domingo, 25 de noviembre de 2012

¿Arca de Noé o camarote de los Marx?

Para la iglesia luterana protestante “todos los hechos narrados en la Biblia son absolutamente verdaderos” y lo que ahí está escrito no admite interpretaciones ya que es la propia Biblia quien “se interpreta a sí misma”. Por consiguiente se aferran a esa palabra, la cual creen a pies juntillas, y no quieren aventurarse en elucubraciones de otro tipo. Por su parte, la iglesia católica es más abierta en este sentido, aunque hay dentro de ella corrientes de todo tipo, pero sí aceptan en general que la Biblia fue escrita de acuerdo a la mentalidad de la gente de aquellos tiempos, y que hoy en día hay muchos acontecimientos narrados en la Biblia a los que se han encontrado explicaciones más racionales.

Quizás el ejemplo más llamativo es este: Según la Biblia, Dios dio a Noe instrucciones precisas para construir el arca, concretamente “150 metros de largo, 25 de ancho y 15 de alto”. Pues bien, en ese espacio tan reducido tuvo que meter una pareja de cada especie. E incluso, para hacerlo más complicado aún, en la Biblia se habla de animales impuros (supongo que se refiere a cerdos y similares), de los cuales se metería una pareja, y de animales puros y pájaros, de los cuales se meterían 7 parejas. 
¿Y de cuántos animales estamos hablando (en la mayoría de los casos juntando siete parejas de cada especie), teniendo en cuenta que, según la Biblia el agua cubrió toda la tierra hasta 7,5 metros por encima de la más alta cumbre y se mantuvo así durante más de 150 días con lo cual perecieron todos los animales y personas? Pues estamos hablando de: más de 4.000 especies de mamíferos, más de 9.000 especies de aves y más de 8.000 especies de reptiles. Y no hablamos ya de los insectos, de los que existen más de un millón de especies diferentes y que, de no haber sido salvados, hubieran perecido ahogados.

Pero es que, además, en una estancia tan larga, de tantos meses, como hubieron de permanecer dentro del arca, era necesario meter la comida para todos esos animales, lo cual suponía ocupar un espacio importantísimo con todo el forraje necesario para los herbívoros y con todos los insectos y animales-comida para los carnívoros a fin de alimentarlos durante casi un año.

Creer al pie de la letra lo que dice la Biblia es sencillamente absurdo, porque, como se ve en este caso, es imposible meter tantos animales en esa diminuta arca. ¡Si solo la comida de elefantes, hipopótamos y cérvidos, necesaria para casi un año ocuparía mucho más espacio del que disponía el arca...!

La Biblia es, pues, la narración de unos hechos ciertos pero contada de acuerdo a la mentalidad y nivel cultural de aquellos lectores contemporáneos. Algo así como cuando nosotros tratamos de explicar algo muy complicado a un niño pequeño. Por eso no sólo es lícito sino también loable, tratar de “traducir” esa narración de acuerdo con nuestros conocimientos actuales.

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