Por más vueltas que le ha dado, la incomprensible sanción impuesta por la UEFA al Atlético de Madrid sólo se puede comprender bajo dos supuestos: que los dirigentes que han dado curso a la misma hayan sido (1) sobornados ó (2) amenazados, en cualquiera de estos dos supuestos, por la mafia marsellesa.¿Por qué digo esto? Cuando se celebró el sorteo, los marselleses se frotaron las manos, ya que en ese grupo sólo el Liverpool era más fuerte que ellos, por lo que podrían clasificarse en segundo lugar. Sin embargo, pronto vieron que el Atlético era casi tan fuerte como el Liverpool y los desplazaba de ese segundo puesto.
Así las cosas, la mafia que campa a sus anchas por Marsella, movió los hilos para –de una forma o de otra- conseguir una sanción contra el Atlético que llevase a cerrar su campo y hacerle jugar fuera, con lo que las posibilidades de que perdiese esos partidos serían mayores y quizás así el Marsella pudiese adelantarlo.
Los ultras del Marsella (reconocidos como unos de los más violentos de Europa) escenificaron esa provocación: No hay más que ver cómo reclamaban que los fotografiasen para así recolectar “pruebas” que esgrimir para inculpar al anfitrión del encuentro.
Si estoy en lo cierto, la UEFA mantendrá la sanción. Quizás rebajen de 3 posibles partidos fuera a sólo uno (ya que no ha habido tiempo de obligar a jugar fuera el de este próximo miércoles y sólo le quedaría al Atleti uno más en casa, con el PSV). La sanción económica no la rebajarán, o sólo simbólicamente, ya que para la UEFA el fútbol solo es un negocio. El día 31 de octubre sabremos si estoy en lo cierto o no. Mientras tanto, aquí lo dejo escrito.
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