Este joven con cara de niño bueno (ver imagen) se llama Mans
Zelmerlow y se ha convertido en un nuevo héroe en su país, Suecia. Para ser
exactos tendríamos que decir que ha sido su canción “Héroes” (y su
interpretación, claro está) quien lo ha catapultado a la fama. Pero su canción
de buena tenía poco, es una canción del montón. ¿Por qué ha ganado entonces?
Pues porque Suecia es un país que tiene muchos amigos y la canción no estaba
mal. Y es que así es como funciona Eurovisión.
Un ejemplo ilustrativo nos lo dan España y Noruega. Los
representantes de ambos países (Edurne en el caso de España) hicieron una buena
interpretación de sus respectivos temas que tampoco eran cosa del otro mundo.
Ahora bien, ¿cómo estuvieron de votos uno y otro país?
En el caso de España, quedó en el puesto 20 de 27
participantes, con unos modestísimos 15 puntos. ¿Quién le votó? Francia, la que
más, le dio 5 puntos, Portugal 3, Montenegro 2 y luego ya Moldavia, Azerbajan,
Suiza, Israel y Rusia le dieron un punto cada uno. En total, 8 países de 45
países con derecho a voto; es decir, le votaron el 17 por ciento de los
electores.
Veamos ahora Noruega. Este país ha demostrado que tiene
muchos más amigos que España. Quedó en octava posición con un total de 102
puntos, y le votaron un total de 23 países, es decir, el 51 por ciento de los
electores.
El festival de la canción de Eurovisión es una herramienta
muy útil para conocer con qué apoyos cuenta cada país y en el caso de España se
ha comprobado, una vez más, que no atrae demasiadas simpatías. Lo de la canción
es lo de menos.
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