miércoles, 7 de octubre de 2015

Karma

El principio fundamental del Karma o Ley de la Compensación, es que por cada dolor o pesar que causemos a otro, sufriremos en el mismo grado, del mismo modo, y en el momento en que la lección que debemos aprovechar con eso nos cause la mayor impresión posible. Pero este principio no exige, como pudiera parecer a simple vista, el famoso “ojo por ojo y diente por diente”, ya que en el Karma no existe el concepto de venganza ni ninguna intención de causar dolor o sufrimiento. El único propósito del Karma es enseñarnos una lección, hacer que nos demos cuenta del error y que de esta forma reconduzcamos nuestra vida y nuestra evolución espiritual.

En consecuencia, nunca podemos prever cuando la ley del Karma nos dará sus avisos; de lo que sí podemos estar seguros es de que nunca sufriremos por nuestras deudas kármicas sin que seamos conscientes de que se trata de eso. 

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