Quizás el capitulo que mejor define a Eloy, uno de los
protagonistas principales de la novela "Castidad y rock and roll" https://amzn.to/3PyfLOH es
aquél en donde se transcribe la amplia entrevista que mantiene en televisión y
donde repasa su vida y su pensamiento sobre los temas más polémicos. Para
situarnos, digamos que Eloy era el vencedor de un concurso de televisión para
descubrir nuevos valores de la canción y que llegó a alcanzar más fama que
David Bisbal.
Eloy era un joven con una fuerte personalidad que, en vez de
seguir la moda seguía su propia conciencia y nos demostró que esto podía
hacerse con tolerancia y sin crispación. ¿Es el miedo a que nos señalen como
“diferentes” el que nos hace negarnos a nosotros mismos y mimetizarnos con los
demás para ser parte del rebaño y sentirnos de esta manera aceptados? Escucha
este fragmento de lo que dijo Eloy en aquella entrevista:
LUIS NAVAS.- En definitiva, llegaste prácticamente virgen a
ese concurso. Sin embargo te desenvolvías muy bien, se te veía con mucho aplomo
durante las sucesivas eliminatorias que ibas superando en los casting. Vamos a ver unas imágenes... -(se
ven imágenes del proceso de selección en donde Eloy interpreta fragmentos de
canciones conocidas y de algunas canciones propias acompañado de su guitarra...
finalmente otra secuencia muestra el momento en que Eloy declara en público que
es católico...)- Creo que fue esta la primera ocasión en que dijiste
abiertamente que eras católico y que sin embargo querías ser un rockero famoso.
¿No hay contradicción en ello?
ELOY.- No tiene por qué haberla. Y lo de católico lo dije
porque me preguntaron por mi experiencia previa y les conté que cantaba en las
misas de mi parroquia. Yo no hago bandera del catolicismo, lo soy y punto; esa
es mi opción personal y no trato de imponérsela a nadie.
LUIS.- Pero fuiste uno de los 10 elegidos entre más de 6.000
cantautores que se presentaron y resulta que a las primeras de cambio te
negaste a seguir las instrucciones que te daban tus profesores.
ELOY.- No, no, yo era un concursante disciplinado. A lo que
me negué fue a incorporar en la coreografía de mis números una serie de
movimientos obscenos. Yo quiero salir al escenario a cantar, no a incitar al
sexo. Si otros lo hacen, allá ellos, pero a mí nadie me puede obligar a hacer
algo que va contra mis principios.
LUIS.- Tengo entendido que estudiaste en un colegio de curas
¿ha podido influir esto en ti?
ELOY.- Pues supongo que alguna buena influencia sí que habrá
tenido, así que yo tan contento…
LUIS.- No sé si te molesta que te llamen “curita” o que se
mofen de ti por esta actitud...
ELOY.- Es que como no lo soy... pues que digan lo que
quieran, yo voy a mi rollo. Parece que ahora lo políticamente correcto es
meterse con la religión (con la católica, vamos) y como yo no estoy por la
labor, pues bueno, que me llamen lo que quieran, yo acepto que cada cual se
exprese como quiera, no me voy a enfadar por eso.
LUIS.- Parece también que tienes nervios de acero, y no lo
digo sólo por lo bien plantado que estás en el escenario, sino porque luego en
tu vida real nunca pierdes el control.
ELOY.- Sí que los pierdo algunas veces, pero procuro que
sean las menos. Si todos nos tratamos con respeto, nos escuchamos mutuamente y
vamos con espíritu positivo, las cosas van mejor. Los gritos y la crispación no
solucionan nada, todo lo contrario, lo empeoran.
PD.- En una comunidad rural como aquella a la que huyó el protagonista de esta novela, no era extraño contemplar escenas como esta de la imagen.
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