Algo así es el título de un libro del expresidente de Cantabria
Miguel Angel Revilla, en cuya portada se le ve agachado atándole los cordones
de los zapatos al Rey. No hay nadie, ni Rey ni presidente ni nadie que sea más
importante que cualquier otro ciudadano.
Pero esto es aplicable también al mundo empresarial y a la
dirección de equipos humanos. Lo dice bien claro Diego Pablo Simeone en su
libro “El efecto Simeone (la motivación como estrategia)”: “Hay que tener en la
cabeza que nadie es más importante que nadie, y que cuando alguien lo cree está
más cerca del fracaso que del triunfo”.
El que se cree más que los demás, no solo es un cretino sino
que está poniendo en riesgo la consecución de sus propios objetivos.
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