domingo, 27 de octubre de 2013

Espasmos chopédicos

Toribio, con la tráquea llena de chopped no podía articular palabra y empezó a gesticular y hacer movimientos espasmódicos mientras salía al exterior al tiempo que David, el repartidor de pizza llegaba a la misma.
- Hey, Tori -saludó David (a lo cual no pudo contestar Toribio en medio de unos extraños gruñidos y estertores), aquí te traigo la cuatro estaciones que me habías pedido de postre.
Viendo como Toribio se le abalanzaba, David se puso eufórico y dijo:
-         Ole, Tori, qué bien embistes.
Toribio seguía dando bandazos y moviendo las manos, tanto que David no pudo menos que sentarse, dar palmas y cantar unas sevillanas, después una soleá (y eso que ya era casi de noche) y finalmente un fandango.
- Venga, Tori, un poquito de zapateado -le animó David.

En esto se presentó una pareja de la Guardia Civil que estaba casada por la Iglesia. Ellos eran Manuela y Enrique, dos jóvenes Guardias Civiles (de estado civil casados) que llegaban con cara de pocos amigos:
- ¿Así que ha sido este payaso, el Toribio, el que nos ha dado una falsa alarma? Pues te vas a enterar, te vienes al cuartelillo y mañana nos lo cuentas. Y lo esposaron (a pesar de que Toribio no conocía mujer ni había tenido noviazgo alguno).

De la novela de humor "El dulce gorjeo del buitre en celo", de Ana Moro, Teresa Moro, César Almodóvar y Vicente Fisac.


1 comentario:

Ana dijo...

El próximo puede ser "Pareados Inefables"...