Revisando un antiguo ejemplar de la revista “Información al
Día” que puse en marcha en 1999 y edité durante siete años y medio, me encontré
un pequeño editorial del año 2005 en el que anunciaba un cambio en los
contenidos de dicha revista. Decía cosas como esta:
“Los tiempos y las tecnologías cambian... Internet se ha
constituido en una fuerza imparable que lleva la información más al día que
ningún otro medio. Apenas unos segundos después de que se haya producido
cualquier noticia en el mundo, podemos verla reflejada en Internet y
actualizada permanentemente cada pocos minutos. Por otra parte, cada vez son
más las personas que tiene n acceso a Internet... Ante esta situación, los
medios en papel deben replantearse su razón de ser. Y hay que reconocer que su
función es importante. Entre otras cosas, porque permiten una lectura más
reposada, permiten llevarse la lectura a cualquier sitio y consultarla y/o
enseñarla a otras personas cercanas en cualquier momento o circunstancia.
Sin embargo ha llegado el momento de diferenciar dos
conceptos: la noticia (de la que se debe informar desde el mismo momento en que
se produce) y la información (que en forma de reportaje, artículo, etc.,
requerirá una lectura más tranquila, sin perder por ello actualidad).
En mi caso concreto, y eso que también había puesto en
marcha en aquella época un diario digital, “AZprensa.com”, disponía de las dos
herramientas y entendía que debía dar a cada una de ellas su verdadero papel.
Fue así como dejé que mi diario digital llevase la actualidad inmediata de la
noticia, mientras que la revista mensual dio prioridad a los reportajes y
entrevistas.
Como digo, esto lo escribí –y lo llevé a la práctica- en
2005; sin embargo hoy día, en 2012, seguimos viendo cómo la prensa en papel
sigue sin entender su papel y nos trae cada día un montón de noticias que ya
conocemos porque las hemos visto en la tele, las hemos oído por la radio y las
hemos leído en Internet mucho tiempo antes. Y para colmo, aquello que decía en
2005 referente a que el papel podía llevarse a cualquier sitio y el portátil
no, vemos que ha cambiado porque los dispositivos móviles permiten el acceso y
lectura de cualquier noticia al instante y en cualquier lugar y situación.
En definitiva, los medios de papel no son capaces de
entender cual es su papel y por ello asistimos a esa lenta agonía de la prensa
en papel mientras que cada día más y más jóvenes (y los que no son tan jóvenes
también) dejan de comprar periódicos. ¿Para qué los van a comprar si todo lo
que traen ya lo han leído antes en Internet, lo han visto en la tele y lo han
oído en la radio?
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