¿Sabías que al final de nuestro sistema solar hay una
nube? Se llama la “nube de Oort”, de la que no hay observación directa sino
sólo estimaciones. En cuanto a distancia y magnitud se cree que va desde las 2.000
UA hasta las 50.000 UA aunque algunos la extienden hasta las 200.000 UA (una UA
o Unidad Astronómica es la distancia media que hay entre la Tierra y el Sol y
se utiliza para medir las abismales distancias que hay entre unos planetas y
otros). La nube de Oort estaría tan fuera de los límites de nuestro sistema
solar, que el Sol quedaría a casi un año luz de distancia y la siguiente
estrella, Próxima Centauri estaría a poco más de tres años luz. El cinturón de
Kuiper y el disco disperso están cien veces más cerca.
Se estima que esta nube puede contener entre uno y cien
billones de cuerpos compuestos por hielo, metano y amoníaco, cuya masa, si se
juntaran todos, sería equivalente a cinco veces la de la Tierra. Pero a pesar
de la denominación de “nube” la realidad sería que entre cada uno de esos
objetos habría como mínimo una separación de varias decenas de millones de
kilómetros.
Todos estos objetos están tan lejos del Sol que más que
nuestra propia estrella son otros cuerpos celestes los que los pueden alterar y
hacer que algunos de ellos salgan despedidos y, en este sentido, la nube de
Oort sería una fuente de la que emanan muchos cometas de largo recorrido como
el famoso cometa Halley.
Fuente: “Curiosidades del Sistema Solar”, de Vicente
Fisac. Disponible en Amazon (www.amazon.es) en ediciones digital e impresa.
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