sábado, 8 de noviembre de 2025

El círculo de hadas (7)

II.- El río desconocido
 
La cesta colgaba pesada del hombro de Arne, un trofeo que ahora le parecía más una sentencia que un botín. Habían transcurrido apenas treinta minutos desde que había profanado el círculo de setas, un acto que en su mente práctica aún justificaba como una simple cosecha afortunada. Pero el bosque no lo soltaba. Más de una hora llevaba caminando —lo sabía por el sol que, a ratos, perforaba la niebla como un dedo acusador—, y el paisaje seguía siendo un laberinto de pinos irreconocibles y sombras traicioneras. El sudor le perlaba la frente, mezclándose con la bruma fría que se adhería a su piel como un sudario vivo. "Maldita sea, Arne, ¿dónde te has metido?", masculló entre dientes, deteniéndose para apoyarse en un tronco nudoso. El corazón le martilleaba con un ritmo irregular, no tanto por el esfuerzo como por esa inquietud creciente que le susurraba traiciones del bosque.
 
La niebla, densa como leche cuajada, devoraba cualquier esperanza de orientación. No había musgo en los lados norte de los árboles —demasiado húmedo todo para que sirviera de brújula—, ni el canto familiar de los arrendajos que marcaba el límite de su territorio habitual. Comenzó a preocuparse de verdad: en Eldenwood, un hombre solo en el bosque podía ser devorado por el hambre, el frío o algo peor. Las leyendas de su abuela no eran solo cuentos; recordaba historias de leñadores que entraban al amanecer y salían al anochecer de generaciones futuras, con barbas blancas y ojos enloquecidos. Sacudió la cabeza para ahuyentar el pánico y aguzó el oído. Entonces lo oyó: un rumor sordo y persistente, como el latido de la tierra misma. Agua. Una corriente. "Gracias a los cielos", exhaló, con un alivio que le aflojó los hombros. Las corrientes siempre conducían a algún sitio —a un pueblo, un molino, una carretera—. Siguió el sonido, abriéndose paso entre helechos empapados y raíces traidoras, contando sus pasos para mantener la cordura: cien, doscientos, trescientos...Al cabo de unos cientos de metros, el bosque se abrió abruptamente en un declive empinado.
 
Arne se asomó con cautela, y lo que vio le heló la sangre en las venas. No era un riachuelo cantarín, ni siquiera el arroyo de aguas claras que conocía de sus cacerías. Ante él se extendía un río caudaloso, un monstruo de aguas turbias y revueltas que rugía con la fuerza de un torrente primaveral, pese a ser pleno otoño. El cauce medía al menos veinte metros de ancho, flanqueado por orillas de guijarros pulidos y juncos altos que se mecían como lanceros en formación. El agua, de un verde opaco salpicado de espuma blanca, arrastraba ramas rotas y hojas muertas en un torbellino imparable. Arne parpadeó, incrédulo, y se frotó los ojos con el dorso de la mano. "¿Qué brujería es esta?", susurró. En aquel paraje, en el corazón de su bosque, nunca había existido tal río. Lo sabía mejor que nadie: había talado árboles allí, recogido bayas, incluso enterrado a su perro fiel bajo un pino años atrás. El mapa mental de Eldenwood no mentía; el río más cercano, el Elden, estaba a diez kilómetros al este, y era un hilo comparado con esta bestia.
 
¿Dónde podía estar? ¿Qué había pasado? Era imposible que en una hora de camino —ni en un día entero— se hubiera alejado tanto del sendero habitual. Sus botas no eran alas de cuervo; el bosque, por enmarañado que fuera, no podía tragarse kilómetros así como así. Y además, nunca había oído hablar de un río de tales dimensiones en toda la comarca. Los ancianos del pueblo contaban de ríos legendarios en las tierras altas del norte, o de cauces olvidados en los valles remotos, pero ¿aquí? El pánico asomó de nuevo, mezclado con una fascinación morbosa. Se arrodilló en la orilla, metiendo una mano en el agua helada para confirmar su realidad. El frío le subió por el brazo como un veneno, y retiró la mano con un siseo. Las setas en la cesta parecían mirarlo, acusadoras, sus capsulas naranjas ahora pálidas bajo la luz difusa.
 

Vicente Fisac es periodista y escritor. Todos sus libros están disponibles en Amazon:
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