lunes, 11 de mayo de 2020

Este es el país del "to, cucha y arrea"


Bajo este título y con unas buenas dosis de humor, queremos recordar y comentar algunas palabras del idioma daimieleño. Muchos de estos términos y vocablos, van poco a poco cayendo en desuso, pero forman parte de nuestra historia y de nuestra cultura y por ello merecen este pequeño homenaje.

Para empezar, ámonos (o sea, vámonos) a la letra “A” de asombro, porque el asombro en Daimiel se dice “¡Arrea!”, tal como un gamberro –aunque con sentido del humor- reflejó en una pintada que decía “Daimiel, la tierra del to, cucha y arrea”, tres expresiones netamente típicas de nuestra ciudad. “Arrea” es una palabra que define perfectamente nuestro asombro, incredulidad o incluso miedo: “¡Arrea, lo que ha pasao...!”.

Y si lo que ha pasao es una “amoto” puedes deducir con lógica que estamos hablando de una moto, pero si la palabra que escuchas es “amotillo” ¿cuál sería su traducción correcta? Pues: motocicleta. En cualquier caso, vayas en amoto o en amotillo, no olvides “apejcarte” bien. ¿Apejcarte? Justo esa es otra palabra típica que significa agarrarse bien, sujetarse bien a algo para no caerse.

En esa misma línea estarían las palabras “arradio”, aparato de radio, y “arradiejo”, o sea, transistor. Y si te has propuesto “aviar” l’arradiejo, es decir, reparar el transistor, conviene que tengas a mano todos los “apechusques” necesarios. Que ¿qué son los apechusques? Pues las herramientas. Que ¿qué herramientas? Pues las que sean, así en general, que tampoco hace falta ser más precisos, que lo que cuenta es que quede “reparao”.

Antes de salir de casa conviene “atalajarse” bien, es decir, colocarse bien la ropa. Y si eres hombre, “arremétete” la camisa no te quede fuera el “aldón”, es decir, la parte inferior de la camisa.

Desde luego nuestra forma de hablar es muy gráfica, muy descriptiva. Si queremos indicar que algo está arriba del todo, decimos “arribota” y si por el contrario queremos indicar que está muy abajo decimos “abajote”. Al igual que son típicas algunas medidas muy poco precisas, pero lo que cuenta es la intención. Cuando decimos “antigüismo” nos referimos al pasado, el que sea; total si ya ha pasado es que es antiguo y más con los tiempos que corren.

En fin, después de esta primera lección de daimieleño, creo que podemos descansar y hacer honor a una expresión típica y exclusiva de Daimiel: “aparranarse”. Así que si decidimos “quedarnos aparranaos en el sofá, sin ganas de hacer ” o decidimos quedarnos un rato “asobinaos”, es decir, tumbados con pereza, es que ya hemos tenido bastante con la lección de hoy. Ahora te toca a ti seguir buscando palabras para incluirlas en frases corrientes, de esas que decimos todos los días.


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