En el lado oeste del lago Mjosa se encuentra la ciudad
de Gjovik, la “gran” ciudad a la que acudiría alguna vez el protagonista de la
novela “Castidad & Rock and roll”, pero ¿qué entendemos por “gran” ciudad?
En Noruega la percepción de las cosas es diferente: Gjovik tiene 30.500
habitantes y eso, gracias a que en el año 1964 se le anexionaron los municipios de
rurales vecinos de Biri, Snertingdal, y Vardal.
Pasear
por sus calles para ir de compras es una experiencia muy diferente a la que
puedes experimentar cuando lo haces en una gran ciudad. Aquí no hay
aglomeraciones, no hay prisas. Puedes pasear tranquilamente por sus calles
silenciosas, cruzándosete tan solo de vez en cuando con otro paseante. Al
entrar en las tiendas, podrás moverte en silencio y libertad por su interior y
ser atendido de inmediato por un dependiente en cuanto lo solicites.
Lo
mismo sucede en los restaurantes. El silencio y la tranquilidad es la nota
dominante, y no es que los noruegos sean mudos, es que hablan sin gritar, a
diferencia de lo que hacen los españoles. En el restaurante te atenderán con
prontitud y cuando pidas la cuenta te la traerán enseguida, sin que tengas que
andar levantando la mano para ver si consigues llamar la atención del camarero
y que este te haga caso.
Si
circulas en coche por sus calles, podrás hacerlo sin atascos y para mayor
disfrute del conductor, lo mejor vendrá cuando tengas que aparcar: siempre hay algún
sitio libre disponible.
(Continuará…)
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