo que te preocupa entonces? Si luego no hay nada, pues no hay nada de qué preocuparse. Y además, en caso de morirte de esta enfermedad lo harás de forma más rápida y menos dolorosa que si mueres de otras muchas enfermedades que te dan largas agonías. En definitiva: Es absurdo tener miedo de nada (porque eso es lo que piensas tú, que después de la muerte no hay nada).

2.- Si eres creyente y tienes la conciencia tranquila, sabes que sólo estás aquí de paso (bueno, en realidad eso lo saben hasta los ateos) y que al otro lado te espera una vida mucho mejor. Es como cuando estás esperando el avión que te lleva de vacaciones y te dicen que en vez de salir con retraso va a salir con adelanto. Pues mucho mejor ¿no? Vamos, si lo que te espera allí es mejor, tendríamos que estar deseando ir allí, sobre todo si durante el tiempo que has permanecido en este mundo te has portado bien.

3.- Si eres creyente pero no tienes la conciencia tranquila… entonces sí que estás jodido. ¡Lo siento, tío (y tía también)! Pero aún tienes la posibilidad de empezar a hacer el bien a partir de este mismo instante en que acabas de leer esto. Por eso no sigo más, para dejarte tiempo.

Nota.- Esto lo escribí el 26 de marzo de 2020 y, como por desgracia todo sigue igual, incluyo aquí este mensaje por si puede aliviar a alguien.

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