Si alguien ha definido de una forma certera, bella y
exquisita qué es eso de la “libertad” esa persona (en realidad personaje de
ficción) es Eloy, un joven cantante protagonista de mi novela "La fuga (castidad y rock and roll)". Así es como lo expone en esta novela de amor, aventura,
intriga, viajes, música, amistad...
Lo siento, no sé hacer
otra cosa más que componer y cantar. Y no me gusta ese alboroto que se forma
siempre a mi alrededor, aunque entiendo que el ritmo que imprimo a mis
canciones o el sentimiento de mis baladas pueda haceros vibrar (también a mí me
lo hace). Pero quiero que los conciertos, que las actuaciones en que participe
sean siempre actos de alegría, de confraternidad. Bajo ningún concepto quiero
transformar esos escenarios en templos de la corrupción, ni física ni moral. La
sexualidad es algo que todos tenemos, es un regalo de la naturaleza y por tanto
de Dios. Como tal debe expresarse en su justo término y en los lugares y
momentos adecuados. Un concierto es para cantar, bailar, reír... no para el
sexo. Quienes opinen lo contrario ya saben lo que tienen que hacer, no venir a
verme porque se van a aburrir. En cambio, aquellos que tengáis como prioridad
mantener unos valores humanos (no hablo de religión) podéis venir a verme y
disfrutar con mis canciones. Cuando hay respeto hay libertad. Y yo pido
libertad (y por lo tanto respeto) para lo que piense cada uno (incluido yo). No
quiero influir en nadie, no quiero convencer a nadie, sólo pretendo compartir
lo que soy y lo que hago con quien voluntariamente desee compartirlo conmigo.
Si yo dejo que cada cual piense y actúe como quiera, siempre que respete a los
demás, pido también que todos respeten mi forma de ser y de actuar, y respeten
a todos los que piensen de forma similar. Eso es lo que pido y eso es, ni más
ni menos, la libertad.
PD.- En la imagen, campos sin límites y sin barreras por donde caminó el protagonista de esta novela y sintió la plena libertad.
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