He vuelto a ver una película clásica dentro del género de
la ciencia-ficción: “Soylent Green”, del año 1973, con Charlton Heston y Edward
G. Robinson. Pero nada más empezar la película me quedé perplejo, primero
porque lo que en 1973 consideraban “futuro” era el año 2022, es decir, pasado
mañana; segundo, porque ya nada más empezar se mostraban escenas que estamos
viendo en nuestros días, es decir, dos años antes de ese “futuro” que preveían.
Repasemos algunas:
1.- La gente iba por la calle con mascarillas (igual que ahora).
2.- La gente no podía salir libremente a la calle sino
que tenía acotadas unas franjas horarias y unas zonas para moverse (igual que ahora).
3.- Los ricos era muy ricos, la clase media apenas si
existía, y la inmensa mayoría eran pobres (así nos está dejando esta crisis que, además, es global).
4.- Las iglesias eran asilos para indigentes (como la iglesia de san Antón, del
padre Ángel, en Madrid).
5.- Los ricos podían permitirse comer de todo porque les sobraba el dinero, mientras
que a los pobres sólo se les daba para comer ese alimento prefabricado llamado “Soylent Green” (así nos está dejando esta crisis).
6.- Estaba legalizada la eutanasia y cuando alguien se
sentía aburrido de esta vida iba a una clínica y allí lo suicidaban plácidamente (ya la tenemos legalizada y ya hay algunas clínicas -por ejemplo en Suiza y Dinamarca- que son como las de la película).
7.- Había superpoblación y las ciudades estaban envueltas
en una neblina de contaminación (como la que se ve actualmente muchos días en
cualquier gran ciudad).
Estas son algunas cosas que se mostraban en la película y
que ya están pasando con dos años de adelanto sobre su previsión. Pero
repasemos otras cosas que aún no han llegado pero que quizás la película haya
adivinado también:
8.- El clima del planeta ha subido bastantes grados (de
momento ya se están haciendo notar sus efectos).
9.- Los océanos están contaminados y secándose (de
momento ya están bastante contaminados).
10.- El mundo está dominado por los hombres y las mujeres
son objetos (de momento vamos por el camino opuesto, porque el movimiento
feminista está tomando cada vez más fuerza y no busca la igualdad entre sexos
sino la supremacía de la mujer sobre el hombre. “Sola y borracha, así quiero
llegar a casa”, que dicen ellas).
11.- No queda sitio para la espiritualidad, todo es
materialismo, los ricos acumulando sin ton ni son, y los pobres luchando tan
sólo por sobrevivir.
En definitiva, esta película que se estrenó en otros países con el título
de “Cuando el destino nos alcance” resulta que estaba en lo cierto y el destino ya nos ha alcanzado.
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