martes, 1 de septiembre de 2020

Aquí empieza todo… (1)


A partir de hoy, durante los próximos días, os voy a invitar a descubrir uno de los lugares más bellos del mundo; un lugar perdido en medio de la nada, un oasis de paz y tranquilidad en plena naturaleza y –esto es lo más importante- tales calificativos que acabo de emplear no son exclusivos del lugar sino también de sus gentes, de los pocos pero admirables habitantes de estas tierras.

Podría parecer un lugar de ficción, porque así se describe en la novela “Castidad & Rock and roll”, pero en realidad ese lugar existe y es tal como lo describo en esta novela que considero lo mejor que he escrito y, por consiguiente, os invito a leer en cuanto tengáis ocasión porque está disponible (tanto en edición digital como edición impresa) en Amazon. Pero no trato de hacer publicidad de la misma para ganar dinero (sin campañas orquestadas de buena publicidad, lo que requiere un generoso presupuesto, no hay posibilidad de alcanzar unas ventas que rentabilicen la inversión publicitaria) sino que mi único objetivo es compartir las cosas buenas de la vida y una de ella es este lugar. Tal vez algún día tengas oportunidad de descubrirlo por ti mismo, pero si no, al menos te doy la oportunidad de disfrutarlo con la imaginación.

Para empezar este recorrido en el que he ambientado la novela, te diré que su protagonista huye del precio de la fama y la exagerada popularidad, lo que se traduce en hacer desparecer lo más valioso de la vida: el tiempo libre, la vida familiar, el relax, el anonimato para poder llevar una vida sencilla…

El lugar al que se dirige para escapar del acoso mediático en Noruega, un país que, con una extensión de 323.803 km2 (en comparación España tiene 505.944 km2) sólo tiene 5.367.000 habitantes (en comparación España tiene 47.100.000 habitantes). Si comparamos la densidad de población de uno y otro país, nos encontramos con que la densidad de población en Noruega es de 16 habitantes por km2 mientras que en España es de 93 habitantes por km2. Sin embargo estos datos son engañosos porque tanto en un caso como en otro, las dos principales ciudades de cada país acaparan un buen porcentaje del total de la población, con lo cual la superficie disponible para albergar al resto de sus habitantes hace que la densidad real en zonas rurales sea muy inferior a esa media de 16 habitantes por km2 que citábamos para Noruega.

Visto desde el aire, como en esta fotografía que acompaño (tomada desde uno de los miles de satélites que orbitan nuestro planeta) todo parece más pequeño e insignificante, y es que la grandeza (al igual que la miseria) reside en el interior del ser humano. ¿Te apuntas a este viaje? (Continuará…)

Fuente: “Castidad & Rock and roll”, Vicente Fisac. Disponible en Amazon. https://amzn.to/3PyfLOH

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