lunes, 21 de octubre de 2013

Tendrías que escribir esas cosas

-         No me imaginaba que fueses así –le dijo Marta.
-         ¿No te ha gustado el pelo que me ha dejado tu padre? –le respondió bromeando.
-         No, tonto, me refiero a que no me imaginaba que fueses tan buena persona.
-         ¡Qué tontería! Todos somos buenos, lo que pasa es que muchos se empeñan en disimularlo.
-         Me pregunto qué es lo que buscas tú en una chica. ¿Cómo sería para ti la chica ideal? ¿Algo así como Marianne? –definitivamente las indirectas de Marta eran demasiado evidentes.
-         Marianne y yo solo somos amigos, y además muy recientes y... por si te interesa saberlo, muy diferentes. Pero ¿sabes una cosa? Las diferencias entre las personas son como la ropa que llevamos puesta... debajo todos somos muy parecidos... –viendo que Marta no captaba el mensaje, continuó- ...debajo todos tenemos un alma y ese alma no es algo aislado, es como la electricidad: pasa y hace lucir a muchas bombillas y cada bombilla tiene su propia carga de electricidad, pero esa electricidad individual de las bombillas está toda ella conectada. Eso somos nosotros... almas individuales que en realidad formamos parte de una misma y gigantesca alma que es parte de Dios.
-         ... Tendrías que escribir estas cosas... –le respondió Marta-... nunca he oído a ningún chico hablar así.

De la novela "La fuga" de Vicente Fisac

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