En
la planta baja de este alojamiento rural en donde se desarrolla una buena parte
de la acción de la novela “Castidad & Rock and roll” hay un amplio salón
lleno de muebles a disposición de los huéspedes. Lo que no hay es ningún piano,
tal como se cita en la novela, pero eso son recursos del autor ya que el piano
era pieza indispensable para la sucesión de acontecimientos que allí tienen
lugar. Por lo demás, la descripción es la misma y si alguna vez lo visitas, lo encontrarás
exactamente igual.
Al
lado del salón está un amplio comedor en donde los huéspedes pueden tomar su desayuno
que, en Noruega, es la comida principal del día. No faltarán los embutidos, los
arenques, el queso, la fruta, la pastelería… Y tanto el autor como el protagonista
de la novela, se enamoraron de ese queso marrón y color dulzón, que sólo puede cogerse
con un cuchillo especial con el que desprender finísimas lonchas para ponerlas
encima de una tostada.
No
es ninguna broma, ese queso te da energía para el resto de la mañana; si
tomases otro queso cualquiera, al cabo de un rato estarías con hambre y/o con
frío. Es como los huevos que comen los islandeses: nada de huevos de gallinas
sino huevos de albatros y otras de esas aves que anidan en los acantilados;
estos te dan la energía necesaria para combatir el frío reinante.
Allí,
en este lugar apartado, en el centro de Noruega, el aire limpio y la naturaleza
abrían de inmediato el apetito y un buen desayuno era la mejor forma de
comenzar el día, al igual que un momento de relax en los sillones del salón al
caer la noche, antes de ir a dormir, eran una opción acertada. Esa era una zona
común para los pocos huéspedes que allí se daban cita…
(Continuará…)
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