Son tantas las contradicciones, rectificaciones, dudas,
incongruencias, etc., que nos ha dado el desGobierno de España sobre las fases
de desescalada del confinamiento por coronavirus, que sólo me voy a centrar en
una de ellas: el error básico de concepto.
Para que el virus se transmita cuando estamos al aire
libre, hace falta “proximidad” entre humanos. Por lo tanto es absurdo poner “horarios”
o “franjas horarias” si luego dentro de esos horarios la gente se agolpa en las
calles y aceras.
No tendría que haber limitaciones, cada uno debería salir
a la calle cuando quisiera y todo el tiempo que quisiera, pero con una única
condición: respetar un “área de privacidad” de un metro y medio alrededor de
cada persona, tal como hacen –por ejemplo- los noruegos pero no ahora, sino
desde siempre, de toda la vida, como una forma de cultura y de respeto a los
demás.
Los que no respeten ese “área de privacidad” son lo que
deben ser recriminados por todos los demás, y multados por la Autoridad. Las
personas sensatas y educadas que caminen por la calle, si ven una aglomeración,
cambiarán su rumbo y se irán hacia otro lado.
Ahora bien, si la mayoría de la población es ignorante e
irrespetuosa con los demás, y no respeta ese “área de privacidad” de cada uno,
e invade la proximidad de los demás… da pie a que el desGobierno de turno dicte
normas como las que estamos padeciendo. ¿Será acaso que tenemos el desGobierno que
nos merecemos por culpa de muchos? ¿Dónde está el respeto a los demás?
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