
De esta forma, entre otras cosas, se acabó el día de descanso tras la guardia. El cirujano, después de 35 horas en su puesto de trabajo, tendrá que seguir operando. Estos profesionales tendrán, a partir de la aprobación de esa ley, una jornada laboral de 65 horas o más.
Algunos se muestran escépticos y dicen que si un país no quiere aplicar esa directiva europea no tiene por qué hacerlo. ¿Seguro? Pues, aviso a navegantes, estos son las tres pasos que hay establecidos:
1.- Para que esta directiva sea efectiva, su contenido debe ser incluido en una Ley Nacional por cada Estado miembro (es lo que se llama “trasposición de la directiva”).
2.- Cada Estado miembro está obligado a transponer la directiva a su normativa nacional, en un determinado plazo.
3.- Si el Estado miembro no respeta el plazo, la directiva puede ser directamente aplicada por los empresarios como si se tratase de una ley nacional.
Está claro que si un país no quiere aplicar esta directiva, los empresarios que lo deseen sí podrán aplicarla. Así que apañados están los profesionales a los que les afecta, y más apañados vamos a estar todos los ciudadanos cuando tengamos que ponernos en las manos de un trabajador agotado por la explotación de sus patronos.
1 comentario:
Esto me suena a esclavitud...
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