martes, 6 de noviembre de 2012

El papel no entiende su papel


Revisando un antiguo ejemplar de la revista “Información al Día” que puse en marcha en 1999 y edité durante siete años y medio, me encontré un pequeño editorial del año 2005 en el que anunciaba un cambio en los contenidos de dicha revista. Decía cosas como esta:

“Los tiempos y las tecnologías cambian... Internet se ha constituido en una fuerza imparable que lleva la información más al día que ningún otro medio. Apenas unos segundos después de que se haya producido cualquier noticia en el mundo, podemos verla reflejada en Internet y actualizada permanentemente cada pocos minutos. Por otra parte, cada vez son más las personas que tiene n acceso a Internet... Ante esta situación, los medios en papel deben replantearse su razón de ser. Y hay que reconocer que su función es importante. Entre otras cosas, porque permiten una lectura más reposada, permiten llevarse la lectura a cualquier sitio y consultarla y/o enseñarla a otras personas cercanas en cualquier momento o circunstancia.
Sin embargo ha llegado el momento de diferenciar dos conceptos: la noticia (de la que se debe informar desde el mismo momento en que se produce) y la información (que en forma de reportaje, artículo, etc., requerirá una lectura más tranquila, sin perder por ello actualidad).

En mi caso concreto, y eso que también había puesto en marcha en aquella época un diario digital, “AZprensa.com”, disponía de las dos herramientas y entendía que debía dar a cada una de ellas su verdadero papel. Fue así como dejé que mi diario digital llevase la actualidad inmediata de la noticia, mientras que la revista mensual dio prioridad a los reportajes y entrevistas.

Como digo, esto lo escribí –y lo llevé a la práctica- en 2005; sin embargo hoy día, en 2012, seguimos viendo cómo la prensa en papel sigue sin entender su papel y nos trae cada día un montón de noticias que ya conocemos porque las hemos visto en la tele, las hemos oído por la radio y las hemos leído en Internet mucho tiempo antes. Y para colmo, aquello que decía en 2005 referente a que el papel podía llevarse a cualquier sitio y el portátil no, vemos que ha cambiado porque los dispositivos móviles permiten el acceso y lectura de cualquier noticia al instante y en cualquier lugar y situación.

En definitiva, los medios de papel no son capaces de entender cual es su papel y por ello asistimos a esa lenta agonía de la prensa en papel mientras que cada día más y más jóvenes (y los que no son tan jóvenes también) dejan de comprar periódicos. ¿Para qué los van a comprar si todo lo que traen ya lo han leído antes en Internet, lo han visto en la tele y lo han oído en la radio?

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