Hace un año escribí en este mismo blog un post titulado
"Nuevo deporte de alto riesgo: volar con Ryanair"
Pues bien, ahora los directivos de Ryanair nos amplían su
oferta y la hacen extensiva también a nuestros bolsillos. Este mes de agosto
saltaba a los medios de comunicación la siguiente noticia: al día siguiente del
brutal accidente de tren a la entrada de Santiago de Compostela que se cobró
casi un centenar de víctimas, Ryanair subió casi al doble el precio de sus
billetes de avión a Santiago. En concreto –tal como certificaban unos afectados
que deseaban acudir a Santiago para interesarse por sus familiares
accidentados, el precio de dos billetes Madrid-Santiago con Ryanair pasó de
costar 471 euros el día anterior del accidente a costar casi 800 euros.
Como se ve, la solidaridad y humanidad no es una virtud que
adorne a esta compañía; pero además, y desde un simple punto de vista
mercantilista, esta acción es de una torpeza incalculable porque supone un torpedo en toda la línea de flotación de la imagen de esta compañía.
Cualquier experto en Comunicación habría actuado justo al
contrario: habría hecho pública su solidaridad con los afectados, les habría
facilitado vuelos gratis o más baratos de lo habitual, y así se habría ganado
una impagable publicidad en todos los medios de comunicación y se habría
colgado una gran medalla a favor de su imagen y prestigio ante la opinión
pública. Pero ya se sabe que el que es mezquino...
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