Te apuesto lo que quieras a que no sabes qué es un
“edredón”. Sin duda responderás que es “una pieza
de tela acolchada rellena de plumas de ave, fibra sintética u otro material,
que se utiliza para estar calentitos cuando nos acostamos”. Pues sí, eso es un
edredón, y posiblemente sepas que los que más abrigan no son los de fibras
sintéticas ni los de plumas de aves, sino los de plumón. Y... ¿son iguales
todos los plumones? La respuesta es: No. Así que aquí viene la historia que
desconocías.
La palabra “edredón” deriva
de “eider down”. Si sabes inglés, traducirás “down” como “bajo”, “abajo”, o
incluso como “deprimido” o como “derribar”. Pero también tiene otra acepción:
“plumón”. ¿Y cuál es la traducción de “eider”? Pues ninguna, porque “eider” es
el nombre de un género de aves de la familia de las anátidas. Bueno, ya vamos
por buen camino: edredón proviene del plumón de los eider.
Pero ahora viene lo más
interesante. Los eider hacen sus nidos en zonas del norte de Europa donde no
suelen tener muchos enemigos, por lo que no buscan acantilados ni zonas
inaccesibles, sino terrenos llanos al alcance de cualquiera, y esos
“cualquiera” son los “cazadores” o más bien deberíamos llamarlos “recolectores”
de eider. ¿Qué hacen estos?
Cuando la hembra de eider
prepara su nido para poner los huevos y sacar adelante su prole, se arranca con
el pico el plumón que tiene debajo de sus plumas, y ese plumón es de una
calidad calorífica excepcional. Pero por allí andan los “recolectores” de eider,
que localizan los nidos y se llevan el plumón. La hembra contrariada, vuelve a
quitarse más plumón para recomponer el nido. Y poco después, el recolector pasa
de nuevo por el nido y se lleva el plumón. ¡Pobre hembra! ¡Ya no le queda más
plumón! Busca y busca con su pico y ya no le queda plumón. ¿Cómo abrigará a sus
hijos? Entonces llega el macho al rescate y se ofrece generosamente para
rellenar el nido con su plumón. Al igual que hizo antes la hembra, también el
macho se arranca con cuidado el plumón que tiene debajo de las plumas y lo va
colocando en el nido. ¡Por fin está otra vez el nido relleno de plumón! Pero
¿vendrá otra vez el recolector? Pues sí, seguramente pasará por ahí, y se dará
cuenta que ese plumón no es de hembra sino de macho y que su calidad es
inferior, así que lo dejará tal cual, sin tocarlo. La hembra pondrá sus huevos
a los que dará calor el plumón del macho, mientras que el plumón de la hembra
transmitirá su confortable calor a los humanos que se hayan comprado un
auténtico edredón, un edredón relleno de “eider down”, es decir, de plumón de
hembra de eider.