Al profesor de filosofía
noruego Arne Naess le preguntaron con ocasión de su 90 cumpleaños “¿Por qué se
sigue subiendo a los árboles, con la edad que tiene?”, a lo que él respondió
“¿Y tú, por qué has dejado de hacerlo?”.
Cuando se deja de jugar y
de bromear es cuando de verdad se envejece. Por eso, ya decía Platón, hace
2.400 años, que el juego es lo mejor de nosotros y por ese motivo, cuando
jugamos nos hacemos más humanos.
En el año 1938 el
historiador holandés Johan Huizinga publicó el libro “Homo Ludens”, considerado un clásico en el estudio del
juego. En este libro, que ha sido
traducido a varios idiomas, se analiza la naturaleza y la importancia del juego
como fenómeno cultural y se afirma que precisamente el juego es el motor que
impulsa nuestra cultura.
La alegría y el juego son
los únicos medicamentos que carecen por completo de efectos secundarios y, por
el contrario, han demostrado su eficacia para mejorar la salud tanto del cuerpo
como del alma.
El juego te incita a innovar
y te permite crear pensamientos e ideas valiosas. Psicólogos y educadores han
puesto de relieve la importancia del juego, tanto para nuestros aspectos
físicos como mentales y sociales. De igual forma, en el ambiente laboral, un
entorno lúdico aumenta la creatividad y la eficiencia.
El pastor protestante, Per
Andres Nordengen, lo lleva también al ámbito religioso y dice que fuimos
creados por “Deus ludens” (el dios juguetón), como criaturas con alegría,
fervor y entusiasmo. Incluso el
apóstol San Pablo dice en una de sus epístolas a los Corintios que “me gustaría
tener un poco de locura en mí”.
Una sociedad hipócrita y
constreñida te marca rígidos márgenes de lo “políticamente correcto” y de lo
que la sociedad espera de ti. Pero esas son barreras contra las que hay que
luchar y poner el buen humor por encima de todo: de la enfermedad, de la
muerte, de la injusticia social...
Como decía el cómico Kass
Furuseth, todos deberíamos tener delante de nosotros un cartel que nos
recordase: “Se permite sentirse bien aunque estés triste".
No hay comentarios:
Publicar un comentario